Los océanos cubren tres cuartas partes de la superficie de la Tierra y contienen el 97% del agua del planeta. En los últimos años, se han convertido en uno de los focos de atención ante la amenaza del cambio climático y la sobreexplotación de los recursos.
Gestionar de forma correcta el mundo marino se ha convertido en un reto que involucra muchos otros sectores. Hablamos al respecto con Marta Moyano, bióloga marina e investigadora de la Universidad de Hamburgo. Forma parte, además, de Los 100 de COTEC. Una plataforma de expertos impulsada por la Fundación COTEC para la innovación que busca visibilizar la Agenda 2030 de la ONU.
Marta Moyano es representante del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14: Vida Submarina. Sus metas principales buscan lograr la gestión prudente de los recursos marinos de aquí a 2025.
– ¿En qué estado se encuentran los océanos?
Creo que es una realidad para todo el mundo que los océanos están cada vez más calientes, más ácidos y más contaminados. Hay también zonas donde los niveles de oxígeno están decreciendo mucho, como el Báltico o las costas de California y Perú. Tenemos un gran reto ante nosotros para intentar seguir con el mismo nivel de consumo de recursos que tenemos en la actualidad, si a la vez queremos mejorar esta situación.
«La gestión de los océanos es uno de los grandes retos a nivel global»
– Según la ONU, seremos en 2030 unos 8.600 millones de personas. ¿Es posible combinar una gestión sostenible del ecosistema con la pesca para satisfacer las necesidades de toda la población?
Es fundamental poderlas combinar, porque no creo que dejar de comer pescado sea una solución. Tenemos que encontrar la manera de que sean compatibles. Y no solo la pesca, sino todas las demás actividades que tienen lugar en nuestras costas, como la acuicultura, el turismo o la generación de energía. La gestión de los océanos es uno de los grandes retos a nivel global. Tenemos que integrar todas estas actividades para ser capaces de mantener un ecosistema marino con buena salud.
¿Qué se está haciendo bien y qué se está haciendo mal para lograr una gestión sostenible de nuestros océanos?
En algunos lugares del mundo se está trabajando mucho para lograr una gestión integrada del ecosistema. Es decir, tener en cuenta el sistema al completo, incluyendo aspectos económicos y sociológicos, las rutas marítimas, los parques eólicos y un largo etcétera. No es sencillo, pero en muchas zonas del mundo, como el mar del Norte, se están dando pasos en la dirección adecuada.
«No se está haciendo lo necesario para frenar el cambio climático»
En otros no se está haciendo bien, por ejemplo en la zona del cuerno de África, donde la pesca comercial está desplazando a la tradicional. Uno de los grandes problemas que tenemos no solo a la hora de gestionar los recursos marinos, sino también los océanos, es no tener en cuenta el enfoque global. Por ejemplo, no se está haciendo lo necesario para frenar el cambio climático. O, como se le llama ahora, emergencia climática. Se trata de una emergencia de verdad, una crisis. Y es, probablemente, junto con la sobrepesca, la mayor amenaza que tienen los océanos y los animales que viven en ellos.
Es muy necesario que tengamos esto en cuenta y que haya un compromiso real con lo acordado en la Conferencia de Naciones Unidas Sobre Cambio Climático en París (COP21) para limitar el aumento de la temperatura global en menos de 2 °C. Esta es una de las metas relevantes para los ODS 13 (Acción por el Clima) y 14 (Vida Submarina).
– ¿Es posible recuperar un ecosistema dañado?
En ocasiones sí, pero no siempre. Depende del origen del problema. Hay veces que soluciones locales como crear una reserva marina y/o limitar la pesca de una especie puede permitir que determinados recursos marinos se recuperen. Este es el caso de la anchoa en el Cantábrico: se cerró la pesquería durante algunos años y la población se regeneró.
Sin embargo, en casos como el del arrecife de coral no es posible. El 50% de los ejemplares de la mayor parte de la gran barrera de coral de Australia están ahora blanqueados como resultado de dos olas de calor en 2016 y 2017 que tuvieron unos efectos devastadores. En este caso el problema radica en gran parte en el calentamiento global, por lo que acciones a nivel local se pueden considerar pequeños parches, pero no solucionarán el origen del problema.
«Hay que hacer mucho más que reducir la contaminación por plásticos para mejorar la situación de los océanos»
– Señalas el cambio climático y la sobrepesca como las principales amenazas para los océanos.¿Qué hay de la contaminación en general y los plásticos en particular?
La contaminación supone también un grave problema. Se están haciendo muy buenas campañas para visibilizarlo, sobre todo en lo referente al plástico. Hay fotos muy chocantes, como la de un albatros con el estómago lleno de este material, por ejemplo. Luego está el tema de los microplásticos y los nanoplásticos, que están entrando en las cadenas tróficas. Tiene que haber compromisos y soluciones desde las grandes empresas y los políticos para intentar atajar esto.
Sin embargo, a nivel de polución, hay más agentes a tener en cuenta, como los fertilizantes, los antibióticos y muchos otros químicos que van llegando al mar. Hay que hacer mucho más que reducir la contaminación por plásticos para mejorar la situación de los océanos.
– ¿Qué podemos hacer a nivel individual?
