España parece que no es país para emprendedores según se desprende del informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2017/2018 en el que nuestro país aparece en el puesto 44 de un total de 54 en cuanto a espíritu emprendedor. En este mismo estudio, los encuestados señalan a las cargas fiscales, la excesiva burocracia y la falta de formación para el emprendimiento en las escuelas como los tres factores peor valorados a la hora de lanzarse a emprender. Además se percibe la actividad emprendedora como poco valorada por el entorno. Ante esta situación, existen dos opciones: acurrucarse en un rincón a llorar o preguntar a expertos para encontrar alguna luz sobre cómo se debería conjugar el verbo emprender en España.
la ceguera del emprendedor
En primer lugar conviene fomentar la cultura del éxito después del fracaso ya que El 90% de las startups españolas no llega al tercer año de vida. Emilio Marquez, conector entre profesionales, Profesor de Marketing Online y Youtuber sobre Negocios Digitales lo deja claro: “si vas a emprender, será mejor que lo asumas desde el primer minuto: fracasar forma parte del proceso. Además de ello, es fundamental evitar a toda costa la ceguera del emprendedor, esto es, aprender a dejarse aconsejar por quienes nos rodean. Que luches y ames tu proyecto no debe llevarte a no reconocer los posibles errores que termines cometiendo durante el camino. La capacidad de autocrítica es otra de las armas imprescindibles que debe blandir el emprendedor”.
Pako Rodríguez fundador de startupscolaborativas.com y autor del libro Startups Colaborativas y otras historias del sector cree que estas aptitudes habría que fomentarlas desde la escuela. “Queda mucho por hacer para fomentar el espíritu emprendedor entre los más jóvenes, por ejemplo, haciéndolos salir de la zona de confort desde las etapas más iniciales y favoreciendo el desarrollo de la creatividad para la resolución de problemas y necesidades”, apunta.
Margarita Núñez Canal sigue esta línea en su libro La educación emprendedora en la enseñanza escolar en España, en el que la académica subraya la necesidad de la formación en la competencia emprendedora desde la primera etapa escolar, de educar a los ciudadanos para que sepan captar las oportunidades de necesidad y utilidad social de los nuevos bienes y servicios.
emprender en españa como deporte de riesgo
Más allá de la educación, Pako Rodríguez apunta a otros elementos estructurales que convierten al emprendimiento en un deporte de riesgo. “Seguimos siendo poco competitivos a la hora de iniciar un negocio a causa del exceso de burocracia y de tener que empezar a pagar mucho antes de poder facturar –todo ello a cambio de un sistema de protección en cuanto a desempleo, bajas laborales y pensiones que deja mucho que desear.”
Por lo que parece estamos muy lejos de ese “Estado Emprendedor” preconizado por Marianna Mazzucato. Según explicó esta experta a Nobbot, estamos viviendo en un periodo en el que “no tenemos clara la política europea, cuál es el papel de lo público y del estado” que, en su opinión, se debe dividir en tres pilares: reducir los riesgos, resolver fallos de los mercados y establecer las reglas del juego adecuadas para evitarlos. Borja Adsuara, que fue director general de Red.es, asegura que la principal barrera y obstáculo de las start-up es el derecho administrativo. El “esto nunca se ha hecho” o el “esto siempre se ha hecho así” son, en su opinión, algunas de estas barreras.
Otro experto, Arun Sundararajan, se lía la manta a la cabeza y señala que la solución estriba en que el Estado delegue su acción legislativa en manos de otro, del que tenga todos los datos, toda la información para hacer estas normas. Tenemos el caso de los hoteles: no es lo mismo regular para 15 cadenas que para un millón de propietarios que alquilan su casa en Airnbnb”.
Según José Luis Zimmermann, director general de Adigital, « vivimos en una sociedad hiperregulada y la regulación tiende a proteger ciertos sectores. Hay que plantearse si esa regulación está creada para el interés general o no, y si esa regulación, en el caso de que se relaje, va a traer más beneficios que contrapartidas. En el caso de que vaya a tener más beneficios, hay que tomar la decisión de bajar esa regulación y liberalizar, que haya competencia y ver cómo se desarrolla»
Desde la Asociación Adigital apuntan a la educación, la regulación inteligente, la digitalización, el fomento del talento y un nuevo marco laboral como elementos claves a tener en cuenta por el Estado para que emprender en España no sea llorar.
start-ups colaborativas
Pako Rodríguez destaca también la necesidad de ofrecer estímulos para los inversores, en especial cuando estos son los propios emprendedores, a pesar de la mejora de la inversión en los últimos tiempos. “Cada euro que gastamos en pagar, no ya antes de ser rentables, sino antes de haber facturado un céntimo, es un euro que no invertimos en generar un valor mucho mayor y empleo”, explica.
España cerró 2017 con 840 millones invertidos en startups y esta cifra, aunque inferior a la de países de nuestros entorno como Reino Unido, Alemania y Francia, supone un 46% más que el año anterior. Quizás muchos españoles, víctimas del desempleo, hayan decidido invertir todos sus ahorros en un negocio propio o quizás se esté empezando a esbozar un ecosistema inversor más eficiente.
En este punto, adquiere una gran importancia la economía colaborativa a la que Pako Rodríguez ha dedicado su libro Startups Colaborativas y otras historias del sector. En este texto, su autor pone de manifiesto la gran riqueza que ofrece un sector que aún está en fases muy iniciales y que tiene mucho potencial. «Nos encontramos en un sector que necesita aún mucho debate constructivo para seguir creciendo de la manera más sana posible, y que requiere de la participación, no sólo de emprendedores y usuarios, sino también de las administraciones públicas, las grandes empresas y el mundo académico». Este libro recopila más de cuarenta artículos escritos desde el año 2014 con la economía colaborativa como epicentro y puede servir de mapa para nuevos profesionales que se lancen a la aventura de emprender en España.
colaboración público-privada
Por último, iniciativas como Sé + Digital de Orange y la EOI suponen un soplo de aire fresco en un entorno muy necesitado de ello y un ejemplo de colaboración público-privada en el ámbito de la formación y el emprendimiento. Se trata de un programa de formación online, gratuito y certificado por la EOI, para desarrollar habilidades digitales y mejorar en actividades profesionales, emprender o hacer negocios a nivel local. Desde su lanzamiento, en marzo de 2016, ‘Sé Digital’ ha formado a más de 7.500 personas de 130 municipios de toda España, interesadas en conocer las oportunidades de negocio que les pueden ofrecer las TIC para participar en la nueva economía global desde sus localidades.