La innovación sigue siendo un motor de crecimiento clave que cobra especial relevancia para resolver la larga crisis económica e incluso social como la que afrentamos en Europa y en España en particular desde hace años. Cuando hablo de innovación, me refiero a nuevas formas de hacer las cosas para resolver problemas o situaciones concretas de nuestro día a día apoyados en la tecnología. Es decir, estoy hablando de una innovación orientada a su uso práctico, no tanto de una innovación académica o más puramente científica. Aunque predecir el futuro siempre es tarea difícil, parece claro que existen tres grandes fuerzas gravitacionales de la innovación y la digitalización para los próximos años: “Internet de las cosas”, “Big Data” y “e-Banking”.
LA PRÓXIMA FRONTERA EN INTERNET
“Internet of Things” es, sin duda, la próxima frontera de Internet. Un cambio que permitirá conectarnos con las máquinas en remoto para mejorar desde la gestión energética de nuestro hogar hasta la productividad de nuestros cultivos y ganadería o de la industria. Una imagen que hasta hace poco parecía exclusiva de las películas de ciencia ficción y que poco a poco comienza a ser realidad. De hecho, se prevé que en 2020 haya no menos de 25 mil millones de objetos conectados en todo el mundo, incluyendo desde objetos portados por el individuo, ubicados en el hogar y en el coche hasta las fábricas y las ciudades.
UN FUTURO QUE ES YA
En todos los ámbitos se avanza hacia “las cosas autónomas” (por poner un ejemplo el propio coche autoconducido) y en breve esas cosas decidirán también conectarse y comunicarse con nosotros o con otras cosas a través de Internet. Ese futuro, parece ya muy cercano. Por aterrizarlo a casos reales, sistemas de riego conectados a “weather channel” para gestionar el nivel de riego según la previsión meteorológica (por ejemplo no regar por previsión de tormenta) son ya una realidad muy sencilla con alto impacto de eficiencia en la gestión del agua.
Un segundo área de innovación apoyada en la digitalización será la explotación de los servicios de Big Data para una gestión más eficiente de infraestructuras y de las propias ciudades. Por poner dos ejemplos que lo ilustren, ya es posible gestionar el tráfico de una ciudad en base a los flujos reales de personas y de vehículos en tiempo real; así como elegir la ubicación de las tiendas y comercios en función de flujos de personas, turistas u otros parámetros de referencia críticos para cada negocio. El procesamiento de la ingente cantidad de información que fluyen por las redes supone una oportunidad clave de innovación donde los operadores pueden tomar un papel relevante.
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN LA BANCA
En tercer lugar, la digitalización de la experiencia financiera va a suponer una revolución “industrial” en la banca retail. A día de hoy, nos hemos acostumbrado a hacerlo todo desde el móvil. Desde la compra de una entrada de cine hasta leer el periódico. Y como siempre, de manera instantánea y automática. Los clientes están ya demandando hacer lo mismo con sus servicios financieros. Por eso en Orange estamos preparando el lanzamiento próximo de Orange Bank en Francia, al que seguirá en breve el lanzamiento en España. Orange Bank permitirá al usuario español disfrutar de un banco 100% digital y gestionable a través de su móvil, con todos los beneficios y comodidad de una experiencia digital, y sobre todo, disponer de mayores beneficios y mejores servicios financieros aprovechando las nuevas tecnologías.
Entornos abiertos para promover la innovación y la digitalización
El reto para el desarrollo de estas áreas de digitalización e innovación es inmenso. Se van a necesitar nuevas formas de hacer que van a cuestionar el tradicional modelo “vertical” actual de muchas industrias. Para ello, se debe favorecer el desarrollo de entornos abiertos que promuevan la innovación y creen espacios de co-construcción con emprendedores e incluso los propios clientes y empresas.
En este sentido, Orange Fab representa un ejemplo claro de la apuesta de Orange por favorecer el ecosistema de los emprendedores a nivel global. Se trata de una iniciativa que nació en Silicon Valley en 2013 y que ya está presente en 11 países, entre ellos España. Su objetivo principal es ayudar a los emprendedores para acelerar el lanzamiento comercial de sus proyectos, capturando sinergias con Orange en tecnología, infraestructura y comercialización, y considerando incluso el apoyo financiero si fuera necesario.
En definitiva, a través de la innovación queremos ayudar la digitalización de la sociedad española para impulsar un cambio significativo en todas las facetas de la vida: el trabajo, el ocio, la salud y la propia interacción con la administración pública. Además, las compañías sabemos que si lo hacemos con éxito, conseguiremos dar respuesta también a la necesidad de creación de valor sostenible para nuestros accionistas.