Los viejos usos artesanales siguen sobreviviendo en este tiempo de digitalización, impresoras 3D y realidad virtual. Mancharse las manos con barro resulta, a veces, tan importante como teclear un ordenador para reproducir, con volúmenes, un diseño bidimensional. Por lo menos es lo que sucede en el caso de SEAT, que ha empleado más de cinco toneladas de este material, cuatro modelistas y 320 horas para diseñar un coche nuevo, el SEAT Tarraco.
Los sistemas de recreación tridimensional convierten los trazos de un diseñador en un vehículo virtual. Sin embargo, las manos de un escultor siguen siendo necesarias para convertir por primera vez una idea en realidad. Así, cuatro modelistas se aplicaron durante 320 horas con la arcilla para crear una réplica de del Seat Tarraco, una vez que el interior del vehículo, las líneas exteriores y los aspectos aerodinámicos fueron recreados por ordenador.
diseñar un coche con lápiz, ordenador y arcilla
El papel y lápiz son claves a la hora de diseñar un coche. Una vez que llega la inspiración, el equipo de especialistas realiza miles de bocetos de los que, al final del proceso, solo se elegirá uno. Es entonces cuando entra en juego la tecnología 3D y los programas de maquetación que convierten estos esbozos en imágenes tridimensionales que permiten hacerse una idea más real de la funcionalidad del diseño del nuevo vehículo.
«Antes, con los renders, los diseñadores podían ver su trabajo con un 60% de realismo. Gracias a la virtualidad, esa cifra se eleva al 90%. Eso permite ahorrar mucho tiempo en el proceso de diseño», dice Manel Garcés, responsable de Visualización de SEAT.
videojuegos y primeras sensaciones
Posteriormente, mediante un simulador similar al de un videojuego, los ingenieros se ponen al volante del coche virtual para analizar las primeras sensaciones. Según SEAT, gracias a estas técnicas, se logra que el tiempo de producción sea 10 veces más rápido que con los procesos tradicionales.
Y es entonces cuando se crea el modelo de arcilla, esencial para apreciar a escala real los volúmenes de un nuevo coche como el Seat Tarraco. Los escultores dan forma al barro usando una espátula y una fresadora con la que perfilan, al milímetro, las líneas del futuro vehículo.
sensibilidad sobre la carrocería de arcilla
“Es un barro moldeable que, una vez seco, se puede imprimar y pintar y también reutilizar. Los responsables de estos diseños son unos modelistas que ponen su sensibilidad a la hora de implementar el factor humano en las formas del coche. Son profesionales muy buscados, porque no hay muchos”, explica Jordi Font, responsable del departamento de Color & Trim de Seat. El material moldeable es una gran ayuda para diseñar un coche pues permite hacer pequeños retoques si algún punto no funciona del todo bien.
Todo este proceso termina con la elección de los colores, las texturas del interior y exterior y los tapizados, tanto del volante como de los asientos o freno de mano. Se puede llegar a utilizar hasta tres kilómetros de hilo por color para tapizar manualmente los asientos o el freno de mano.
El trabajo del departamento de diseño encuentra su momento cumbre en el llamado ‘freeze design’, réplica en resina del producto final que sirve para dar el visto bueno final al nuevo modelo. Una vez concluido, el trabajo pasa ya a manos de los ingenieros.