En 2017 los humanos emitimos 50.000 millones de CO2 equivalente, una cifra que crece todos los años. Aunque esta cifra puede resultar vertiginosa, algo que en determinados casos es bueno, en esta ocasión hace referencia a nuestra huella de carbono, así que positividad la justa.
Si repartiésemos esta cantidad entre todos y cada uno de los habitantes del planeta, saldríamos a unas 6 toneladas por cabeza. Pero, siendo justos, deberíamos ajustar esta medición teniendo en cuenta que hay países cuya huella de carbono es mucho más significativa respecto a otras regiones. Por ejemplo, Estados Unidos y Rusia triplican, e incluso cuadriplican la media mundial mientras que países como Nepal o Afganistán no llegan ni a la cuarta parte.
Esta información útil, a la que normalmente no prestamos la atención necesaria, forma parte del nuevo proyecto de Quantum Fracture, también conocido como José Luis Crespo. Su canal de divulgación científica se ha unido al proyecto organizado por Youtube #Tendenciaalcambio que trata de enseñarnos una serie de hábitos beneficiosos para el conjunto de la sociedad.
Reciclar no lo es todo
Tal y como nos contaba José Luis Crespo en la presentación de su episodio, cuando se nos presentan problemas medioambientales, suelen hacerlo de forma compacta, como un todo. Sin embargo, es importante diferenciar unos de otros para entender verdaderamente a qué nos enfrentamos.
En este proyecto de Quantum Fracture, como ya hemos podido ver, el tema central es el cambio climático. Y es que, lo que ya está hecho, no se puede cambiar. Inevitablemente, la temperatura global de nuestro planeta se incrementará en 1,5º pero en nuestra mano está que las cosas no vayan a más.
Acciones como el reciclaje, entre tantas otras, resultan fundamentales para reducir una gran cantidad de problemáticas medioambientales pero no tienen una relevancia tan significativa como pensamos a la hora de reducir la huella de carbono. Ojo, esto no es una excusa para dejar de reciclar porque, repetimos, esas acciones sí son importantes para otros aspectos de nuestro planeta.
El caso es que, para el año 2030, tendríamos que haber reducido nuestra huella de carbono a la mitad. Por eso, es importante ser conscientes de cuáles son las acciones con una repercusión más significativa en este asunto. De la mano de Quantum Fracture se nos presentan más de 20 opciones que, aunque muchas veces olvidadas, pueden ayudarnos a mantener un modo de vida más sostenible y nada tolerante con el CO2. Sabemos que se nos presenta un auténtico reto así que, manos a la obra ¿no?
Tus pequeños gestos cuentan
Quantum Fracture divide las 26 acciones que nos ayudan a reducir la huella de carbono en tres bloques diferenciados. El primer de ellos hace referencia al transporte. Y es que para nadie es una sorpresa el grado de contaminación que emitimos en algunos de nuestros desplazamientos.
Una de las claves en este aspecto es decir no a los motores de combustión. Y es que, si además estáis pensando en cambiar de coche, es posible que os convirtáis en unos superhéroes que luchan contra el CO2. Eso sí, siempre que os decantéis por un híbrido. La elección de estos modelos puede ayudarnos a reducir la huella de carbono hasta en 3,1 toneladas.
En el caso de los coches eléctricos, muy popularizados en los últimos años, seamos cautos. Si adquirimos un coche eléctrico, es importante que la fuente o central que lo alimente sea sostenible. Es decir, que si vuestro nuevo coche se alimenta de una central de carbón, lo comido por lo servido. No estaríamos contribuyendo nada en la lucha contra el cambio climático.
Además, limitar el uso de los transportes individuales en favor los públicos puede ayudarnos a reducir nuestra huella de carbono entre 0,6 y una tonelada. Significativo ¿verdad? Si es que ya sabíamos que no hacía falta coger el coche para ir a por el pan.