Hay muchas cosas que podemos hacer para mitigar nuestras emisiones de CO2 y la cantidad de energía que usamos. Intentar volar menos, usar más el transporte público y la bicicleta y ser conscientes de dónde viene nuestra comida, por ejemplo. Cada vez está habiendo más divulgación pero bajo mi punto de vista debe hacerse mucho más al respecto.
Cuando hablamos de las 3R (reducir, reutilizar, reciclar), nos olvidamos a menudo de reducir. Para mí es la más importante porque creo que es uno de los grandes retos que tenemos como sociedad. Cada vez somos más y queremos seguir consumiendo al mismo ritmo. No solo creo que no es sostenible, sino que creo que no es posible.
Sin embargo, soy optimista y creo que como sociedad vamos a ser capaces de modificar nuestros hábitos y de conseguir que los políticos hagan cambios. De lo contrario, los escenarios que vamos a presenciar van a ser muy duros. Y, aunque nosotros como ciudadanos tenemos una serie de responsabilidades, muchos de los cambios tienen que venir desde arriba. Necesitamos que nuestros océanos estén vivos y en buenas condiciones.
«La investigación es más importante que nunca y va mano a mano con la comunicación»
– ¿Hasta qué punto son importantes los océanos en nuestra vida?
Condicionan desde el oxígeno que respiramos hasta al clima, pasando por nuestros alimentos. Son la mayor fuente de proteína del mundo, absorben el 30% del CO2 que producimos y producen el 50% del oxígeno que respiramos. Todos estos porcentajes cambian cuando el océano se calienta y cambia, por lo que tenemos muchos retos por delante. Necesitamos saber más sobre cómo funciona.
– La ONU ha proclamado el periodo 2021-2030 como la Década de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible. ¿Qué importancia tienen la actividad científica y la divulgación para lograr los objetivos?
Está claro que para proponer soluciones necesitamos comprender cómo hacemos las cosas, y para poder comprenderlo necesitamos la investigación y necesitamos la ciencia. Esto supone no solo ciencia aplicada sino también la básica, necesaria para entender tantas cosas.
La investigación es más importante que nunca y va mano a mano con la comunicación. Creo que se está fomentando mucho más la divulgación. Por ejemplo, muchas fuentes de financiación exigen que se cuente con un plan para comunicar tu trabajo. Programas de televisión como ‘Órbita Laika’ acercan también muchos temas a la sociedad.
– ¿Y la educación en temas de medioambiente y reciclaje?
Es fundamental para todos, sobre todo para las nuevas generaciones, que serán quienes estén en el poder dentro de 30 años y podrán cambiar las cosas. Debería enseñarse en las escuelas y promocionarse para que seamos conscientes de lo que el medio ambiente significa para nosotros y nuestra vida, y hasta qué punto dependemos del mismo.
– ¿Qué papel juega COTEC?
Su labor divulgativa es muy importante. Está realizando muchas actividades, como los Imperdibles, que tratan temas relacionados con ciencia e innovación. Debaten temas muy interesantes, señalan problemas y explican cómo pueden solucionarse. Por ejemplo, con ‘Reiniciar la Uni’ debaten, entre otras cosas, la función de la educación universitaria y si tenemos que cambiar el perfil docente tal y como lo conocemos.
«La tecnología es esencial para nuestra vida, para cualquier campo, las ciencias marinas entre ellos»
– Otro elemento fundamental para alcanzar los ODS es la tecnología. ¿Qué posibilidades ofrece a la hora de proteger los ecosistemas?
La tecnología es esencial para nuestra vida, para cualquier campo, las ciencias marinas entre ellos. Se han desarrollado, por ejemplo, cámaras para controlar la pesca. Con ellas es posible detectar qué especies se pescan y con qué redes, para asegurar que la gente no se salta las normas.
También se trabaja con sistemas autónomos y de visión artificial, como boyas que dan información sobre parámetros físicos y biológicos. Permiten obtener datos del plancton o los peces. Estamos aprendiendo mucho de su comportamiento gracias a estos desarrollos.
Otros sistemas que han cambiado nuestra forma de trabajar son los que permiten bajar a las profundidades. Han llegado a descender hasta la fosa de las Marianas, a unos 11.000 metros por debajo del nivel del mar. Gracias a esto avances podemos conocer qué hay allí abajo, qué especies hay y cómo viven. Hay mucho que no sabemos del océano profundo, que también juega un papel fundamental en el clima y el ecosistema marino.
– Más de tres mil millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento y de los océanos como fuente principal de proteínas. Sin embargo, en la actualidad los países dedican a las ciencias oceánicas entre el 0,04 % y el 4 % del dinero invertido en investigación y desarrollo (I+D). ¿Crees que esta situación puede mejorar?
Me parece que se tendría que invertir más. Debemos ser conscientes de que la investigación es uno de los motores de cualquier sociedad desarrollada. Nos va a dar nuevas técnicas y nuevo conocimiento para avanzar. Si no, vamos a tener que comprar esas técnicas y ese conocimiento a otros sitios. Es esencial y para todos los campos: industria, educación, medicina, salud…
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Imágenes | Marta Moyano, Unsplash/Markus Spiske, Unsplash/Sticker Mule, Unsplash/Ishan @seefromthesky