La transformación digital y la automatización de la producción son procesos que formarán parte de las fábricas del futuro y que generan inquietud por la posible pérdida de puestos de trabajo que pueden causar.
Sin embargo, junto a este efecto, la industria 4.0 también generará nuevas oportunidades laborales que exigirán, también, nuevos modelos educativos y de formación de los trabajadores.
En este camino, Europa parte con desventaja respecto a EE.UU. y China, si tenemos en cuenta que los campeones digitales, o sea las empresas con alto grado de desarrollo digital, pertenecen en un 19% a la zona Asia-Pacífico, EEUU y Canadá en un 11% y Europa en un 5%.
Así se pone de manifiesto en un informe sobre buenas prácticas en grandes empresas nacionales e internacionales elaborado por Orange.
fábricas del futuro y crecimiento económico
En este documento de Orange se aboga por la transformación digital de las fábricas del futuro a través de distintos ejes -la robótica, impresión 3D y fabricación aditiva, la realidad aumentada o virtual, el big data y la logística inteligente–, que serán un factor de crecimiento para la economía a nivel mundial, con una aportación durante los próximos cinco años de entre 448.000 millones de euros y 1,35 billones de euros.
Por desgracia, Europa parte de una situación complicada para poder aprovechar estas oportunidades de crecimiento. Hay unos 500.000 puestos de trabajo no cubiertos en el área tecnológica, el mayor “gap” del mundo. Y es mucho lo que está en juego, ya que como destaca el informe de Orange, el incremento de los niveles de productividad gracias a la digitalización y la transformación estarán entre un 26 y un 28%.
En cuanto a tecnologías, el documento destaca que el Internet de las cosas (IoT) aportará 110.000 millones de euros a la economía mundial en 2020 y 12,8 billones de euros 2030; mientras que la realidad virtual o aumentada tendrá un impacto global de 194.000 millones euros 2021.
Nueva red para internet de las cosas
Precisamente en el ámbito de IoT, Orange ha desplegado en España su nueva red LTE-M (Long Term Evolution for Machines), con la que se convierte en el primer operador del país que lanza esta tecnología dedicada exclusivamente a soluciones de Internet de las Cosas.
La nueva red LTE-M de Orange ayudará a las empresas a avanzar en su transformación digital gracias a su gran versatilidad, soportando sus necesidades de IoT en diferentes aplicaciones: gestión inteligente de activos, telemedida de contadores (electricidad, agua o gas), digitalización de servicios en ciudades (control inteligente del espacio público, alumbrado o recogida de residuos), monitorización y control de operaciones y máquinas en Industria 4.0 o control avanzado de sistemas de seguridad, entre otros.
Como vemos, el futuro no entiende de esperas y, por ello, en la presentación del informe sobre buenas prácticas en grandes empresas nacionales e internacionales se destacó que “hay que quemar las naves, es un tema de supervivencia, o te transformas o mueres, porque si no alguien lo hará mejor que tú».