Un equipo de investigadores de Google, dirigidos por John Martinis, pretende desarrollar un chip cuántico que logre la “supremacía cuántica” en los próximos meses, según leemos en la MIT Technology Review. Martinis –que, a la hora de poner fecha a su logro, quizás se haya tomado algo haciendo honor a su apellido- asegura que el dispositivo deberá ser capaz de ejecutar un tipo cálculo que hoy es imposible para cualquier ordenador convencional.
Al margen de la hipótesis de las copas (es broma, Google), una de las razones para la confianza del equipo del gigante digital se basa en que ya ha desarrollado un nuevo chip cuántico para probar las características de diseño claves para elaborar un dispositivo capaz de asumir la prueba en la que competirá en una especie de carrera contra los superordenadores más grandes del mundo.
chip cuántico y cubits
Los chips cuánticos representan los bits de datos en forma de cubits, que permiten realizar cálculos muy complejos gracias a propiedades físicas contrarias a la lógica que ofrece la mecánica cuántica. Gracias a ellas el cúbit es una unidad de información que no tiene el valor de 0 y 1, sino que puede tener los dos valores a la vez en ciertas circunstancias, gracias a la superposición cuántica.
Tal como explicamos ya en Nobbot, ese número de estados posibles va a permitir multiplicar de forma exponencial las capacidades de cálculo de estos equipos. Una potencia que el usuario de a pie, por el momento, no va a aprovechar, pues, para leer el correo, acceder a redes sociales o jugar a juegos, no hace falta un sistema cuántico. Pero en sectores de investigación o de seguridad sí supondrá un paso de gigante.
De momento, la computación cuántica sólo ha sido demostrada con pequeños grupos de cubits. Google ha publicado los resultados de un chip que tiene nueve cubits dispuestos en línea, pero Martinis afirma que necesitará una red de 49 para su experimento de supremacía cuántica. Sin embargo, al margen de la consecución de este reto, estos ordenadores necesitarán tener mucho más que 50 cúbits para ser capaces de ejecutar trabajos útiles.
un ordenador con cinco átomos
En 2016, se dio el pistoletazo de salida en esta carrera por la creación de superordenadores cuánticos con la publicación en «Nature» se una investigación en la que se logró fabricar un pequeño ordenador cuántico, constituido por cinco átomos y, por ello, por cinco cubits. Su gran novedad fue que este ordenador era programable.
Se tratará por tanto de un logro más académico que otra cosa aunque, de conseguirse, abrirá un futuro muy esperanzador para la creación de estos ordenadores. Según señala el profesor de la Universidad de Maryland (EEUU) y cofundador de la start-up de computación cuántica IonQ, Chris Monroe, “después, aún será necesario averiguar cómo volverlo más escalable y programable».
Fuente: MIT Technology Review