El control del fuego fue uno de los primeros avances tecnológicos del hombre. Durante siglos se veneró al cuarto elemento, otorgándole poderes divinos. Cuando los antiguos griegos celebraron las primeras Olimpiadas, también le concedieron un rol protagonista: era la presencia de los dioses en el deporte terrenal. La llama olímpica seguirá ardiendo en Tokio 2020, aunque la prenderá un coche volador.
Desde el inicio de los Juegos Olímpicos modernos, con Atenas 1896, la tecnología ha jugado un papel central en el mayor evento deportivo del planeta. Como en 1936, cuando los Juegos de Berlín se convirtieron en el primer acontecimiento en ser televisado.
84 años después, Tokio 2020 promete convertirse en un evento casi más tecnológico que deportivo. Drones, vehículos aéreos tripulados, 5G, realidad virtual y tecnología 360º son solo algunos de los avances que nos esperan en los Juegos Olímpicos del futuro. ¿De dónde viene esta historia de pasión entre el deporte y la tecnología?
Un maratón de innovaciones
Desde que aparecieron en televisión, la historia entre los Juegos y la pequeña pantalla ha estado cargada de éxitos. Por ejemplo, la ceremonia de inauguración de Tokio 1964 fue el primer evento en ser emitido en color a nivel mundial, aunque la mayor parte de las competiciones siguieron siendo en blanco y negro. No fue hasta los Juegos de Invierno de 1968 en Grenoble que unas Olimpiadas se retransmitieron por completo en color.
También de la mano de la televisión llegaron las primeras repeticiones (casi) instantáneas para resolver las dudas de los jueces. Fue en 1960, durante los Juegos de Invierno celebrados en Squaw Valley, en California. En 2008 llegaron las primeras emisiones en alta definición y no fue hasta Londres 2012 cuando, por primera vez, se pudo seguir el 100% de las competiciones en directo por televisión.
Al margen de la pequeña pantalla, otra tecnología que ha evolucionado junto a los Juegos Olímpicos es la que mide el tiempo. En Amberes 1920 se estrenaba el primer cronómetro capaz de medir las centésimas de segundo. Habría que esperar medio siglo para que se empezase a contabilizar las milésimas de segundo.
Ya en Londres 2012 aterrizó el primer reloj cuántico, diseñado por Omega (cronometrador oficial de los Juegos desde 1932), capaz de medir con precisión la millonésima parte de un segundo.
La revolución del vídeo llega a Río 2016
Si los Juegos de la capital británica fueron la antesala de la revolución tecnológica en el deporte, Río 2016 vivió una auténtica explosión de innovación, sobre todo ligada al vídeo, pero no solo.
Desde la ciudad brasileña se pudieron ver algunas de las primeras competiciones en realidad virtual. Eso sí, en diferido. Gracias a la colaboración entre Samsung y el servicio de televisión del Comité Olímpico Internacional (COI), algunas cadenas de televisión, como la NBC, la BBC o RTVE, pudieron contar con las pioneras imágenes de realidad virtual.
Aunque ya se había probado en el Mundial de fútbol de Brasil, la Ultra Alta Definición, o 4K, tomó las riendas de la televisión durante Río 2016. También se vivió una explosión del streaming a través de Internet y multitud de plataformas móviles que permitieron seguir la totalidad de los Juegos desde casi cualquier lugar del mundo.
Más allá del vídeo, Río 2016 también sirvió para estrenar algunas tecnologías estrictamente ligadas al deporte, como el wearable de rastreo de puñetazos, diseñado por Hysko para el equipo de boxeo canadiense, o el uso de gafas inteligentes en el equipo estadounidense de ciclismo.
Además, por primera vez, se utilizó la imagen vía satélite, complementada por una serie de globos aerostáticos equipados con cámaras, para monitorizar la seguridad de Río de Janeiro 24 horas al día durante los 15 días de competición.
Pero el Comité Olímpico Internacional, y su nuevo aliado Intel, aseguran que todos estos avances quedarán en nada con la tecnología que nos espera en los próximos años.
