El ligoteo face to face, el cruce de miradas en la pista de baile y los nervios de la primera cita tienen los días contados. Con la llegada de las nuevas tecnologías las apps para ligar se han convertido en la herramienta perfecta para romper el hielo y encontrar pareja.
Esta nueva forma de relacionarse y de buscar pareja es objeto de estudio en el ámbito de las ciencias sociales, que investigan cómo hemos llegado a la cultura match y del swipe a izquierda o derecha en Tinder.
Según recoge la Agencia Sinc, un estudio elaborado por el Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza apunta que existen estigmas asociados al uso de estas aplicaciones de citas. Asimismo, han observado que no existen patrones de personalidad entre los usuarios de estas apps, mostrando la misma heterogeneidad que en cualquier ámbito de la vida off line.
Por otro lado, este estudio ha concluido que los usuarios que usan estas aplicaciones son mayoritariamente los hombres y personas mayores sin una relación estable. También que los usuarios valoran mejor el sexo sin compromiso, pero que le otorgan la misma importancia que a la búsqueda de pareja a largo plazo.
apps de citas y relaciones duraderas
Los investigadores se preguntaron si estas dos cuestiones podrían ser compatibles. “Empezamos a sopesar que no son dos polos opuestos, sino que unas personas pueden querer una pareja romántica y, mientras aparece esa persona, tener una o varias relaciones causales», plantea Castro a la Agencia Sinc. Este aspecto resulta novedoso en la investigación social sobre aplicaciones de citas y relaciones, ya que esta partía de la idea de que, si el usuario buscaba una pareja a corto plazo, no podría coexistir una orientación a largo plazo.
Para su estudio, Juan Ramón Barrada y Ángel Castro, dos doctores en Psicología e investigaciones en Ciencias del comportamiento, salud y tecnologías de la Universidad de Zaragoza, han utilizado Tinder y Grinder cada día en su trabajo para indagar sobre cómo los humanos, especialmente los jóvenes, de 18 a 26 años, encuentran pareja.
Tras plantear un perfil aproximado de los usuarios en estas apps de citas, los investigadores han centrado en Tinder su siguiente estudio con el objetivo de conocer que tienen en común los usuarios juveniles de estas plataformas, por qué pasaban tiempo en ella y si existía alguna correlación entre su uso y su bienestar psicológico, satisfacción sexual y conductas de sexo sin compromiso.
En esta línea, los jóvenes utilizan Tinder como curiosidad o un simple pasatiempo. En un segundo plano, lo emplean para la búsqueda de sexo rápido o de pareja a largo plazo, pero esta última con un porcentaje más bajo. Los investigadores han afirmado a la Agencia Sinc que “para los jóvenes Tinder es una herramienta más como Instagram, se trata con una normalidad absoluta”.
Por último, este trabajo señala el posible motivo del éxito de las apps de citas: es más probable que quien usa Tinder (o cualquier otra plataforma) encuentre pareja estable.