Desde hace algunos años, pocos, el término fibra óptica se ha instalado en nuestras conversaciones cotidianas, entre otras muchas cosas, debido a la carrera emprendida por los operadores de telecomunicaciones para llevárnosla hasta casa. Sin ir más lejos, recientemente la fibra de Orange ha superado la cifra de 10 millones de hogares conectados. Pero lo más curioso, es que detrás de esta cifra, si rascamos un poco, encontramos otras muchas que nos resultan tremendamente sorprendentes, y que nos hacen pensar en el gran desconocimiento que el público en general tiene sobre este medio, a pesar de que, como digo, esté en nuestras conversaciones diarias. Veamos algunas de estas curiosidades.
Para conectar estos 10 millones de hogares, el cable instalado por Orange supera los 40.000 kilómetros y ¡daría una vuelta al mundo por el Ecuador! Si uniésemos todas las fibras que forman los cables instalados (cada cable está formado por varias fibras) daríamos 54 vueltas a la Tierra, lo que supone más de 2 millones de kilómetros o más de 5 veces la distancia de la Tierra a la Luna. Esta cifra aumentará aún más en 2018 cuando la fibra de Orange llegue a los 14 millones de hogares conectados.
No es menos sorprendente saber que, para recorrer esas distancias, un pulso de luz tardaría alrededor de 7 segundos; o que a lo largo de ese camino de 40.000 kilómetros de cable se han dejado además, 5 millones de cajas de registro y otros accesorios necesarios para su conexión.
fibra de orange como una red de cabellos humanos
Teniendo en cuenta sus características físicas, también resulta asombroso que, sabiendo que el grosor de la fibra es de aproximadamente de 0,1 mm (comparable al grosor de un cabello humano) por esa fibra se ofrezcan ya servicios de 10Gbps, o lo que es lo mismo diez mil millones de bits por segundo; o que, teniendo en cuenta que el peso de un cable de 8 fibras es de 30 kg/km, se podría transportar en un solo camión el cable necesario para unir Sevilla con Bilbao.
Eso sin olvidar una de las características que más ha influido en su expansión, el reducido coste de fabricación frente a los medios tradicionales, lo que ha dado lugar a que China fuera uno de los primeros países del mundo en cablear sus comunicaciones con fibra óptica, para evitar así los robos de cableado de cobre para la reventa.
Y con todos estos datos, es inevitable llegar a la siguiente pregunta: ¿Hasta dónde llegará nuestra fibra dentro de unos años? Aunque ya podemos empezar a arrojar algo de luz, y nunca mejor dicho, sobre esa cuestión. Hace un año, un grupo de investigadores británicos crearon una fibra óptica que tenía capacidad de transmitir datos al 99,7% de la velocidad de la luz. Aún quedan unos cuantos años, no obstante, para que los consumidores podamos disfrutar de esta fibra, pensada para superordenadores y centros de datos. Pero pensemos que, por ahora, la de nuestros hogares alcanza un 69% de la velocidad a la que circula la luz: 744.679.518,105 km/h.
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