Greta Thunberg es la persona del año (2019) para la revista ‘Time’. Líder medioambiental supremo para algunos. Cabecilla de una conspiración internacional para regañarnos por no cuidar el planeta para otros. ¿Quién la acompaña en su lucha?
Los últimos 12 meses de la joven sueca han sido meteóricos. En diciembre de 2018 su protesta contra el cambio climático la subía al escenario de la COP24 de las Naciones Unidas en Katowice, Polonia. Al poco tiempo, el movimiento de jóvenes por el clima inspirado por Thunberg ocupaba todas las portadas. Las manifestaciones exigiendo una reacción para frenar el cambio climático crecieron en número. Y Greta decidió tomarse un año sabático para llevar su lucha a un nuevo nivel.
Al tiempo que crecía su popularidad, aumentaban sus detractores. Las redes sociales se convirtieron en un campo minado de insultos y descalificaciones que una adolescente nunca tendría que haber escuchado. De repente, Thunberg se encontraba cara a cara con la dura realidad que enfrentan cientos de líderes medioambientales en todo el planeta. Muchos de ellos pasan desapercibidos en los medios, pero sus demandas son similares a las de la joven sueca.
Tres líderes climáticos por semana
Antes de pasar a los nombres propios, un poco de números. Las cifras que arroja, año a año, el informe ‘Enemies of the State’ de la organización Global Witness son desoladoras. En 2018, tres líderes climáticos fueron asesinados cada semana por defender tierras y ecosistemas. Un total de 164 personas. Según el informe, los perseguidos y encarcelados suman muchos más.
La situación puede sonarnos un tanto ajena en esta parte del globo. Pero en países como Filipinas (30 asesinatos en 2018), Colombia (24), India (23) o Brasil (20) está a la orden del día. De acuerdo con el informe, los conflictos más peligrosos se dan con las industrias minera y agrícola. Además, señalan, cada vez más países están modificando sus leyes para poder criminalizar a los movimientos climáticos.
A pesar de todo, los movimientos sociales pidiendo acciones concretas para frenar el cambio climático en consonancia con los informes científicos han ido en aumento en el último año. Solo las manifestaciones de ‘Fridays for Future’, el movimiento inspirado por Greta Thunberg, han multiplicado sus apoyos. Las últimas convocatorias de diciembre de 2019 fueron seguidas por más de 13 millones de personas a través de 73.000 manifestaciones en cerca de 7.000 ciudades en todo el globo.
Helena Gualinga, Hilda Nakabuye y la generación Greta
El foco mediático está sobre las generaciones más jóvenes. El protagonismo repentino de Greta Thunberg ha dado visibilidad a multitud de líderes climáticos casi adolescentes que llevan años reclamando soluciones al cambio climático en sus países. Muchos de ellos se vieron las caras en la COP 25 celebrada en Madrid en el mes de diciembre. Conforman lo que se ha bautizado ya como la generación Greta.
La ugandesa Hilda Nakabuye fue una de las protagonistas de la última cumbre del clima. Cogió el micrófono para reclamar mayor peso para los países que más sufren las consecuencias del calentamiento global. “Los jóvenes del otro lado del mundo están luchando por un futuro seguro para todos nosotros y no están dispuestos a rendirse”, señaló en su discurso en Madrid.
Posted @withrepost • @onehealthproductions Helena Gualinga, daughter of the First Uprising, member of the Sarayaku community in the Ecuadorian Amazon is a global voice for indigenous rights and the protection of her home. Photo: Allison Hanes pic.twitter.com/qwOqy4b8tU
— Helena Gualinga (@SumakHelena) October 1, 2019
Desde la Amazonia Ecuatoriana, con 17 años, Helena Gualinga asegura que lleva luchando por la protección de su entorno desde que tiene memoria. En su protesta, las demandas climáticas se entremezclan con las de las comunidades indígenas, cuya cultura está tan en riesgo como su territorio. Además de Gualinga y Nakabuye, la lista de jóvenes líderes climáticos es cada vez más larga. La generación Greta ya ha cogido el testigo.
Kate Marvel, la voz de la ciencia
La lucha contra el cambio climático puede hacerse desde muchos frentes. Kate Marvel la hace desde el Goddard Institute for Space Studies de la NASA y el Departamento de Física y Matemáticas aplicadas de la Universidad de Columbia. Pero esta científica climática es, sobre todo, una gran divulgadora. Sus contribuciones en la televisión estadounidense y su columna Hot Planet en ‘Scientific American’ acercan la ciencia del clima al público general.
La lucha contra los bulos negacionistas y la desinformación que circulan alrededor del cambio climático, así como la apuesta por más investigación para conocer en profundidad los efectos futuros del calentamiento global, son los dos caballos de batalla de esta activista de la ciencia.
If you’d like to be even angrier, here’s what that graph looks like when you include more recent data pic.twitter.com/vnNnVR9379
— Kate Marvel (@DrKateMarvel) February 1, 2019
Christiana Figueres, la diplomacia del clima
Su nombre entra en todas las quinielas para convertirse en la próxima secretaria general de la ONU. ¿Su currículo? Toda una vida dedicada a la diplomacia internacional y la lucha contra el cambio climático. Christiana Figueres, natural de Costa Rica, fue miembro del equipo negociador de su país de la Secretaría Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) desde 1995. Un organismo que llegaría a presidir entre 2010 y 2016.
Participó también en las negociaciones del Protocolo de Kioto y ha sido clave para establecer programas nacionales para el cambio climático en la mayoría de países de América Latina, incluyendo Guatemala, Panamá, Colombia, Argentina, Ecuador o la República Dominicana.
Tessa Khan, con la ley en la mano
En junio de 2015, la Urgenda Foundation logró que una demanda colectiva de 900 ciudadanos de los Países Bajos contra su gobierno triunfase. Pedían que se hiciese un esfuerzo real por recortar las emisiones de gases de efecto invernadero. Y mostraron que los juzgados son un espacio tan útil como el resto para luchar contra el cambio climático.
Este hecho inspiró a Tessa Khan, una abogada especializada en Derechos Humanos, para crear la Climate Litigation Network, una red que brinda apoyo legal a las demandas climáticas de los ciudadanos. Se ha convertido en uno de los mayores instrumentos de presión judicial sobre los gobiernos de todo el mundo.
Hindou Oumarou Ibrahim, una voz indígena
Lleva más de una década intentando cerrar la brecha entre la política internacional, la de las grandes decisiones globales, y la realidad local. Natural de Chad, Hindou Oumarou Ibrahim ha sido directora del World Indigenous Peoples’ Pavilion, el pabellón que representa las demandas de los pueblos indígenas, en las COP 21, 22 y 23. Fue, de hecho, la persona elegida como representante de la sociedad civil en la firma de los Acuerdos de París en 2016.
La lista se acaba aquí, pero podría ocupar varios miles más de palabras. El mundo de los negocios y las administraciones, o sectores como el periodismo, la política, el cine, la salud, la agricultura y la pesca o la tecnología también tienen sus líderes climáticos. Sus voces parten de espacios muy diferentes. Pero todas dicen lo mismo. Hay que actuar ya y hay que hacerlo escuchando a la ciencia.
Imágenes | Wikimedia Commons/Anders Hellberg, Unsplash/Markus Spiske, Wikimedia Commons/ Global Climate Action Summit 2018