Coches voladores, gafas VR, máquinas capaces de degustar comida y puntuarla…Que nuestra realidad se encuentra sembrada de gadgets y dispositivos que ni siquiera nos hubiéramos atrevido a imaginar hace unos pocos años es un hecho que el desarrollo tecnológico ha hecho posible a un ritmo vertiginoso.
Un contexto que, sin embargo, algunas películas y series de ciencia ficción supieron vaticinar con mucho acierto. Regreso al Futuro, Los Supersónicos, Minority Report y otros grandes conocidos de la pequeña y gran pantalla cuentan con múltiples ejemplos al respecto. Pero concretemos por qué, ¿qué nos mostraron exactamente? ¿cuáles fueron sus dotes adivinatorias?
SIRi Y CORTANA
Empezaremos con Siri, un sistema nacido en 2001 pero al que Odisea en el Espacio (1968) se adelantó. Lo hizo con su robot HAL 9000, cuya mítica frase “lo siento Dave, me temo que no puedo hacer eso» seguro que le resulta familiar a más de uno. Por supuesto, resulta similar a Cortana, aunque la aparición del asistente virtual de los de Redmond ha sido más tardía.
Otras series como El Coche Fantástico (Knight Rider) también mostraron sistemas similares integrados en el automóviles. ¿Quién no recuerda las geniales prestaciones de KITT? En todo caso, todavía nos encontramos lejos de que nos aconsejen estrategias de espionaje o de que cuenten con sistemas de blindaje antimisiles basados en la nanotecnología.
SISTEMA DE PREVENCIÓN DEL DELITO
La película Minority Report, estrenada en 2002, también fue una de las grandes adivinas. Entre otras, supo vaticinar lo que llamamos un sistema de prevención de delitos, en torno al cual gira toda la trama. Sí, porque, una década después, Microsoft y la Policía de Nueva York presentaron un sistema de procesado de la información capaz de llevar a cabo un seguimiento y prevenir las actividades criminales de la ciudad. Su nombre también parece sacado de la ciencia ficción: Sistema de Dominio de la Conciencia.
BIBLIOTECARIOS ROBOT
Por supuesto, en esta lista no podían faltar Los Simpson, cuyo episodio 19 de su sexta temporada basó su trama en cómo los bibliotecarios habían sido sustituidos por robots. Veinte años más tarde los estudiantes de robótica de la Universidad de Aberystwyth (Reino Unido) dieron lugar a un prototipo con funcionalidades similares.
En este punto cabe destacar también a Sophia, una humanoide que hace tan solo unos meses se convirtió en protagonista de las redes. ¿La razón? El desasosiego y sorpresa que despierta su fisionomía –tremendamente realista- y también su discurso, al asegurar que su propósito es el de destruir a la humanidad. En todo caso, una muestra más de lo desarrollado que se encuentra este campo, que plantea el uso de este tipo de robots en el ámbito de la atención al público, entre otros.
CONTROLAR DISPOSITIVOS CON LOS GESTOS DE LA MANO
Aquí nos estamos refiriendo a algo que va más allá de la pantalla táctil de nuestro teléfono o de gestos como darle la vuelta para rechazar una llamada. Es decir, a poder dirigir distintos dispositivos a través de movimientos de nuestros brazos y manos, entre otros. Un sistema que, de nuevo, plasmó la película Minority Report de Spielberg y que fue visto por primera vez en la feria CeBIT 2008 de Hannover bajo el nombre de iPoint Presenter.
En concreto, fue desarrollado por el Instituto Fraunhofer de Telecomunicaciones de Berlín, y consiste en una unidad móvil de control que detecta y rastrea los dedos de la mano del usuario sin necesidad de que se produzca contacto sobre superficie alguna. El sistema cuenta con varias cámaras que hacen posible que el ordenador observe a la persona que tiene frente a él.
CONTROLAR DISPOSITIVOS CON LA MENTE
Respecto a controlar dispositivos y objetos con la mente, Star Wars fue una de las primeras en hacerlo (más allá de lo que se mostraba en Matilda, por ejemplo). Un habitual de nuestros días y un campo en el que se produjo un gran salto en 2012. Ese año se llevaron a cabo mejoras significativas en BrainGate, un implante neural e interfaz cerebro-máquina que hace posible precisamente esto: controlar a esta segunda con la primera.
