¿Conoces las diferencias entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente de los alimentos? La pandemia ha disparado las búsquedas de estos términos en Google. Además, Danone acaba de anunciar que sustituirá la fecha de caducidad por la de consumo preferente hasta en un 80% de su lácteos.
España firmó el compromiso de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos. El tope es 2030, según los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas. No vamos por buen camino. Cada persona desecha 77 kilos de alimentos al año, un 42% de ellos en casa. Esto causa el 7% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Que hasta el 9% de los desechos provenga de lácteos ha movido a Danone a dar el paso de sustituir la fecha de caducidad por la de consumo preferente. En este año pretenden pasar desde el 40% actual hasta el 80% en toda su línea de productos lácteos.
Afirman en Danone que “tiramos mucha comida una vez que pasa la fecha de caducidad, al creer que ya no es segura. Así, cada año uno de cada tres alimentos se desperdicia, con las consecuencias negativas que ello conlleva desde el punto de vista social, económico y ambiental”.
DIFERENCIAS ENTRE FECHA DE CADUCIDAD Y FECHA DE CONSUMO PREFERENTE
Hasta un 10% del desperdicio se asocia al etiquetado, según la Comisión Europea. Por eso resulta fundamental diferenciar entre fecha de caducidad y consumo preferente.
La fecha de caducidad hace referencia a la seguridad del alimento. No se recomienda consumir productos caducados, independientemente de su estado de conservación.
Sin embargo, la fecha de consumo preferente indica el momento hasta el cual el alimento conserva la calidad prevista. Puede presentar cambios en la textura, el olor o el sabor pasada esta fecha. Pero siempre que esté bien conservado y con su envase intacto, el alimento continuará siendo seguro.
El proceso de fermentación, explica Danone, evoluciona en curva durante el periodo de vida del producto. Los fermentos se multiplican y luego bajan, pero durante toda la fecha de consumo conservan sus características nutricionales. Y salvar de la basura un kilo de yogur supone 1,8 kilos menos de emisión de CO2.
¿HAY ‘VIDA’ PASADA LA FECHA DE CADUCIDAD?
Hay alimentos ‘no perecederos’ sin fecha de caducidad o de consumo preferente. Por ejemplo, bebidas alcohólicas con alta graduación, frutas y hortalizas frescas, pan y bollería de pronto consumo, vinagre, sal y azúcar. No significa que no se puedan estropear, pero no hay obligación de estamparles una fecha de caducidad.
Algunas bebidas alcohólicas, en vez de mejorar como puede aparentar, empeoran con el tiempo. Para frutas y verduras, la vista y el paladar son los mejores jueces. Si no están exageradamente pochas, pruébalas. Sí es importante tomar precauciones con la carne, el pescado y el queso fresco, que se deterioran rápidamente. Ojo: el riesgo puede presentarse incluso antes de la fecha de caducidad si no se han conservado adecuadamente.
En general no hay problema en consumir muchos alimentos que tengan pasada la fecha de consumo preferente en días y hasta semanas. Mientras no estén abiertos o presenten signos de deterioro pueden haber perdido propiedades organolépticas, pero estarán “buenos”. En este enlace la OCU lista 10 tipos de alimentos que dan bastante margen de consumo.
Una duda habitual es saber qué fecha de caducidad tiene un alimento cuyo envase ya está abierto. En los que tienen fecha de consumo preferente se suelen adjuntar instrucciones del tipo de “una vez abierto el envase, consumir en tres días”. Pero, como el cuerpo es sabio, hay una herramienta útil para averiguar si se puede comer algo pasado de fecha o cuya caducidad desconocemos: mirar, oler y probar.
MIRA, HUELE Y PRUEBA, UNA BUENA PRÁCTICA COMO CONSUMIDOR
De este lema precisamente hace bandera la interesante iniciativa Too Good To Go, de cuya lucha contra el desperdicio alimentario te hablamos en Nobbot. Llegó a España en septiembre de 2018 y a su iniciativa #LaComidaNoSeTira se han unido ya más de 8.000 establecimientos. Según sus datos, se han salvado unos 3 millones de packs de comida, es decir más de 3.000 toneladas de alimentos.
Usar su app es útil, pero hay muchas otras recomendaciones. Cuidar la conservación alarga la vida de los alimentos y ahorra alguna que otra intoxicación. Congelar en casa poco después de la compra nos permite ir mucho más allá de la fecha de caducidad. Y es recomendable leer bien la etiqueta de los productos, ahí está lo más relevante.
Siempre ayuda planificar la compra y saber qué tenemos ya en la despensa. Hay que poner especial cuidado con la rotura de la cadena de frío en los congelados. Realizar un almacén y conservación óptimos de los alimentos extiende su vida notablemente. Y un truco muy útil es disponer más visible en la nevera lo que antes se pueda estropear. No olvidemos que es fundamental comprar y consumir de manera respetuosa con el medioambiente.
En Nobbot | No a la “Mcdonalización”: por qué no es buena idea abandonar la dieta mediterránea
Imágenes | Foto de Jack Sparrow en Pexels, Foto de Anna Shvets en Pexels, Vídeo «Fechas con sentido #MiraHuelePrueba» de Too Good To Go España