No es ningún secreto que la Luna es rica en helio 3 (3He), un isótopo ligero del helio que se encuentra sobre la superficie del satélite tras haber sido depositado durante millones de años por los vientos solares. Este isótopo bien valdría una exploración de cerca de la roca vecina, que se haría más fácil si somos capaces de extraer el agua inserta en la roca y el regolito selenita.
Además, nos encontraríamos con un alto contenido en metales del grupo del platino (78Pt), por lo que no es raro que la NASA y la administración en EEUU quieran subir a ver qué se cuece en la Luna. Un año antes, la Agencia Espacial Europea nos explicaba su proyecto Moon Village, una arriesgada maniobra a nivel internacional para no solo volver a pisar nuestro satélite, sino para construir sobre su cara oculta un pequeño asentamiento humano.
Nos vamos a moon village, en la Luna
Aunque muchos tenemos puesto un ojo en Marte y soñamos con recorrer su rojiza superficie (incluso hay quien vive ya con el horario marciano), lo cierto es que la Luna está mucho más cerca, es relativamente más accesible y siempre podemos enviar ayuda si algo no sale del todo bien.
Con algo más de gracia y confianza vende Dietrich Woerner, Director de la Agencia Espacial Europea (ESA) el Moon Village, una pequeña comunidad selenita (de momento solo existente en bocetos), pero en la que la comunidad internacional se ha mostrado muy interesada.
Disponer de una base permanente en la Luna es muy interesante de cara a la investigación. Si hoy día usamos el espacio y la ISS como campo de pruebas en baja gravedad, la Luna parece un entorno perfecto para hacer algo así, y contaremos entonces con tres posibles experimentos ( a 1g; 0,16g y 0g).
También es un perfecto punto de partida para la exploración espacial, teniendo en cuenta que el coste de despegar desde la superficie lunar es muy inferior al de hacerlo desde la Tierra.
Pero en palabras de Dietrich Woerner, «la cantidad de requisitos para una colonia lunar es abrumadora». Por mencionar los más conocidos, hay que construirla en un lugar protegido de los posibles asteroides, con abundantes reservas de agua cercana y materiales con los que construir las primeras estructuras. A estos hay que sumar la radiación solar, la radiación cósmica, los micrometeoritos y las temperaturas extremas, entre otros.
Lo que sí queda bastante claro es dónde se quiere colocar el Moon Village: en la cara oculta de la Luna.
¿Por qué Moon Village estará sobre la cara oculta?
La Luna es un satélite que está demasiado cerca de su pozo gravitatorio primario, por lo que se ha producido un fenómeno de frenado relativo de su giro. Es decir, la Luna gira, pero tarda el mismo tiempo en hacerlo que en dar una vuelta alrededor de la Tierra. Esto hace que siempre nos mire con la misma cara: su cara visible.
Esto no significa que la cara oculta esté siempre a oscuras, algo que suele creerse. Como puede apreciarse en el esquema de arriba, la cara oculta siempre recibe luz cuando mira hacia el Sol, mientras que la cara visible está tapada por la Tierra en algunas ocasiones. Lo que sí hay es una oscuridad radiofónica andrógena, que significa que las ondas de radio que los humanos emitimos desde la Tierra apenas aparecen reflejadas en la cara oculta.
Cuando uno busca observar el universo desde la Tierra, se aleja de las ciudades y sube a una montaña para que la luz no interfiera con las medidas. Si lo que uno quiere es observar el universo desde la Luna, se va al extremo donde la radiación que enviamos desde el suelo terrestre no moleste demasiado a los instrumentos.
Además, en la cara oculta se espera mayor concentración de helio 3.
¿Cuándo nos vamos a la Luna?
Todavía no hay fecha para el Moon Village, pero la idea es que en 2020 se realice el primer lanzamiento, que probará el sistema de aterrizaje seguro PILOT y llevará la sonda rusa Luna 27 al polo sur. Aunque por problemas presupuestarios es posible que el lanzamiento con personas a bordo tenga que ser pospuesto para 2025.
El primer lanzamiento se espera que sea no tripulado, ya que la idea es enviar primero a nuestros asistentes robóticos para que hagan el trabajo duro. Como, por ejemplo, buscar el mejor lugar para levantar el campamento y ponerse a construir los primeros habitáculos. Un plan similar sería aplicable a Plutón y Marte, aunque probablemente no a Venus o Ceres por sus particularidades.
También se espera que, aunque la ESA esté a la cabeza del proyecto, exista el mismo espíritu de colaboración internacional que existe hoy en la ISS. La Agencia Espacial Federal Rusa (FKA) ya confirmó su apoyo al proyecto; la NASA aseguró el primer alunizaje del sistema CEV/LSAM usando la nave Orion para 2020; y la Administración Espacial Nacional China (CNSA) confirmó que están trabajando en una recogida de muestras previa para orientar a los equipos científicos sobre el mejor emplazamiento.
Es posible que hacia 2030 haya una pequeña colonia con hasta diez personas viviendo durante largas estancias en la Luna, y que en 2050 los trabajos de construcción hayan dado espacio para por lo menos 50 puestos de investigación en un lugar privilegiado del Sistema Solar. ¿Afortunados?
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Imágenes | Torsten Edelmann (CC BY-SA 2.5), Orion 8 (CC BY-SA 3.0)