Uno de los temas más importantes a tener en cuenta cuando nos centramos en los transportes son los aviones. Y es que, aunque quede muy bien en las canciones indies, el queroseno es altamente contaminante. De hecho, prescindiendo de un vuelo de larga duración estaríamos eliminando entre 0,7 y 4,5 toneladas de CO2. Ya saben, señoras y señores, cojan más el tren.
Cuidado con lo que comes
La dieta es el segundo gran bloque sobre el que José Luis Crespo quiere informarnos en este vídeo de la campaña #Tendenciaalcambio. La producción de alimentos tiene un gran impacto en la huella de carbono. Si queremos que nuestra dieta sea verdaderamente sostenible, Quantum Fracture asegura que debemos reducir la cantidad de carne que comemos. Sabemos que para algunos esto puede ser un gran disgusto, pero pensemos un poco en el planeta y, en consecuencia, en nosotros mismos.
Los productos de origen vegetal son, por lo general, más eficientes en términos de sostenibilidad que los que son de origen animal. Esto se debe, entre otras razones, a que la industria de la carne es la principal emisora de metano, un potentísimo gas de efecto invernadero. Con esto no se trata de condicionar a los demás para que, inevitablemente, sigan una dieta vegana.
Aquellos que decidan hacerlo, contribuirán considerablemente a la reducción de la huella de carbono. Pero, quienes no quieran apostar por este tipo de alimentación, simplemente deberán tomar conciencia y, sobre todo, hacer caso a los nutricionistas. Sus consejos siempre nos invitan a reducir el consumo de carnes rojas en favor de los productos vegetales por lo que, aunque no renunciaremos a la carne, estaremos aportando nuestro granito de arena.
Y en casa ¿qué?
El tercer bloque de hábitos sostenibles hace referencia a los hogares, y es que lo hacemos aquí dentro también tiene una enorme repercusión para el planeta. Por ejemplo, el enorme uso de energía que realizamos en algunos lugares para calentar nuestras casas debe ser respetuoso con el medioambiente. Es importante que nos decantemos por energías sostenibles y que reforcemos aquellas zonas de nuestro hogar que están peor aisladas.
Aquellos que tenga la suerte de poder generar su propia energía sostenible, por ejemplo, colocando placas solares en su tejado, contribuirán de forma más que considerable a reducir la huella de carbono. Y es que, el impacto de estos paneles disminuiría entre 0,1 y 4,8 toneladas de CO2.
También hay que prestar atención a una de las partes de la casa que más consumen, la cocina. Tener electrodomésticos eficientes puede suponer una reducción de 0,6 toneladas de CO2. Y es importante decantarse por la placa de inducción, que ha llegado la hora de modernizarse.
En cualquier caso, existen una gran cantidad de acciones que nos permiten contribuir a la reducción de la huella de carbono. Lo importante es seleccionar una serie de acciones que resulten realmente relevantes e ir con ellas all in, ya sabéis.
En youtube también se aprende
Youtube es un gran lugar donde buscar información y aprender cosas que nos ayudan en tareas cotidianas. Es más, ésa es una de las tres razones principales por las cuales los usuarios llegan a la plataforma de vídeos. Ocho de cada 10 usuarios, además, encuentran en YouTube consejos útiles para aprender a hacer lo que se proponían. En total, los usuarios ven cada día más de 500 millones de vídeos relacionados con el aprendizaje.
De esta forma, Youtube se ha unido a varios creadores locales para ayudar a aquellas personas que quieran empezar a cambiar pequeños hábitos abordando cuatro temáticas fáciles de aplicar en casa: gestión de residuos, alimentación saludable, agricultura ecológica, y un último vídeo que hoy nos ocupa – más científico y didáctico – centrado en el cambio climático. Es así como nace la campaña #TendenciaAlCambio, una oportunidad de conocer más sobre nuestros hábitos y de contribuir, de forma consciente y responsable, al bienestar del planeta. ¿Te apuntas?