Partamos de una verdad incómoda: la ciberpolítica ha cambiado y los memes políticos, esas coloridas composiciones que, en 2014, funcionaban estupendamente con la cara del político en cuestión acompañados de una frase que acababa de pronunciar en un discurso o debate, hoy nadie los ve.
No los ven los ciudadanos.
No los ven ni los votantes de ese partido.
Ni siquiera los ven la mayoría de militantes de ese partido.
Los memes políticos se han convertido en una especie de zombies (o infectados) inanes de las redes, están ahí pero nadie se da cuenta, les pasa como al hashtag de #BuenosDías o los #FollowFriday.
Los memes políticos se han convertido en paisaje.
Por ponerles un ejemplo, recientemente, en un apasionante debate de 2 horas, un partido político emitió 73 tuits (sí, amigos, setenta y tres tuits, es decir, uno cada minuto y medio) desgranando las frases más interesantes de un discurso político, de los cuales, aproximadamente la mitad iban acompañados de un meme de esos de los que hablamos. Los datos de dicho debate fueron recogidos por la politóloga Mónica Contreras.
El resultado, además de una verdadera inundación del timeline de sus seguidores y, una presumible deserción masiva de followers ante el ataque clon, fue una media de 8 RTs por cada tuit emitido. Y no esperen gran variedad, los heroicos retuiteadores eran siempre los mismos. Solo se salvaron los tres tuits que llevaban video en formato nativo, que multiplicaron en alcance a sus hermanos que solo llevaban texto o meme gráfico.
ciberpolítica de otro tiempo
El tiempo no espera a nadie, ni en política ni en la vida y, desde 2015, mientras los ciudadanos han evolucionado sus canales y modos de consumir información, los partidos y gobiernos siguen sesteando dolosamente, lanzando fotografías supuestamente molonas y memes gráficos esperando que alguno produzca aleatoriamente el milagro de llegar al mainstream, aunque sea por contener una falta ortográfica o algún error dramático.
Incluso uno llega a pensar que los partidos han renunciado ya a comunicarse en las redes con la ciudadanía en general, y que solo buscan movilizar y llevar a las urnas a sus propios militantes y simpatizantes, cosa que en algunos casos y dado el empeño que le ponen, parece que ni siquiera tienen garantizada.
Estamos, por tanto, viviendo un permanente día de la marmota en cuanto a comunicación política online se refiere, con unos partidos e instituciones empeñados en comunicar hacia dentro con formatos, canales y lenguajes cada vez más alejados de la ciudadanía, de tal suerte que existen pocas diferencias entre lo que -casi- cualquier partido está haciendo ahora mismo, y lo que hacía hace 3 años, y amigos, 3 años en internet es MUUUUUCHO tiempo.
consejos para los políticos en redes
¿Algunos consejos? Pues venga, vamos a ello.
1.- Métete en la cabeza el nuevo mantra: Impacto instantáneo – olvido instantáneo. No gastes recursos en la perfección, no funciona, no merece la pena, no hay ROI que lo soporte. Piensa qué quieres comunicar, su target, canales, prodúcelo, lánzalo y a por el siguiente.
2.- Tus militantes no son el objetivo, esos ya te van a votar. Y si tienes que dedicarle recursos a que te voten tus propios militantes, es que tienes un serio problema.
3.- Si haces trampas te van a pillar. Siempre.
4.- Los formatos amateur llegan más que las grandes producciones. Somos así de raros.
5.- Si tu abuela o tu sobrino adolescente no entienden lo que quieres decir, es que no va a funcionar.
6.- Las fotos ya no funcionan. Ni siquiera en instagram. En Instagram lo saben, por eso ya permiten que cuelgues tus videos.
7.- El mensaje que lanzas es solo el comienzo del camino, el éxito es que la gente lo mezcle, lo emborrone, lo cambie, lo haga suyo y lo comparta como propio. Si consigues eso, ya está.
8.- Vas a tener que gastarte dinero en campañas de pago. Asúmelo y piensa seriamente en que vas a tener que dedicar una parte del presupuesto publicitario a redes.
9.- Si crees que los Millennials son un problema es que aún no conoces a la generación que va a votar por primera vez en 2019. Los Millennials simplemente no te creen, los otros ni siquiera saben que existes… y además pasan de Facebook. Ni siquiera lo tienen descargado en su smartphone.
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