La misma cara en distintas monedas ¿has encontrado ya a tu doble?

dobleLa Universidad de Barcelona ha llevado a cabo un estudio que ha revelado que el parecido facial de un doble se asocia de forma directa con variantes genéticas compartidas entre las personas que se parecen.

Este nuevo estudio está liderado por Manel Esteller, genetista español que ha trabajado en el análisis de ADN de muchos ‘falsos gemelos’: personas que tienen un claro parecido físico facial pero que, a priori, no tienen un parentesco genético. Sin embargo, lo que ha demostrado el estudio es que dichas personas sí comparten variantes genéticas.

Estos resultados hacen que podamos entender por qué en redes sociales cada vez encontramos más “parecidos razonables” de famosos e influencers. Esto se debe a que al compartir ciertas variantes en su genética, dichas personas comparten también un parecido facial; algo que se ha demostrado gracias a realizar una serie de análisis de ADN a personas que se parecían aunque no fueran familia.

Doble, ‘look-alike’ o ‘doppelganger’

Cada idioma tiene también su interpretación gramatical para este tipo de parecidos o ‘clones’ que nada tienen que ver entre ellos, porque es algo que lleva ocurriendo desde que la humanidad existe, a pesar de que hasta ahora se achacaba a una mera casualidad. Nada más lejos de la realidad, dado que el ADN juega un papel crucial en el desarrollo de las facciones faciales y en el parecido entre individuos hasta encontrar a un doble.

Lo que se ha hecho en el estudio es recopilar material biológico de los individuos extremadamente parecidos y buscar una razón objetiva de su similitud. Y ¡Bingo! la genómica, la epigenómica y la microbiómica definitivamente tienen la capacidad de contribuir al parecido humano.

¿Tanto se parecen?

Bien es cierto que para que este estudio resulte totalmente objetivo, los sujetos debían cumplir con una serie de requisitos de parecido que se han medido de forma exhaustiva. Un avanzado sistema de reconocimiento facial basado en tres algoritmos distintos estableció que los parecidos eran realmente cercanos, mientras que las 32 parejas de participantes tuvieron que completar un cuestionario biométrico y de estilo de vida completo, además de proporcionar ADN de saliva para su posterior análisis multiómico.

parecido

Tras haber identificado a las parejas de participantes prácticamente indistinguibles entre sí, se llevó a cabo un análisis de su secuencia de ADN, su perfil epigenético y su composición particular de microbios, descubriendo que los dobles humanos comparten variaciones similares de su ADN, más concretamente en relación a los genes involucrados en la formación de la boca, la nariz, los ojos, la barbilla y la frente. Eso se traduce en una similitud lograda gracias a sus variantes genéticas y en rasgos dispares que surgen por culpa del contenido dispar de virus y bacterias entre individuos.

Tiene varios usos

Debido a que esta serie de ‘parecidos’ no solo se ciñe a las características faciales y se ve reflejada también en otras propiedades físicas de un doble como la altura, el peso o a rasgos del carácter y el comportamiento como el tabaquismo o la educación. Este descubrimiento podría incluso tener aplicaciones de cara a la medicina forense y la criminalista.

A pesar del pequeño tamaño de la muestra, los resultados pueden proporcionar una base molecular que sirva para aplicaciones en campos como la biomedicina, la evolución y la medicina forense. Se establece una base para diagnosticar enfermedades genéticas solo con el análisis de la imagen y la forma de la cara; mientras que permite reconstruir la cara de una persona a partir de una muestra de ADN desconocida, pudiendo identificar a un criminal incluso antes de haberlo visto.

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