Detectar COVID-19 en una hora y en través de un app móvil es posible gracias a una técnica desarrollada por investigadores de EE.UU que permite detectar en la saliva la presencia del virus SARS-CoV-2 y sus variantes, incluida la variante Delta, de forma muy eficaz y a un bajo coste.
El dispositivo de diagnóstico, llamado miSHERLOCK, es fácil de usar y proporciona resultados que pueden ser leídos y verificados, en solo una hora, por una aplicación instalada en el smartphone. Distinguió con éxito entre tres variantes diferentes de SARS-CoV-2 en experimentos y se puede reconfigurar rápidamente para detectar variantes adicionales como la Delta.
eficaz también para la variante delta
El equipo de miSHERLOCK creó su dispositivo teniendo en cuenta los entornos de bajos recursos, ya que la pandemia ha sacado a la luz las grandes desigualdades en el acceso a la atención médica que existen entre diferentes partes del mundo. El hardware del dispositivo puede ser construido por cualquier persona con acceso a una impresora 3D, y los archivos y diseños de circuitos están disponibles públicamente en línea . El añadido de una aplicación para teléfonos inteligentes también está dirigido a entornos con recursos limitados, ya que el servicio de telefonía móvil está disponible prácticamente en cualquier parte del mundo, incluso en áreas de difícil acceso.
Los investigadores probaron su dispositivo de diagnóstico utilizando muestras clínicas de saliva de 27 pacientes COVID-19 y 21 pacientes sanos, y encontraron que miSHERLOCK identificó correctamente a los pacientes COVID-19 positivos en el 96% de las ocasiones y a los pacientes sin la enfermedad en el 95%. También probaron su rendimiento contra las variantes Alfa, Beta y Gamma del SARS-CoV-2 al agregar saliva humana sana con ARN viral sintético de longitud completa que contiene mutaciones que representan cada variante, y encontraron que el dispositivo era muy efectivo.
El equipo eligió usar saliva en lugar de muestras de hisopos nasofaríngeos como material de fuente de diagnóstico, porque es más fácil para los usuarios recolectar saliva y los estudios han demostrado que el SARS-CoV-2 es detectable en la saliva durante un mayor número de días después de la infección. Pero la saliva sin procesar presenta sus propios desafíos (produce una alta tasa de falsos positivos) que los investigadores han afrontado con una nueva técnica.