Los medios, tanto las versiones digitales de los convencionales como los nativos online, están poniendo en marcha el pago por contenidos o analizando cómo hacerlo. Los usuarios no somos contrarios a ello, pero siempre que no se haga “de cualquier manera”. Así se desprende de un estudio realizado por Estudio de Comunicación, en colaboración con Servimedia, sobre muros de pago en medios digitales.
Hasta que llegó a nuestras vidas internet, los medios de comunicación a nuestro alcance eran las emisoras de radio y televisión, de uso gratuito a cambio de recibir los correspondientes impactos publicitarios (salvo en los casos de los que son de titularidad pública, que pagamos con los impuestos), y los impresos, por los que pagamos en el quiosco o mediante una suscripción anual y que también llevan añadida su correspondiente dosis de impacto publicitario.
La única opción absolutamente gratuita, y hasta cierto punto, era ir a tomarnos el café en el establecimiento de costumbre y hojear (también ojear) el rotativo que estuviese libre de los que el hostelero pusiese a nuestra disposición, pero también contenía publicidad.
De pronto llegó la red de redes, se masificó su uso, nacieron medios al calor de las nuevas tecnologías… y las empresas editoras empezaron a dudar sobre cómo hacer negocio con su producto: gratis sí, gratis no; pago por todo, pago parcial, con publicidad, de qué tipo… Imposible no acordarse de Shakespeare en estos casos: “Nuestras dudas son traidores que muchas veces nos hacen perder el bien que podríamos ganar si no temiéramos buscarlo”.
¿muros de pago con publicidad?
En el estudio que hicimos con la colaboración de Servimedia, Los muros de pago en los medios digitales, preguntamos, principalmente a periodistas y comunicadores, sobre cómo veían el establecimiento de muros de pago, por qué contenidos estarían dispuestos a pagar, qué debía aportar la empresa editora y si era o no oportuno incluir algún tipo de publicidad entre los contenidos pagados, entre otras cosas.
El 60,12 % del total de entrevistados considera aceptable el establecimiento de muros de pago en los medios en formato online, ya sean versiones de los convencionales o nativos. Si tenemos en cuenta, como ha hecho público hace unos días la Asociación de Medios de Información (AMI), que “actualmente en España hay 403 millones de usuarios únicos mensuales de prensa en multiplataforma, lo que supone un crecimiento de casi el 50% en los últimos tres años”, el panorama no parece pintar mal.
Es más: los datos del estudio, pero, sobre todo, los muchos comentarios de los 509 entrevistados, ponen de manifiesto una especie de cambio de ‘chip’, básicamente entre los más jóvenes: asumen que es lógico pagar por la información fiable y la opinión fundada como pagan cuando van al quiosco a comprar un periódico o una revista.
investigación periodística y exclusivas
Otra cosa es que el público online sea más selectivo que el offline con los contenidos: entre quienes aceptan que se establezcan muros de pago, el 41,18 % estaría dispuesto a pagar solo por contenidos de investigación periodística o exclusivas (el porcentaje sube al 60 % si miramos solo a los entrevistados de entre 18 y 35 años), y únicamente un 29,08 % dice que aceptaría pagar por todo tipo de contenidos. Por otro lado, el 44,12 % de quienes ven aceptables los muros de pago admitirían en ellos publicidad siempre que no sea invasiva. Un 24,18 % no aceptaría ningún tipo de publicidad.
Puesto que estamos hablando de empresas periodísticas, no de periodistas, pedimos a los participantes que marcasen las tres características de las compañías editoras que más pesasen en su opinión de aceptar los muros de pago. Lo más valorado fue la credibilidad (76,32 %); en segundo lugar, que cuente con un equipo de redacción de calidad y reconocido (51,32 %); que tenga un respeto escrupuloso a la ética periodística (47,11 %) en tercer lugar; y que sea políticamente independiente (41, 58 %), en cuarto.
Resaltaría un dato más de entre los muchos que aporta el estudio: el formato de pago que más convence (3,5 sobre 5) es que el medio establezca una cuota mensual con acceso total a todos los contenidos del muro. ¿Lo ven? Es como decir “pago por el periódico en el quiosco, lo hojeo (¿debemos decir ojear en digital?) por encima y leo lo que llame mi atención”. ¿Comparable a lo que obtenemos en las plataformas de televisión a la carta? Dejemos aquí este punto de reflexión.
Imposible terminar este repaso al trabajo de Estudio de Comunicación sobre los muros de pago en los medios sin poner de manifiesto que las ideas de calidad en los contenidos y profesionalidad de quienes los elaboran se repiten por parte de los entrevistados como elementos base para aceptar abiertamente el establecimiento de los muros de pago.
No es solo nuestro trabajo el que concluye esto: llenaríamos varios megas del espacio que hoy nos cede Nobbot citando los cientos de análisis nacionales e internacionales que refieren esto mismo. Es decir: el negocio editorial de medios depende de tener una buena plantilla de periodistas, con carga de trabajo adecuada, con tiempo para buscar información, contrastarla y ofrecerla de manera atractiva. Lo que se llama calidad, vaya.