El experimento MOXIE ha estado produciendo oxígeno en Marte con éxito a partir de la atmósfera rica en dióxido de carbono del planeta rojo desde febrero de 2021.
Perseverance de la NASA y desarrollado por ingenieros del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), ha demostrado que puede hacer de forma fiable la función de un árbol pequeño.
En la roja y polvorienta superficie de Marte, a casi 160 millones de kilómetros de la Tierra, un instrumento con forma de caja, lanzado en la misiónEn un estudio publicado en la revista Science Advances, del que da cuenta la Agencia SINC, los autores indican que a finales de 2021 MOXIE fue capaz de producir oxígeno en siete ensayos, en distintas condiciones atmosféricas, durante el día y la noche, y a través de diferentes estaciones marcianas. En cada uno de los experimentos, el instrumento alcanzó su objetivo de producir seis gramos de oxígeno en Marte por hora, más o menos el ritmo de un árbol pequeño en la Tierra.
oxígeno en marte a gran escala
La versión actual de MOXIE es pequeña para que quepa a bordo del rover Perseverance, y está construida para funcionar durante periodos cortos; arranca y se apaga con cada recorrido, dependiendo del programa de exploración y de las responsabilidades de la misión.
En cambio, una fábrica de oxígeno a gran escala incluiría unidades más grandes que, idealmente, funcionarían de forma continua, explican los ingenieros.
A pesar de las limitaciones en el diseño del instrumento ha demostrado su eficacia para producir oxígeno. Para ello, primero aspira el aire marciano a través de un filtro que lo limpia de contaminantes. A continuación, el aire se presuriza y se envía a través del electrolizador de óxido sólido (SOXE), un instrumento desarrollado y construido por la empresa OxEon Energy, que divide electroquímicamente el aire rico en dióxido de carbono en iones de oxígeno y monóxido de carbono.
“Para posibilitar una misión humana a Marte, tenemos que traer muchas cosas de la Tierra, como ordenadores, trajes espaciales y hábitats», dice Jeffrey Hoffman, investigador principal adjunto de MOXIE. «¿Pero algo como el oxígeno? Si se puede producir allí, se hará. Eso nos daría mucha ventaja”.