¡Eh, que ese robot tiene mi cara! Literalmente

Cuando vemos por primera vez a un recién nacido, aún con sus rojeces y arrugas varias, nos empeñamos en sacar una serie de parecidos que la mayor parte de las veces están tan solo en nuestra cabeza.

Que si tiene los ojos de la madre, la nariz del padre o los labios de la abuela. Suposiciones varias que entrañan una tremenda ilusión para aquella persona a la que supuestamente se parece el bebé. Pues bien, imaginaos que en vez de sacarle parecidos a una pequeña criaturita tenemos la suerte de que una auténtica línea de robots luzca nuestro rostro y lo lleve con orgullo por el largo y ancho de nuestro mundo.

La cosa puede sonar muy marciana e incluso un poquito narcisista pero esta es la petición de una empresa que está buscando el rostro perfecto para crear toda una flota de robots asistentes.

¡Cómo me parezco a ese robot!

Ceder nuestra cara a un robot tiene un precio que alcanza los 115.000 euros por lo que no es en absoluto descabellado prestar nuestro amable rostro para esta tarea. La empresa de robótica Geomiq ha sido la encargada de anunciar la noticia en su página web pero sin revelar la empresa que ha solicitado la cara en cuestión. Ya sabemos cómo va esto de la confidencialidad.

No se especifican los requisitos de esta futura cara robótica por lo que la inscripción está abierta para todos aquellos que estén dispuestos a que su rostro se reproduzca miles de veces en todo el mundo. Eso sí, tal y como asegura Geomiq, el propósito de los robots será actuar como una especie de amigo virtual para las personas mayores, así que, absténgase las caras poco amigables.

robot

La compañía que solicita tan insólitos servicios está financiada con fondos privados y el proyecto en cuestión lleva 5 años en desarrollo. Tal y como aseguran desde la página de Geomiq, lo más probable es que, una vez localizado el rostro perfecto, el robot se comience a comercializar los antes posible.

Los interesados pueden presentar su candidatura, y por supuesto sus preciosas caras, en la web de Geomiq pero nadie les dará más detalles sobre el proyecto hasta que pasen la primera fase. La empresa avisa sobre la importante decisión que supone prestar nuestra cara para tan noble misión así que, impulsos a parte, es importante darle unas cuantas vueltas al asunto antes de entrar en materia.

Robots para paliar la soledad

Como hemos podido ver, esta misteriosa flota de robots que, tal vez, lleven la cara de alguno de nosotros, tienen como fin acompañar a las personas mayores pero esta no es la primera vez que las máquinas se convierten en un aliado para los más veteranos. La Universidad Politécnica de Valencia, la Universidad de Alicante y la Universidade do Minho crearon un robot interactivo, llamado Pharos, para ayudar a las personas mayores en sus actividades físicas diarias en el hogar, según informaba SINC. 

El objetivo de este proyecto no era otro que convertir a Pharos en un compañero más de las personas mayores, un asistente virtual, amigable y de fácil uso que además recomienda actividades físicas especializadas para cada usuario con la intención de garantizar o, al menos procurar, un envejecimiento saludable y activo.

Pharos es una evolucion de Pepper, humanoide de 120 centímetros, programable y diseñado para interactuar con personas. Su tecnología le permite detectar tanto el lenguaje verbal como el no verbal, la posición de la cabeza y el tono de voz, para reconocer el estado emocional e individualizar cada interacción. Esto provoca un sentimiento de empatía y una conexión entre robot y usuario que favorecen una comunicación eficaz y ayudan a paliar los efectos de la soledad.

Imágenes: Pixabay y UA

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