Tradición y tecnología, fiesta e inteligencia artificial, participación ciudadana y transparencia: ¿incompatibles? ¿Es posible la unión entre mundos aparentemente tan opuestos?
La Falla Immaterial que aprovecha las bondades de unas fiestas masivas como las Fallas para hacer divulgación científica y mostrar aplicaciones sociales de la ingeniería y la inteligencia artificial. Debido a la pandemia de coronavirus que padecemos, este año es la única falla con la que cuentan los valencianos.
Con esta motivación surge el proyectoUna falla virtual para la alfabetización científica
La iniciativa emplea la estructura de las fiestas de las Fallas para involucrar al público general en actividades científicas y fomentar la contribución activa de la ciudadanía, principios de la denominada ciencia ciudadana.
A diferencia de las fallas tradicionales que en el mes de marzo pueblan las calles de Valencia, La Falla Immaterial no está limitada por las leyes (ni los virus) del mundo físico y se puede disfrutar de ella visitando una plaza virtual a través de la pantalla de nuestro móvil, tableta u ordenador.
El sitio web del proyecto https://fallaimmaterial.com/ ofrece también la posibilidad de interactuar con una mascletà a diario y una cremà multimedia el día 19 de marzo.
Un chatbot que sirve de termómetro de nuestro compromiso sostenible
La Falla Immaterial celebra este año su cuarta edición y lo hace con el propósito de acercar a la sociedad los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los ODS fueron impulsados en 2015 por las Naciones Unidas. Son una llamada a la acción universal para “poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030”.
Bajo el lema “Únete al reto del desarrollo sostenible”, La Falla Immaterial ayuda a la ciudadanía a tomar conciencia del impacto que tienen las decisiones individuales sobre la sostenibilidad global.
Pero, ¿cómo es posible hacer esto? A través de un juego implementado con un chatbot (bot o robot conversacional) llamado Xe-xe que puede generar alrededor de mil millones de conversaciones diferentes en tres idiomas (castellano, valenciano e inglés).
Cada vez que se juega, Xe-xe nos hará cuatro preguntas como: ¿en cuántas canciones te duchas?, ¿con qué tipo de bolsas haces la compra? y ¿bebes agua en vasos de plástico?“.
Si la respuesta está alineada con los objetivos, se puede obtener un máximo de cuatro puntos por pregunta. La puntuación final obtenida sirve de medida de la sostenibilidad e indica nuestro nivel de implicación con los ODS en temas como la igualdad, el consumo responsable o las acciones por el clima.
¿Cómo se crea este monumento fallero?
Detrás de todo falla hay una comisión y, como mínimo, un artista. Pero en el caso de La Falla Immaterial es la sociedad la que conforma esa comisión y crea un monumento fallero gracias a su interacción con el proyecto.
De hecho, la puntuación conseguida en el juego se transforma en un personaje del monumento situado en la plaza virtual que refleja nuestro compromiso con los ODS.
Hasta la fecha, han participado más de 1700 personas en el proyecto. De estas, un 14 % se han convertido en el personaje de Pepeta, una calabaza que indica hábitos muy poco sostenibles; el 32 %, en Rafel un buñuelo que significa que se necesita mejorar; el 36 %, en Vicent un avatar que simboliza comportamientos que van en la buena dirección, y el 18 %, en los falleros Ampariues o Nelo que representan a las personas más sostenibles.
Los resultados indican que cerca del 50 % de los participantes deben mejorar sus hábitos si quieren ser realmente sostenibles. Para demostrar que queremos mejorar, es posible jugar con Xe-xe varias veces hasta conseguir la máxima puntuación.
Las personas que demuestren ser más sostenibles podrán ser candidatas a un Premio Sostenibilidad de la Falla Inmaterial 2020, dotado con 200 euros. Para interactuar con Xe-xe se debe acceder a la página web https://fallainmaterial.com/.
Este proyecto utiliza algoritmos de inteligencia artificial para guiar las conversaciones con el chatbot y para el análisis de datos proveniente de las redes sociales. El conocimiento necesario para desarrollar el proyecto se transfiere desde los estudios de informática, multimedia y ciencia de datos de la ETSE-UV.
En ediciones anteriores, La Falla Immaterial ha tratado temas como el análisis y la visualización de datos obtenidos a través de redes sociales o la computación cuántica. La iniciativa ha obtenido más de 3 millones de interacciones con la página web del proyecto, más de 4 500 seguidores en redes sociales y más de 500 000 mensajes enviados expresados en más de 30 lenguas.
En este artículo han colaborado Íngrid Lafita, licenciada en Periodismo y graduada en Comunicación Audiovisual por la Universitat de València, Elena Álvarez y Gabriel Chaparro, estudiantes del grado en Ingeniería Multimedia en la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria de la Universitat de València (ETSE-UV) y Alejandro Casasús, ingeniero técnico en Diseño Industrial.
Emilia López-Iñesta, Profesora Departamento de Didáctica de la Matemática, Universitat de València; Daniel García-Costa, Investigador del Departamento de Informática, Universitat de València; Emilio Soria-Olivas, Catedrático de Universidad, Universitat de València y Francisco Grimaldo, Associate dean, Universitat de València
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.