Los videos en 360 grados ya son el presente y están popularizándose a pasos agigantados. Pero ¿hacia dónde va esta forma de grabar la realidad? ¿Qué supone para todos nosotros?
Aunque se realizaron varios experimentos antes (como el videoclip de Estopa “Corazón aerodinámico”), fue en marzo de 2015 cuando comenzaron a aparecer oficialmente los primeros vídeos en 360 grados en YouTube, dando así el pistoletazo de salida a una tecnología que en seguida convenció a la inmensa mayoría de la población por sus innegables atractivos.
Siempre hemos querido vivir sensaciones por nosotros mismos, pero no siempre podemos (o nos atrevemos), de ahí el éxito de cámaras de acción como la GoPro, donde vemos en primera persona lo grabado. Los vídeos en 360 grados parten de esa misma filosofía pero, además, nos permiten interactuar en parte con la grabación dejándonos “mirar” en todas las direcciones. Es, casi, como si estuviéramos allí.
¿Qué son los vídeos en 360°? Son vídeos creados con una cámara que graba simultáneamente los 360° de una escena. Podemos ver estos vídeos mediante gafas de realidad virtual como las Google Cardboard, o en cualquier navegador, girando la perspectiva mediante el ratón o la pantalla táctil. Actualmente grabar en 360° está al alcance de cualquiera con cámaras que rondan los 300 euros. Algunas marcas como Samsung, LG o la española Wolder ya las comercializan para sus propios modelos.
Sin duda, Facebook y Google (a través de YouTube) han sido los principales artífices de esta popularización, apostando por estos vídeos y animando a sus usuarios a subir sus propias creaciones a estas plataformas. Actualmente son muchos los ejemplos que podemos encontrar que utilizan estas tecnologías.
No solo podemos “vivir” escenas de acción, si no que podemos presenciar un recital de nuestro artista preferido o, incluso, “asistir” al concierto de la Filarmónica de Viena realizado el pasado mes de mayo, con el principal objetivo de promocionar el turismo de Viena.
La información periodística también está comenzando a utilizar los vídeos en 360 grados para, como dijimos, conseguir una mayor inmersión del espectador. De hecho, algunas agencias de información como Euronews ya integran este tipo de vídeo en su producción regular en todos sus idiomas. O podemos asistir a los Sanfermines de una forma totalmente segura, desde casa, pero viéndolo como si estuviéramos allí mismo.
También se está utilizando en marketing: Nike lanzó un vídeo promocional de sus zapatillas Hypervenom II en el que nos poníamos en la perspectiva del futbolista Neymar Jr. El producto anunciado prácticamente pasaba a segundo plano a favor de la experiencia de ver en primera persona las acciones deportivas del jugador brasileño, poniéndonos en la piel del jugador y marcando un gol “nosotros mismos”.
Qué traerá el vídeo en 360°
Si bien es cierto que en un futuro cercano esta tecnología no cambiará nuestra forma de ver el cine, porque si tenemos que utilizar cada uno unas gafas sería más cómodo verlo en nuestra casa, también es cierto que sí pueden traer nuevas formas de disfrutar de los contenidos audiovisuales.
En la actualidad, se está desarrollando una técnica de sonido direccionable que hará que miremos a la dirección de la que proceda el sonido, haciendo que el director de la grabación nos “obligue” a seguir la narración en una dirección determinada.
Otra forma de utilizar esta tecnología es, por ejemplo, mostrándonos varios puntos de vista diferentes de la misma acción que el usuario irá eligiendo, por ejemplo, un robo visto desde la posición de un policía y de uno de los atracadores. O, como ocurre en e la serie española ‘El Ministerio del Tiempo’, que tiene un capítulo especial rodado con esta técnica y en la que nosotros somos los protagonistas.
Los vídeos en 360° tienen su punto fuerte en apelar a las emociones del espectador, haciendo que nos sintamos protagonistas y parte importante de la acción. Por eso seguramente el mayor éxito no lo tendrá en la ficción (aunque se utilice de forma magnífica en el tráiler de ‘No respires’ de Fede Álvarez), sino en las grabaciones de eventos reales: deportes, conciertos, documentales, etc.
Se trata de llevar al espectador a donde no puede ir, por lo que un documental (o un muestrario de una agencia de viajes) será una excelente forma de conseguirlo. De hecho, incluso la NASA lo está utilizando para acercar sus investigaciones al gran público.
O acontecimientos mucho más cercanos, como bodas, por ejemplo.
El siguiente paso es la transmisión en 360° en tiempo real, para transportarnos al lugar de la acción en el momento en que está pasando. Y ocurrirá pronto, sólo hace falta que mejoren las comunicaciones. Con la gran cantidad de sensores que se están colocando en todos los lugares (cámaras, drones y mucho más), podríamos tener una visión global de un acontecimiento deportivo o informativo en el mismo momento en el que ocurre y, además, viviéndolo como si estuviéramos, por ejemplo, sentados en las gradas de los próximos Juegos Olímpicos, pero desde casa.
En resumen, las posibilidades son enormes, y aumentarán según avance la tecnología. Basándose en el atractivo de generar experiencias, el vídeo en 360° puede traernos interesantes formas de ver el mundo: documentales, noticias, etcétera, estarán al alcance de nuestra mano, tan sólo tendremos que girar la cabeza para ver realmente lo que está ocurriendo.