El sector de la automoción fue uno de los primeros que apostó por la robotización. Sin embargo, hasta ahora se trataba por lo general de artefactos muy eficientes, pero también fijos a una base y con forma de brazos mecánicos destinados a colaborar con el operario en el ensamblaje y soldadura de piezas. Son los llamados cobots.
Aunque faltan años para que veamos coches autónomos en las carreteras, en la fábrica que Ford tiene en Almussafes, Valencia, han dado un paso más allá y se están ayudando de un robot de conducción autónoma. Se llama Survival y es un equipo autopropulsado y programado para entregar piezas a los operarios que están en las líneas de montaje de la planta valenciana.
El dispositivo está programado para conocer el mapa de la planta y puede modificar su ruta si encuentra obstáculos en su camino. “El robot aprende la ruta la primera vez, graba el recorrido y todos los obstáculos, interferencias, etcétera. Luego, cuando navega, si encuentra un obstáculo cuando realiza la ruta, lo esquiva y su algoritmo calcula cuál sería la ruta óptima para volver al camino programado que había aprendido anteriormente”, explica Pepe Pérez, gerente de comunicación corporativa de Ford España.
En Ford han calculado que las idas y venidas de Survival cargado de piezas liberan hasta 40 horas de trabajo diarias de los empleados de la planta, que así pueden dedicarse a tareas de más valor. Survival es el primer sistema de este tipo que se utiliza en una instalación de Ford en Europa.
Un superviviente en el gran complejo industrial
En la planta de Ford en Valencia trabajan ahora mismo algo más de 8.000 personas y se ensamblan al año 380.000 coches de modelos como Kuga, S-MAX o Mondeo. En Ford han apodado Survival (o superviviente en español) al robot por su capacidad de adaptación al entorno, pues esquiva en todo momento obstáculos imprevistos y modifica su ruta o se detiene cuando es necesario.
Eso lo hace gracias a que va cargado de sensores y de tecnologías propias de un coche autónomo. Como nos cuenta Pepe Pérez, Survival va provisto de escáner láser, cámara 3D y sensores de ultrasonido. Además, usa la tecnología SLAM (Simultaneous Localization And Mapping), una técnica que permite progresar por entornos desconocidos, y no necesita soporte externo para navegar. “Lee la ruta y mediante el sistema LIDAR (Light Detection and Ranging) y usando sus sensores aprende su camino futuro”, añade el responsable de comunicación. LIDAR permite medir distancias emitiendo un haz láser sobre los objetos.
Los operarios no se lo podían creer
Los técnicos de Ford en Valencia tardaron casi un año en desarrollar a Survival. «Cuando empezaron las pruebas, los operarios se quedaban mirando al verle pasar, como si estuviesen en una película de ciencia ficción. Ahora siguen con sus trabajos sabiendo que el robot es lo suficientemente inteligente como para trabajar a su alrededor», dice Eduardo García, gerente de ingeniería del área de Body & Stamping de la planta.
En Ford insisten en que el robot no reemplaza a empleados humanos, pero evita que estos hagan largas distancias en busca de piezas, lo que les permite ganar tiempo. Para mover materiales de diferentes pesos y tamaños de un lado para otro, Survival está equipado con un estante automatizado con 17 ranuras. Además, para evitar errores, la apertura y cierre de estas ranuras está automatizada, lo que significa que los operarios de cada área sólo tienen acceso a los materiales que les han sido asignados. Por otra parte, cuando Survival llega a un destino, pregunta al operario si quiere emitir nuevos pedidos y luego le entrega lo pendiente.
Survival ha estado sometido a pruebas durante casi un año, y ahora Ford quiere darle uso a tiempo completo y también llevarlo a otras instalaciones de la marca. “Se han realizado muchas presentaciones en varias plantas de Ford y hay muchos interesados a los que se les ha mandado una guía para saber cómo hacerlo”, dice Pepe Pérez. En Valencia, de todas formas, no descansan y ahora están inmersos en un proyecto de entrega de material de producción.
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Imágenes | Ford