Los drones y la realidad virtual toman el testigo
“Vamos a acelerar la adopción de la tecnología del futuro en el escenario deportivo más grande del planeta”. Así de optimista se mostraba Brian Krzanich, CEO de Intel, en la presentación de su acuerdo de colaboración con el COI, que se extenderá hasta 2024. ¿Qué podemos esperar de las próximas citas olímpicas?
Realidad virtual, en directo
Ya en las Olimpiadas de Invierno de Pyeongchang 2018, en Corea del Sur, será posible seguir varios eventos deportivos en tiempo real dentro de un sistema de realidad virtual. La tecnología True VR, desarrollada por Intel con el apoyo de Oculus (Facebook) y Samsung, permitirá que el espectador decida en todo momento entre multitud de puntos de vista y tenga acceso a información extra y estadísticas, todo dentro de su campo de visión.
Ahora mismo, en el estado de desarrollo en que se encuentra la tecnología, se podrá escoger entre medio centenar de señales en directo emitidas desde diferentes puntos del estadio y de la cancha. Para cuando llegue Tokio 2020, probablemente sean muchos más.
Por último, la tecnología 360º para repetición de jugadas, que ya ha sido probada en España en los estadios Santiago Bernabéu y Camp Nou, permitirá a los aficionados ver los momentos más destacados de los Juegos desde cualquier ángulo, manejando el punto de vista del vídeo a su antojo.
La tecnología también vuela
Este año, durante el intermedio de la Super Bowl, el evento del año para los fans del fútbol americano, Lady Gaga sorprendió al mundo cantando ante una nube de drones voladores que se coordinaban en el aire, iluminándose y formando diferentes siluetas. Al día siguiente, Intel rebajaba la euforia asegurando que la escena no había sido en directo, sino grabada en el estadio vacío, por motivos de seguridad.
Sin embargo, el proyecto Drone Light Show es muy real, e Intel ya lo ha probado también en el resort de Disney en Orlando, Florida. Según el gigante tecnológico, solo hemos visto el principio de lo que pueden llegar a hacer estos enjambres de drones. Los próximos estrenos se reservan para los Juegos Olímpicos de 2018 y 2020.
Al margen de Intel y el COI, la ciudad de Tokio, capital de un imperio tecnológico como Japón, también quiere poner su granito de arena en el cielo. Así, a través de un proyecto que está siendo desarrollado por Toyota, un coche volador bautizado como SkyDrive se encargará de llevar al deportista que encienda la antorcha olímpica en 2020. Eso sí, de momento, sus primeros vuelos no han sido muy exitosos.
Adiós 4G, hola 5G
Cuando se celebró Barcelona 92, lo de Internet era casi un mito. Hoy no solo navegamos y consumimos contenido online de forma habitual, sino que lo hacemos desde cualquier lugar gracias a las redes móviles de banda ancha desplegadas en los últimos cuatro años. Pronto, el 4G dará paso al 5G. Y los Juegos Olímpicos van a ser el escenario de su estreno mundial.
Los grandes operadores de telecomunicaciones han situado en 2020 el lanzamiento a gran escala de los servicios 5G. Con esta nueva tecnología, no solo se aumentará la velocidad (descargas de más de 10 Gbps), sino que se podrá navegar sin problemas mientras nos movemos en transportes de alta velocidad (como el AVE o los aviones). También se usarán las mismas longitudes de onda a nivel mundial (la ansiada estandarización) y se intentarán eliminar las zonas sin cobertura.
Todo esto promete demostrarlo Intel ya durante Pyeongchang 2018. “Será la primera muestra de la tecnología 5G, un evento que abrirá las puertas al despliegue de redes 5G a escala mundial”, aseguran desde la compañía. No estarán solos, en el proyecto colaborarán ocho compañías y universidades europeas y 15 surcoreanas, incluyendo nombres como Ericsson o Nokia.
¿Y los robots? Habrá, probablemente, muchos, sobre todo teniendo en cuenta que Japón es líder mundial de esta industria. Sin embargo, todavía no se han anunciado proyectos concretos, más allá de los planes de llenar la ciudad olímpica con robots porta-maletas. Y de un gigantesco Gundam robótico (reemplazando a la estatua de la foto, de 2009) que defenderá Tokio a partir de 2019. Como era de esperar, el manga y la ciencia ficción tampoco faltarán a su cita.
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