Encontrar predicciones acertadas sobre el cambio climático es una tarea complicada en Google. La mayor parte de resultados nos llevan a artículos que hablan de cuán equivocados están los profetas del calentamiento global. No estamos destruyendo el planeta. Vale, quizá tengan razón. Eso sí, si seguimos así, no parece que vayamos a estar aquí para conocer la respuesta.
Puede que la mayoría de predicciones agoreras hayan sido incorrectas. Ciudades sumergidas, hambrunas que asolaban continentes… La pasión ecologista y la aplicación de modelos matemáticos inexactos han llevado a errores. Y ha habido mucha literatura al respecto del cambio climático, mucha más que ciencia. Pero los artículos que niegan su existencia cojean de la misma pata. Apenas se basan en datos y no tienen base científica.
Lo complejo de hacer predicciones
Si llevásemos siglos sabiendo predecir el futuro con acierto, no estaríamos donde estamos. Las proyecciones en el tiempo, por muchos datos que usen, siguen siendo terreno pantanoso. Alrededor del cambio climático, las predicciones se basan en modelos matemáticos, más o menos complejos. Radiación solar, atmósfera, superficie terrestre, océanos, evaporación, corrientes marinas… El sistema climático del planeta Tierra es tan intrincado que casi ningún modelo ha conseguido representarlo con precisión.
Una vez que se ha diseñado un modelo, no se espera 50 años a ver si ha funcionado. Lo que se hace es probarlo en el pasado. Se viaja a principios de siglo XX, por ejemplo, se aplican los datos de entonces al modelo y se comparan las predicciones con la situación en el presente. Si son válidos, se aceptan. Y cuando pasa el tiempo, se comprueba si se estaba en lo cierto.
Claro que existen incertidumbres y equivocaciones; si no, no sería ciencia. Pero las tendencias señaladas por Syukuro Manabe y Richard T. Wetherald se están cumpliendo.
El primer gran modelo matemático sobre el cambio climático, que tuvo en cuenta un gran número de variables, fue publicado en 1967. ‘Thermal Equilibrium of the Atmosphere with a Given Distribution of Relative Humidity’, un paper escrito por Syukuro Manabe and Richard T. Wetherald, contempla el efecto de cada uno de los gases de la atmósfera sobre la radiación solar o el rol de la evaporación y cómo se interrelacionan.
Este modelo acaba de cumplir medio siglo. Y, sorpresa, ha acertado en casi todo. Por eso es uno de los más respetados por Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Claro que existen incertidumbres y equivocaciones; si no, no sería ciencia. Pero las tendencias señaladas por Syukuro Manabe y Richard T. Wetherald se están cumpliendo. El ser humano está cambiando la Tierra, por mucho que le cueste aceptarlo.
Las predicciones que han acertado
No solo el artículo de 1967 ha acertado en sus predicciones. Puede que algunos de los escenarios más catastrofistas no se hayan cumplido (al menos, de momento), pero la línea que estamos siguiendo es tan clara como peligrosa. Estas son algunas de las predicciones del pasado sobre el cambio climático que ya se han cumplido.
- La temperatura ha aumentado. Aunque este invierno hayas notado más frío de lo habitual en tu ciudad, la temperatura global ha aumentado. Lo ha hecho cerca de 1°C desde principios de siglo XX y debido a las emisiones de gases de efecto invernadero. El modelo de Manabe y Wetherald predijo 2°C de aumento, aunque con el doble de emisiones de CO2 de las que se han producido hasta ahora.
Según los registros de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, los seis años con temperaturas más altas registrados desde 1880 han sido después de 2010. Los récords de temperaturas se han superado también a nivel local. Y en los océanos. Y en ambos hemisferios.
- ¿Llueve más o llueve menos? Uno de los argumentos más utilizados por los que niegan el cambio climático es la reducción en los últimos años del número de huracanes y tormentas tropicales. Es cierto, ocurren con un poco menos de frecuencia. Pero su violencia es mayor que nunca. Salvo tres excepciones, los 30 huracanes más fuertes registrados en la historia han tenido lugar durante los últimos 10 años. El Irma, que el pasado otoño devastó el Caribe, encabeza el ranking.
