¿Has usado alguna vez Internet Explorer? El navegador de Microsoft es una de esas herramientas que ha ido ganando mala prensa con el tiempo. Aunque no es la opción preferida para la mayoría de los usuarios, casi sin darnos cuenta ha pasado décadas formando parte importante de nuestras vidas.
Los más versados en la materia supieron encontrar alternativas más seguras y rápidas, pero para el gran público, también para muchas empresas y organizaciones, ha sido la principal manera de conectar con la red de redes. Estamos aquí para conocer que hoy, 15 de junio, termina su soporte tras 27 años en activo.
La empresa de Windows lanzó este navegador en 1995 para competir en un mercado incipiente en el que Netscape Navigator comenzaba a llevar la voz cantante. Ha llovido mucho hasta llegar a la última versión conocida, que es Internet Explorer 11 (2013). Desde entonces ha habido muy pocos cambios más allá de actualizaciones de seguridad y algunas correcciones.
Edge es la alternativa de la casa
¿La razón de su abandono? Microsoft tenía claro que había que cambiar hacia un navegador a la altura de la competencia, y ese no es otro que Edge. Un navegador que apareció en 2015 junto al sistema Windows 10, y como el resto de opciones dominadoras del mercado, está basado en el motor de navegación Chromium.
La empresa de Redmond ha estirado bastante la vida de Internet Explorer, pero ha sido cuidadosa con la jubilación al no cortar por lo sano. En la actualidad existen servicios y organizaciones que necesitan acceder de alguna manera al longevo navegador. La solución que ha tomado es crear un ‘Modo IE’ dentro de Edge que deja navegar como si estuviéramos usando el viejo Explorer.
Algunas claves para entender el auge y FINaL de internet explorer
Muchos treintañeros se hicieron mayores en la red con esta aplicación. Microsoft consiguió ser gran protagonista en la navegación de los 90 y comienzos del nuevo milenio. A día de hoy todavía hay más de 70 millones de usuarios en activo e instituciones como el Congreso de los Diputados que necesitan el navegador para algunos trámites.
La aparición de navegadores más rápidos y seguros, totalmente gratuitos, lo relegaron a una posición testimonial. Conozcamos algunas claves importantes en su historia e evolución.
O’Hare, su nombre en clave
Los desarrollos informáticos suelen contar con un nombre interno antes de convertirse en una realidad y ser bautizados para que gusten más en el mercado. Internet Explorer internamente era conocido como O’Hare, el nombre del aeropuerto de Chicago, que curiosamente era la denominación en clave de Windows 95. Todo estaba relacionado.
El proyecto comenzó en verano de 1994 con poco más de cinco personas, pero creció de manera notable hasta más de 1000 miembros en apenas dos años. La apuesta de Microsoft era decidida.
A la tercera fue la vencida
Para Microsoft no fue un desarrollo asequible. La compañía de Windows invirtió más de 100 millones de dólares (95,40 millones de euros) por año para sacar adelante su primer navegador web. Sin embargo, las dos primeras versiones no hicieron demasiado ruido. Hubo que esperar a Internet Explorer 3.0 para ganar popularidad y cuota de mercado.
La principal razón de este crecimiento fue llegar acompañando a Windows 95 de manera gratuita, además de dar soporte a tecnologías como Javascript. De 1995 a 2003 aparecieron 11 versiones.
Una apuesta multisistema
Microsoft tenía claro desde un principio que el éxito de su navegador pasaba por estar en la mayoría de sistemas posibles. Creó versiones para UNIX, teléfonos Windows e incluso para su consola Xbox. En 1996 Microsoft puso a disposición de los usuarios Mac una versión de Internet Explorer, que llegó a convertirse en el navegador por defecto de los ordenadores Apple (1998 a 2003).
Estrategia: gratis, complicar su desinstalación y de serie
Internet estaba tomando forma y algunas compañías tecnológicas tenían claro que había que conseguir ser la puerta a la red de redes. Microsoft se tomó muy en serio que Internet Explorer debía convertirse en el navegador dominador.
En primer lugar lo ofreció de manera gratuita como parte del pack Microsoft Plus! en Windows 95, para terminar introduciéndolo en el sistema. Otra prioridad para la compañía americana era dificultar la desinstalación del navegador. De alguna manera Internet Explorer estaba tan integrado que si lo eliminabas, el sistema se ralentizaba y aparecían problemas con otros programas.
Todas estas prácticas llevaron a Microsoft a los tribunales en 1998, donde fue demandada por monopolio en el mercado PC. Además de ser considerada como culpable, obligaron a Microsoft a delimitar muy bien sus actividades: se dividió la compañía en dos, una unidad para el el sistema operativo y otra de software adicional como podía ser Internet Explorer.
Liderando con un 95 % de la cuota de uso
Muchos usuarios de hoy ni siquiera lo habrán usado, o lo han hecho sin tener conocimiento de qué navegador era, pero Internet Explorer llegó a ser el gran líder del mercado. Su culmen se sitúa entre 2002 y 2003, años en los que rozaba el 95 % de cuota de uso.
Una buena comparación la podemos hacer con el líder actual, Chrome de Google, que está cerca del 70 % en cuota de utilización.
Un navegador con mascota
Para terminar, una curiosidad llegada desde Asia. Cuando Microsoft identificó que su navegador iba perdiendo fuelle (2013), intentó crear una mascota para que los usuarios más jóvenes conocieran su alternativa. Se trataba de Inori Aizawa, un personaje anime diseñado por Collateral Damage Studios.
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Imágenes | Denny Muller | Microsoft | Firmbee