El caso de Cathy Hutchinson, una mujer paralizada que consiguió beber gracias a un brazo robótico controlado por su cerebro, fue uno de los más sonados. Actualmente, las prótesis con sensores y control mental constituyen una realidad habitual. Los hay desde que permiten al sujeto controlar el movimiento del tobillo y el pie, hasta otros capaces de prevenir lesiones y permitir al paciente recuperar el sentido del tacto.
Si hablamos de implantes, por otra parte, resulta imprescindible mencionar Six Million Dollar Man y a La mujer biónica, dos filmes de finales de los 70 que hicieron soñar a médicos y amantes de la robótica pero que no han tardado demasiado en salir a la luz, tal y como hemos comentado.
Samsung fue otra de las primeras –en 2013- en probar a controlar una tablet con la mente. Lo hizo empleando un gorro de electrodos capaz de medir lo que dice nuestro encefalograma y traducirlo en comandos concretos para el dispositivo. Otros de los dispositivos de actividad cerebral más conocido en este ámbito es Emotiv Insight, financiado a través de Kickstarter y con múltiples posibilidades. Volviendo a La Guerra de las Galaxias y relacionado con este gadget, IMB lo utilizó para dirigir un robot BB-8 .
TABLETAS
Odisea en el Espacio, estrenada en 1968, también nos enseñó algo muy parecido a las tabletas táctiles existentes en la actualidad. Un concepto que también aparecía en Star Trek, pero cuyo funcionamiento pareció concretarse un poco más en la que fue una de las grandes obras maestras de Stanley Kubrick. De hecho, incluso el tamaño y el aspecto resultan escalofriantemente parecidos.
HOLOGRAMAS
Somos muchos los que nos criamos con las proyecciones holográficas o imágenes tridimensionales de La Guerra de las Galaxias. Una tecnología que hoy puede verse desde en platós de televisión hasta en actuaciones que conmemoran el fallecimiento de reyes del pop como Michael Jackson.
Los hay tanto estáticos como interactivos. Respecto a estos últimos destacamos el desarrollado por la Universidad de Tsukuba, el Instituto Tecnológico de Nagoya y el Digital Nature Group, que inventaron uno háptico, capaz de reaccionar al contacto humano. Una característica más que destacable si tenemos en cuenta que hace tan solo unos años tocar un holograma podía ser prácticamente mortal.
PANTALLAS FLEXIBLES
En cuanto a las pantallas flexibles, se trata de un invento relativamente nuevo, que la película Planeta Rojo (del año 2000) ya nos enseñó brevemente durante una excursión espacial de sus protagonistas, que las guardaban en los bolsillos del traje de astronauta sin complicaciones. Samsung empezó a mostrar algunos prototipos al respecto en 2011 y Nokia Kinetic Labs también se encuentra trabajando desde entonces en este tipo de pantallas moldeables.
No obstante, todavía no se encuentran en el mercado, sino que se trata de patentes y prototipos; algo que podría cambiar en breve. De hecho, LG anunció que empezaría a fabricar las suyas este año 2016, de manera que su aterrizaje no se hará mucho de rogar. Xiaomi es otra que está apostando por esta clase de display.
INTERFONO Y VIDEOCONFERENCIA
Los Supersónicos ha sido otra de las series televisivas que más gadgets futuristas se atrevió a enseñarnos. El interfono, con cámara de vídeo incluida, fue uno de ellos. Las videoconferencias que tenían lugar entre el padre y su indeseable jefe Júpiter también fueron precursoras de herramientas como Skype, Hangouts y similares.
Facetime, Jitsi, Oovoo, Tango, Viber y Wechat son otros ejemplos. Su empleo, en todo caso, puede llevarse a cabo a través del teléfono móvil, a diferencia de lo que se mostraba en la saga, donde existía la limitación de la pantalla del monitor.
