George Bernard Shaw decía que la juventud es una enfermedad que se cura con los años y, ahora, un estudio parece darle la razón. Por lo menos en lo que de narcisista tiene la lozanía de cuerpos y espíritus.
Y es que no hay nada como cumplir años para darse cuenta de que, aunque nos creyéramos el centro del mundo antes de la llegada de las canas, todo se trataba de un error. El “yocentrismo” de la juventud es algo que se pasa a medida que el vendaval de la vida va erosionando nuestro cuerpo y la flacidez se instala donde antes había tersura. El cuerpo, a no ser que se haya trabajado en el gimnasio, se torna fofo, aparecen extrañas pilosidades en zonas antes expuestas a la meteorología y nuestra cabeza empieza a olisquear la tierra donde yacerá.
Muy Interesante que investigadores de la Universidad de California entrevistaron a 486 estudiantes en 1992 y, 23 años después, han vuelto a contactar con 237 de ellos para comprobar cómo ha afectado la edad a la evolución de su narcisismo. Para ello, se centraron en aspectos como la vanidad, la creencia en sus propias cualidades de liderazgo y su tendencia a sentirse con “derecho a”.
Leemos enEmily Grijalva, coautora del estudio, señala que con la llegada de la madurez (sea eso lo que sea), las personas se muestran emocionalmente más estables, menos ansiosas y deprimidas. De ser ciertas estas conclusiones, habrá que achacar este hastío que sentimos algunos cincuentones a una “joie de vivre” mal entendida.
el narcisismo de la juventud es lo opuesto a la madurez
Dice Grijalva que el narcisismo es lo opuesto a la madurez y señala que su trabajo debería consolar a esos padres preocupados por el narcisismo de sus hijos. Que les den tiempo.
Eso sí, el narcisismo no disminuye en todos los casos por igual. Por ejemplo, la vanidad disminuyó más en aquellos que entablaron relaciones románticas estables y con niños, pero se redujo significativamente menos en los adultos de mediana edad que habían experimentado más eventos de vida negativos que sus pares. ¿La arrogancia como estrategia de defensa?
Identificaron, además, que los participantes que habían recibido una clasificación de vanidosos en su primera entrevista tenían más probabilidades de experimentar relaciones inestables, con una mayor probabilidad de divorcio. También tuvieron menos hijos.
ponga un egoísta en su organización
Por otra parte, descubrieron que los adultos jóvenes narcisistas tenían más probabilidades de terminar en trabajos de supervisión 23 años después, «lo que sugiere que los individuos egoístas y arrogantes son recompensados ??con roles de mayor poder en las organizaciones», dijo Grijalva.
«Además, en las personas que supervisaron a otros, el narcisismo disminuyó menos desde la edad adulta hasta la mediana edad, lo que significa que los roles de supervisión ayudaron a mantener los niveles anteriores de narcisismo». Los autores consideran que la capacidad de liderazgo es uno de los elementos menos patológicos del narcisismo…quizás para no molestar a sus jefes.