Un buen dato el que nos ha dado a conocer el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Y es que con 1.851 donantes y 4.769 órganos trasplantados en 2015, España encabeza una vez más -y van 24- el Registro Mundial de Trasplantes, que desde hace 10 años gestiona la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) en colaboración con la Organización Mundial de Salud (OMS).
Estos datos se recogen en Newsletter Transplant 2016, la publicación oficial de la Comisión de Trasplantes del Consejo de Europa, que es editada por la ONT y que es una de las fuentes más fiables de información sobre donación y trasplante de órganos en el mundo, ya que recaba información de 112 países. Según las cifras del pasado año, el total de órganos trasplantados en el mundo se elevó a 119.873, un 1,65% más que en 2014, gracias a la generosidad y la solidaridad de los 27.937 donantes que ofrecieron sus riñones, hígados o corazones para prolongar la vida de otros.
CASI EL 18% DE LAS DONACIONES DE LA UE SE EFECTUARON EN ESPAÑA
Los españoles podemos felicitarnos porque, con una tasa de 40,2 donantes por millón de población (p.m.p.), somos el país más comprometido desde hace casi un cuarto de siglo con esa labor tan importante que es la donación de vida. Aunque sumanos sólo el 0,6% de la población mundial, en nuestro país se llevaron a cabo el 17,6 % de todas las donaciones de órganos en la Unión Europea en 2015 y el 6,7 % de las registradas en el mundo.
Nos sigue Croacia, que alcanza también los 40,2 p.m.p., si bien sus 169 donantes y 399 órganos trasplantados en el año se mantienen a larga distancia de los registros de nuestro país.
La publicación de estos datos supone una oportunidad más cada año para recordar la trascendencia de la donación de órganos. Y es que, aunque el registro histórico demuestra que el número de trasplantes en el mundo se ha incrementado el 15% en los últimos cinco años, tanto la ONT como la OMS advierten de que las donaciones siguen estando muy por debajo de las necesidades mundiales de trasplantes, ya que representan sólo el 10% del total.
Congratulémonos, por tanto, pero no caigamos en la euforia. Aún queda mucho camino por recorrer y la educación de la población sobre la urgencia de donar vida debe seguir siendo una prioridad en nuestra sociedad presente y futura.