Este es el período en el que, los que pueden, comienzan a pensar en las vacaciones. El momento de perderse entre las reservas de hoteles, apartamentos, vuelos y trenes. Sin embargo, si uno fuera particularmente precavido, ya podría programar las vacaciones de 2022. Ese será precisamente el año en el que, en teoría, abrirá el primer hotel espacial de la historia. Las reservas ya han comenzado.
El alojamiento espacial será a bordo de la Aurora Station, de la compañía estadounidense Orion Span. Será una suite de lujo, que ofrecerá a sus huéspedes una auténtica experiencia de astronauta. Para irse de vacaciones al espacio, habrá que ahorrar ‘solo’ 9,5 millones de dólares. Alrededor de 791.666 dólares la noche. Sin embargo, de momento, bastarán 80.000 dólares como fianza para llevar a cabo la reserva. La cifra sería totalmente reembolsada si la misión fallara antes de tiempo.
Un hotel espacial para unas vacaciones de ensueño
El hotel estará en órbita a 320 kilómetros de la Tierra. Desde las ventanas de la suite, se verá un promedio de 16 amaneceres y puestas de sol cada 24 horas, con una vuelta completa al mundo cada 90 minutos. Una experiencia extraordinaria, a la que se añade la posibilidad de experimentar la gravedad cero. Además, también será posible contribuir a la investigación científica.
La Aurora Station es un espacio de 10 por 4,2 metros, diseñado para acomodar hasta seis personas a la vez. Uno o más de estos invitados serán astronautas profesionales de agencias espaciales de todo el mundo. En resumen, será más o menos como alquilar un barco con marinero para recorrer las islas griegas. Aquí, también, lo más importante será llevarse bien con los compañeros de viaje.
«Queremos llevar a la gente al espacio porque es la última frontera de nuestra civilización», explicó el fundador de la compañía, Frank Bunger. Aurora Station conducirá a los viajeros al espacio más rápidamente y a un precio más bajo de lo habitual, garantizando una experiencia inolvidable. La compañía también ha desarrollado un régimen de entrenamiento de tan solo tres meses, en lugar de los 24 que normalmente sirven para preparar a un astronauta.
Experimentos y fiestas con hologramas
El entrenamiento se realizará directamente en Houston (Texas, Estados Unidos), desde donde saldrán las cápsulas espaciales para turistas. A los clientes se les proporcionarán conocimientos básicos sobre vuelo espacial, mecánica orbital y vida en ambientes presurizados. La compañía asegura que los viajeros «disfrutarán de la euforia de la gravedad cero, admirarán la aurora al norte y al sur a través de muchas ventanas. Sobrevolarán sus ciudades y participarán en experimentos como el cultivo de alimentos en órbita, con la posibilidad de llevarlos a casa como recuerdo”.
A bordo también será posible organizar ‘fiestas’ dentro de un módulo de realidad virtual llamado holodeck. Es una tecnología presente también en el universo de ‘Star Trek’, que permite interactuar con hologramas de dinosaurios o reproducir viajes dentro del sistema solar. Finalmente, los pasajeros podrán mantener un contacto directo con sus seres queridos, gracias a un acceso inalámbrico a internet de alta velocidad.
La carrera al espacio privado
En los últimos años, han aumentado exponencialmente las empresas que, tras el éxito de compañías como SpaceX, han apostando por los vuelos espaciales comerciales. Un grupo de jóvenes estudiantes del MIT tuvieron una idea muy similar, que todavía no ha sido realizada. Se llama Marina (Managed reconfigurable in-space nodal assembly). un pequeño puerto espacial donde atracar módulos privados con habitaciones y vistas impresionantes de nuestro planeta.
La NASA lo premió como mejor proyecto presentado por una universidad. Marina cuenta con ocho habitaciones con bar, restaurante y gimnasio. Nada que ya no tenga un normal hotel terrestre. Pero los estudiantes de MIT también imaginaron Marina como puerto y punto de partida para otros viajes a Marte.
Otro sonado proyecto de hotel espacial fue el Galactic Suite. Tenía que ser inaugurado en 2012. Para lograrlo, el multimillonario Dennis Tito empezó a coger reservas en 2008. En ese caso, el coste era de 3 millones de dólares por cuatro noches. Sin embargo, nunca despegó y desde 2014 el sitio web de la compañía no se ha actualizado.
Orion Span responde así a una necesidad cada vez mayor de privatización del espacio: «La Nasa recibe alrededor de 18.000 solicitudes al año de aspirantes a astronautas«, explica Frank Bunger. «Hay un mercado para personas que quieren entender qué se siente al viajar en el espacio».
Sin embargo, quedan muchos obstáculos técnicos y científicos a la puesta en órbita de este hotel espacial. Según algunos, el plazo de cuatro años para su realización es demasiado ambicioso. Sin duda, sería mejor llegar a la inauguración preparados y con todo listo que recibir malas críticas en TripAdvisor.
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Imágenes | Orion Span