Desde que el coronavirus llegó a nuestras vidas y comenzamos a ver las paredes de nuestra casa más tiempo del deseado, las videollamadas se han convertido en una herramienta indispensable para soportar la distancia. Aunque sea a través de una pantalla, podemos reunirnos con nuestros seres más queridos para, al menos, lograr que el tiempo pase un poco más rápido.
Sin embargo, no todas las videollamadas son igual de agradables que unas cañas con amigos. Y es que a más de uno le habrá pasado eso de que a su jefe se le antoje verle vía internet. Y ya os lo decimos, la combinación pantalones del pijama y chaqueta de traje no favorece nada.
Precisamente para evitar ese mal rato, Matt Reed, un tecnólogo creativo ha encontrado una solución como poco extraterrestre para todas aquellas videollamadas que no tengáis muchas ganas de hacer.
Zoombot, responde esas videollamadas por mí
La extraña a la par que irónica idea de Reed para escaquearse de las videollamadas más pesadas pasa, como no, por la inteligencia artificial. Partiendo de una grabación de Quicktime, este tecnólogo ha creado un zoombot (nombrado así por la conocida aplicación de videollamadas que ha utilizado, Zoom) de sí mismo capaz de dar el pego en toda videoconferencia que se tercie.
Después de este primer paso, Matt Reed creó una aplicación web HTML personalizada que consta de una biblioteca de código abierto llamada Artyom.js para escuchar y responder a las indicaciones. El zoombot, o alter ego (como prefiráis llamarlo), está programado para responder de determinadas maneras después de escuchar ciertas frases. Esta fue quizá la parte más importante del proceso. Por último, y no por ello menos importante, Matt Reed empleó un software conocido como ManyCam para crear una entrada de vídeo.
En las grabaciones mencionadas Reed aparece con distintas expresiones de las que tomó capturas de pantalla. Superponiendo una tras otra, da la sensación de que tenemos una mala conexión a internet, algo bastante común en cualquier videollamada. Además, el zoombot será precisamente el encargado de avisar al resto de usuarios de ese supuesto fallo en la red.
No penséis que este zoombot, aunque gracioso, es infalible ya que las variaciones en el lenguaje humano pueden provocar ciertos errores de entendimiento por parte del chatbot. De hecho, este invento de Reed es bastante lento, no parpadea y tiene una voz robótica un tanto siniestra. Pero oye, si cuela…
Reed respondió a una queja que encontró en Twitter que, seguramente, muchos de vosotros secundaréis. Un usuario decía no tener tiempo de hacer absolutamente nada porque pasaba las horas metido en videollamadas. Y seguro que no es el único.