Hasta 24 millones de nuevos empleos creará la llamada economía verde en todo el mundo desde ahora y hasta 2030. Son cálculos de un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los yacimientos de puestos de trabajo tendrán que ver con la salud, la gestión de residuos, el turismo, la agricultura, la energía o el diseño, entre otros sectores.
En los próximos años, la economía verde va a movilizar cantidades ingentes de dinero. La urgencia del cambio climático y la toma de conciencia ecológica que muestran las sociedades y las empresas de todo el mundo están detrás del boom de este sector.
En su último libro, Jeremy Rifkin, uno de los pensadores y analistas más influyentes del mundo, calculó que solo en Estados Unidos el cambio de la economía del carbono por otra basada en energías renovables costará 9,2 billones de dólares. Es decir, unas 8 veces el PIB anual de España.
Gran parte de ese dinero provendrá, según Rifkin, de los fondos de pensiones, que son la mayor reserva de capital del mundo, con 40 billones de dólares acumulados. Y es que los fondos empiezan a ver con simpatía las inversiones en la economía circular, mientras dudan de su tradicional apuesta por los gigantes petrolíferos y otras industrias contaminantes.
Ese movimiento de capitales y el cambio en el interés de los inversores se notará mucho en el mercado de trabajo. En España, se espera que se creen en los próximos años cientos de miles de empleos vinculados a la economía sostenible, es decir, puestos de trabajo que van a “contribuir a preservar y restaurar el medio ambiente”, de acuerdo con la definición de la OIT.
El poder de las renovables
Son muchos las profesiones que verán la luz o se reconvertirán conforme la economía verde se vaya asentando. Uno de los principales sectores generadores de este nuevo empleo será el energético. Las renovables (sobre todo solar y eólica) aportaron 10.500 millones de euros al PIB en 2019, según la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA). En el mundo, esta industria empleaba en 2018 a unos 11 millones de personas, y unas 90.000 en España, según Irena, la agencia internacional de este tipo de energías.
La gestión de residuos es otra de las patas principales de la economía verde. Las empresas del ramo buscarán operarios, técnicos y gestores para las plantas de reciclaje, así como comerciales, recogedores y conductores, entre otros. En España, cada español genera más de 500 kilos al año de residuos urbanos. A eso habría que añadir los residuos industriales y de las empresas. La tarea es titánica y todas las manos son pocas para afrontarla.
También la construcción y el mantenimiento de edificios se ha convertido en un yacimiento de empleo verde. Sobre todo desde que los edificios de este país y de toda Europa tienen que cumplir con el Código Técnico de la Edificación (CTE), que obliga a las viviendas de nueva construcción a ser eficientes energéticamente y aportar información sobre acristalamientos, aislamientos, calefacción, etc. También existe un Certificado Energético que informa sobre el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono, y que es imprescindible para vender o alquilar un inmueble.
Agricultura ecológica
La agricultura orgánica sigue siendo minoritaria, pero cada vez tiene mayor peso y emplea a más personas. En España, no llega al 20% la superficie agrícola dedicada a los cultivos orgánicos. Sin embargo, la demanda de alimentos de proximidad y libres de pesticidas y otros elementos químicos va a seguir al alza. Todo indica que las casi 50.000 personas que hoy se dedican a cultivar, comercializar o importar productos orgánicos serán muchas más a medio plazo.
La Organización Internacional del Trabajo también apunta que surgirán nuevas profesiones y especializaciones vinculadas a la salud. El cambio climático y la subida de temperaturas que conlleva supone la aparición de nuevos escenarios para la profesión médica. Previsiblemente, habrá más mortalidad entre las personas mayores y aumentarán las infecciones. Además, los cuadros de deshidratación y las enfermedades intestinales serán más potentes.
El turismo también requerirá de nuevos perfiles en un mundo que demanda más verde. La industria turística es una de las más contaminantes, por el impacto que tienen los desplazamientos de los turistas y por los recursos que éstos consumen en el lugar de destino. Se calcula que en el mundo se desplazan cada año más de 1.300 millones de personas de una país a otro.
Ecodiseñadores para eliminar el plástico
Como consecuencia, el turismo supone un 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, según un estudio internacional. Por este motivo, cadenas hoteleras, touroperadores, agencias de viajes o líneas aéreas demandarán técnicos en sostenibilidad y responsabilidad social que ayuden a minimizar estos efectos y mejorar su imagen ante una sociedad cada vez más concienciada.
Por último, otra de las nuevas profesiones nacidas con el cambio climático es la de ecodiseñador. A estos profesionales se les demandará que diseñen productos con nuevos materiales y espacios eficientes energéticamente. Por ejemplo, serán los encargados de repensar todo el packaging para reducir el impacto ambiental de los envases de plástico, que tanto rechazo empiezan a producir en los consumidores.
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