En Hoja de Router han elaborado un interesantísimo reportaje sobre Factor-P, considerado el primer ordenador fabricado en España, lleno de detalles curiosos y con ese retro «vintage» que tango nos gusta en nobbot. Para documentarse, Cristina Sánchez conversa con Joan Majó, fundador de Telesincro, la empresa que creo esta vetusta computadora que nació en 1966 hace ya 50 años. El que después sería Ministro de Industria y Energía da un repaso en primera persona a los orígenes del digitalismo nacional y aquí reproducimos algunos extractos de esta pieza de periodismo nostálgico cuya lectura íntegra os recomendamos.
factor P y las 200.000 pesetas
Para fundar Telesincro“ pusimos cada uno 200.000 pesetas, que en aquella época no era nada despreciable”, rememora Joan Majó. Cuadros eléctricos, automatismos para la industria textil o maniobras de ascensor fueron las primeras creaciones de la empresa barcelonesa, obsesionada con reemplazar los relés por transistores.
Por entonces, un representante de Philips les ofreció “un producto nuevo” al que llamaban “circuito integrado”, aunque no era completamente electrónico: PRIMA. En 1966, cuando el negocio de Telesincro iba viento en popa, construyeron su propia PRIMA. La llamaron Winner-Contafac primero y Factor-P después. Constaba de una máquina de escribir de IBM y de una unidad electrónica que realizaba las operaciones necesarias para imprimir las facturas.
“Fue el primer ordenador que se fabricó en España”, afirma con rotundidad Joan Majó. “Lo que sí se puede decir es que es la primera máquina electrónica sofisticada con programa fabricado en España con tecnología fuertemente influenciada por Philips”, matiza Jordi Vidal, otro de los miembros destacados de Telesincro.
concepción revolucionaria
“El nuevo computador de concepción revolucionaria diseñado para la solución de problemas de facturación, contabilidad, estadísticas, nóminas, ‘stocks’, etc.”, anunciaba un folleto de la época. Hasta don Juan Carlos de Borbón, que por entonces no era rey de España, se “mostró particularmente interesado en conocer el computador electrónico FACTOR/CONTAFAC” en la feria SIMO celebrada en 1968.
Desde entonces, cada año lanzaron un nuevo ordenador que duplicaba la memoria del anterior: la especie Factor evolucionó así al Q y al R, que operaban con fichas de banda magnética.
factor S
Un de estas evoluciones, el Factor-S, fue el primer ordenador de diseño 100 % nacional y era muy avanzado. En él se reunían “equilibradamente las más avanzadas técnicas aplicadas a ordenadores”, según su folleto informativo. Poco tenía que ver con sus hermanos mayores. El Factor-S disponía de programa almacenado, como cualquier ordenador moderno, y de una pequeña memoria central, de entre solo 2 kilobytes a 8 kilobytes, debido a que era muy cara en aquella época.
La complementaba con una memoria externa (un tambor magnético de diseño propio) de 32 kilobytes. “ [Fue] un auténtico precursor del disco duro en Europa, absolutamente ausente entre la competencia, y que tardó 11 años en ser lo normal en pequeños equipos”, señala Majó. Además, almacenaba mucha más información en los recién aparecidos casetes.
Fuente: Hoja de Touter