- Los polos se derriten. No hay dudas al respecto, el aumento de las temperaturas se ha cebado especialmente con los casquetes polares. Durante los últimos 30 años, el polo norte ha perdido el 75% de su masa de hielo en verano. Si las predicciones se siguen cumpliendo, alrededor de 2040 el casquete polar del norte será historia.
- Y sí, el nivel del mar está subiendo. Desde que existen registros (1880), el nivel del mar ha subido unos 30 centímetros. De media. En el sur del Pacífico, el océano ha empezado a ser una amenaza para la vida en algunas islas y países, como Tuvalu. En estos archipiélagos arenosos y con poca altitud, las mareas más altas se adentran en tierra decenas de metros y el agua salada ha empezado a brotar, literalmente, en el centro de algunas islas.
¿Qué nos espera antes de que acabe el siglo?
Está claro que siempre habrá quien lo niegue todo. Siempre existirá alguien que saque a relucir una teoría de la conspiración. Los datos son lo único cierto a lo que nos podemos remitir. Los modelos matemáticos no han mentido hasta la fecha. ¿Y si ya estuviesen diciéndonos la verdad sobre el futuro? Estas son algunas de las predicciones que maneja la NASA sobre el clima de la Tierra en las próximas décadas.
- La temperatura seguirá aumentando. Antes de que acabe el siglo XXI, habrá subido entre 2°C y 6°C de media en el planeta, en función de las variables que se vayan produciendo en el futuro. En algunas zonas, como los polos, podrían crecer hasta 8°C.
- Cambios en los patrones de precipitaciones. Lloverá más en líneas generales. Sin embargo, las precipitaciones aumentarán más en las zonas cercanas a los círculos polares y las sequías se intensificarán en los trópicos y el ecuador.
- Más episodios de fuertes tormentas y huracanes. Los episodios atmosféricos violentos ganarán en intensidad y frecuencia, sobre todo en el Atlántico y el Caribe.
- Subida del nivel del mar. Para el año 2100, habremos añadido otros 30 centímetros, en los escenarios más conservadores. Los máximos señalan una subida cercana al metro y medio, que sumergiría la mayor parte de nuestras costas actuales.
Nuestro futuro quizá esté lejos de la Tierra
Más de 10.000 años en el futuro, el ser humano puebla la Galaxia y se ha olvidado de su origen. ¿Qué ha sido de la Tierra? Ese es el escenario que dibuja la serie de ‘Fundación’ de Isaac Asimov. Es también un argumento recurrente en algunos debates científicos. ¿Tendremos que acabar abandonando nuestro propio planeta?
El año pasado, más de 15.000 científicos firmaron una carta pidiendo a la humanidad que despertase. El documento, publicado por la Alianza de Científicos Mundiales, habla, directamente, de un planeta enfermo por nuestra culpa. El cambio climático, la extinción masiva de especies, la escasez de agua dulce o la sobreexplotación de los recursos son solo algunos de los síntomas.
Los firmantes creen también que no todo está perdido y presentan una serie de planes de emergencia. Otros, como el recientemente fallecido Stephen Hawking, eran menos optimistas. El físico británico sostenía que el futuro de la especie humana pasa, directamente, por encontrar otras tierras que habitar. Algo que tendremos que lograr en el próximo siglo. No tendríamos que salir todos, afirmaba Hawking, solo unos pocos, por si acaso, para asegurar nuestro futuro.
La Tierra estaba aquí mucho antes de que el primero de nuestros tatarabuelos se pusiese a dos patas. Probablemente, seguirá aquí cuando nos hayamos ido. De nosotros depende habitarla el mayor tiempo posible. No nos estamos cargando el planeta, nos estamos cargando nuestro futuro (y el de muchas especies).
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Imágenes | NASA, NOAA, iStock, Magnet