ROBOTS DOMÉSTICOS
Los robots domésticos fueron otra de sus grandes predicciones de la serie de dibujos a la que nos hemos referido en el punto anterior, aunque quizás todavía no hemos llegado a alcanzar el nivel de la Robotina, de Anna Barberá. Nos quedamos con iRobot de Roomba y con Asimo, un humanoide inteligente de Honda, que interactúa con lo que le rodea y puede esquivar a personas, encender luces, cargar distintos objetos y cerrar y abrir puertas.
Encontramos otros robots que son capaces de cocinar como Motoman SDA10, un androide de la compañía japonesa Yaskawa que nos brinda la oportunidad de darle órdenes para que nos haga distintas recetas a nuestro gusto. Un ámbito que ya abarcamos con mayor profundidad en nuestro artículo sobre Gastrotecnología.
MEDIOS DE TRANSPORTE VOLADORES
En Regreso al Futuro Parte I y de nuevo en Los Supersónicos, los coches voladores forman parte de la realidad de sus protagonistas. No fue hasta 2013 cuando pudimos empezar a ver los Terrafugia Transition, un híbrido entre un coche y una avioneta cuyo precio inicial fue el de 279.000 dólares y que es capaz de doblar las alas para que podamos estacionarlo en el garaje de nuestra casa.
También podemos ver este tipo de vehículo en El Quinto Elemento (1997) y en Blade Runner (1982). Otro medio de transporte que surca el aire y que, en esta ocasión, nos enseñó Regreso al Futuro, es la patineta voladora. Un prototipo que hizo realidad Lexus con su hoverboard, que se desplaza sin tocar el suelo, gracias a un campo magnético creado con hidrógeno.
ESCÁNER FACIAL
El escáner facial de Minority Report también tiene cabida en esta lista, pues se trata de algo muy parecido a los sistemas de reconocimiento facial, ya presentes en algunos ordenadores y teléfonos móviles. Se emplean, tal y como pronosticó la película en 2002, como sistema de identificación y seguridad.
Destacamos el lanzado por el FBI hace tan solo dos años y denominado Next Generation Identification System. Aquí también resulta necesario referirse a algo más sencillo: el sistema que integran las cámaras de nuestros smartphones y que es capaz de detectar las sonrisas de los sujetos protagonistas de la foto.
Tal está siendo la apuesta por este tipo de sistema que la Electronic Frontier Foundation recientemente ha advertido de sus peligros, en concreto de que amenaza a la privacidad “mucho más de lo que el público cree”, y de que estos sistemas se han convertido en algo omnipresente, tanto en los sistemas de vigilancia como en redes sociales como Facebook, que los emplean para saber quién se encuentra en las fotos que subimos a la plataforma.
CONSIDERACIONES sobre las tecnologías del futuro
Por supuesto, el cine y la televisión no han sido los únicos que han atinado con sus predicciones, sino que también lo ha hecho la literatura en múltiples ocasiones. Fue el caso de Edward Bellamy, que ya en 1888 y en su Looking Backwards describió por primera vez algo muy similar a las tarjetas de crédito. El archiconocido Mark Twain hizo lo propio en 1898, con un relato corto titulado From the London Times of 1904. En él hablaba de algo llamado “telestroscope”, un sistema de funcionamiento idéntico al de Internet.
Al margen de la tecnología, no podemos dejar de mencionar a Julio Verne –con su alunizaje, viajes submarinos y demás- y a H.G. Wells. Este último describió una suerte de bombas atómicas en su obra The World Set Free, un libro que publicó en 1914, más de 30 años antes de que tuvieran lugar las catástrofes de Hiroshima y Nagasaki.
Para acabar, comentaremos que, de la misma manera que lo logró antaño, la ciencia ficción actual podría llegar a plasmarse en un futuro no muy lejano. Series como Black Mirror –en las que podemos ver escalofriantes referencias a la evolución de las redes sociales y su impacto en la sociedad- y la recién estrenada Westworld –que nos recuerda en cierta manera a los juegos de realidad virtual que pueden disfrutarse con las HTC Vive y similares- podrían marcar el rumbo.
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