España es el paradigma de país europeo con la mayor conectividad en fibra y el único que planea llegar casi al 100% de hogares en 2020 con esta tecnología. Esta situación de privilegio se debe, sobre todo, a dos grandes operadores que han decidido invertir masivamente en el desarrollo de la fibra óptica: Orange y Telefónica. Telefónica con 18,6 millones de hogares ya conectados a septiembre de 2017 y una ambición de 25 millones de hogares previstos en 2020 junto con Orange con 11,3 millones de hogares en septiembre de 2017 y el objetivo de 16 millones de hogares previsto para 2020. Además, Vodafone y MásMóvil tienen despliegue de fibra óptica, y en el caso del primero incluye también un despliegue relevante de cable coaxial.
Los ingredientes de la receta española rica en fibra son muy variados y parten de unos costes de despliegue menores que en otros países debido a la posibilidad de desplegar la fibra por la fachada de los edificios, así como de la concentración mayoritaria de la población española en las grandes ciudades, en los que priman los edificios de varias alturas, lo cual permite rentabilizar mejor la conectividad.
menores costes para los operadores
Otro ingrediente fundamental es la disponibilidad y alquiler de ductos que se ha facilitado desde el organismo regulador español. En el caso de Orange, el alquiler de más de 50.000 kilómetros de ductos le ha permitido realizar un despliegue de fibra 5 veces más rápido.
No nos olvidemos del interés económico que tiene para los operadores españoles la migración de sus clientes DSL a la fibra, pues actualmente les supone un coste mayorista de 10€ por cliente y por mes. Con el despliegue de fibra propia hasta el hogar, se eliminan todos los costes y dependencias del incumbente.
La dieta española es la más rica en fibra de Europa
Pero quizás el ingrediente estrella sean los acuerdos de inversión conjunta entre operadores. Esta es la forma más eficiente e inteligente de realizar los despliegues de fibra, pues reducen costes y tiempos hasta puesta en servicio. Orange ha sido el operador más activo para construir acuerdos con otros operadores, desde los comienzos en 2013 con Telefónica, en 2014 con Vodafone y los acuerdos con MásMóvil y Euskaltel en 2017.
Por otro lado, considerando que el mercado español es altamente convergente, con un 83% de convergencia, los operadores son conscientes de que la fibra incrementa notablemente el valor de los packs convergentes, fidelizando más de esta forma a sus clientes.
Finalmente, es necesario contar con operadores de telecomunicaciones que puedan hacer esta fuerte inversión. España tiene cuatro operadores de telecomunicaciones con una base de clientes suficientemente grande y con una capacidad financiera tal que les permite adoptar esta dieta tan rica en fibra.
Hemos visto que hay muchos ingredientes que sitúan a España como el país europeo número uno en despliegue de fibra y entre los cinco primeros del mundo. En el caso de Orange, creemos firmemente que la mejor manera de proporcionar un servicio de calidad a sus clientes es contar con la mejor infraestructura de fibra y que en esta dieta, la eficiencia es obligada por lo que nuevos acuerdos de compartición son más que bienvenidos.