Se llama Cities at Night y es un proyecto en el que trabajan astrofísicos de la Complutense para concienciar a la población sobre los inconvenientes de la contaminación lumínica. Y es que el exceso de luz artificial nocturna no solo nos impide ver las estrellas, sino que altera nuestro reloj biológico, lo que tiene efectos negativos sobre la salud humana. ¿Suena extraño? Pues así lo indican, por lo menos, los resultados del estudio realizado por la doctora Ariadna García-Saenz del Instituto de Salud Global de Barcelona, que relacionan la epidemiología del cáncer de mama y próstata con la exposición a la luz artificial nocturna, en especial, la de color azul. Además, la luz artificial nocturna, altera los ecosistemas suponiendo un peligro para plantas y animales.
El propósito de Cities at Night es usar el casi medio millón de imágenes que los astronautas hacen de nuestro planeta a diario desde la Estación Espacial Internacional para confeccionar el primer mapamundi nocturno de alta resolución. De esta forma, los científicos dispondrán de datos sobre iluminación nocturna a los que no habían tenido acceso hasta ahora. Estos mapas representan datos muy importantes para que los investigadores valoren los efectos de la contaminación lumínica, así como para mejorar nuestra eficiencia energética y controlar el gasto en alumbrado público.
Y es que la contaminación lumínica producida por el derroche de luz eléctrica se ha convertido en un problema medioambiental para muchos otros países. Algunos de ellos ya han empezado a intentar frenarla, como por ejemplo Noruega. Este país ha desarrollado farolas inteligentes que disminuyen su potencia cuando el tramo de carretera se encuentra vacío y se encienden cuando un automóvil se acerca.
17.000 voluntarios
Con la ayuda de más de 17.000 voluntarios y tres aplicaciones, los investigadores de la Universidad Complutense han clasificado, localizado y georreferenciado las imágenes. ‘Ahora se está trabajando en transformar estas aplicaciones en juegos, para que colaborar sea divertido además de útil para la ciencia’, cuenta Alejandro Sánchez, responsable del proyecto junto a Lucía García.
Estos científicos tienen abierta una campaña de crowdfunding para financiar el diseño e implementación de los videojuegos. Los voluntarios verán imágenes nocturnas de ciudades y tendrán que jugar a identificar de qué ciudad se trata para ir montando este mapa mundi que ya tiene una primera parte publicada en la web del proyecto.
vale, hay mucha contaminación lumínica, ¿debemos apagar las luces?
Los científicos son conscientes de la controversia que genera este tema cuando se habla de seguridad. “No se trata de apagar todas las luces, sino de usarlas sólo cuando es necesario, dirigirlas hacia el suelo y mantener niveles correctos de iluminación” comenta García. “Una carretera fuertemente iluminada con un alto contraste entre unas zonas y otras es más insegura que otra con una iluminación tenue uniforme.”
En las imágenes del nuevo mapa, los investigadores son capaces de identificar la tecnología de iluminación que se emplea en cada parte de la ciudad. La migración a tecnología LED conlleva habitualmente un cambio de color; se están instalando luces frías en lugar de cálidas y esto nos afecta negativamente, puesto que esta luz es más energética.