Mcdonalds es una marca que, nos guste más o menos, logra sorprender a todo aquel que se tercie. Parece que su apabullante publicidad o el hecho de haber cambiado el color de sus restaurantes para que parezcan más verdes que un prado cántabro no han terminado de convencer a una empresa que, si puede, siempre quiere hacerse notar un poquito más. Aprovechando que el pasado 20 de mayo fue el Día Mundial de las Abejas (especie que, por cierto, está en peligro de extinción), Mcdonalds tuvo la ocurrencia de construir un mini restaurante para estos insectos que tanto contribuyen a la salud del planeta. Aunque sea por captar la atención, muchas abejas agradecerán el gesto con entusiastas zumbidos.
Un Mcmenú con extra de polen
El pequeño establecimiento de Mcdonalds al que las abejas pueden acercarse ha sido bautizado como McHives y ojo, están destinados exclusivamente para ellas, no seamos intrusos por favor. El proyecto, que cayó en manos de la agencia NORDDDB, se ha desarrollado en Suecia después de que Mcdonalds detectará que en el tejado de muchos de sus locales de la zona había colmenas.
Nicklas Nilsson ha sido el encargado de construir este curioso mini restaurante y desde luego que ha tenido en cuenta las tendencias de decoración. A este Mcdonalds no le falta absolutamente de nada y, mucho menos, los ya míticos arcos dorados que despiertan barrigas desde la distancia. En cuanto a funcionalidad, debemos reconocer que McHives no es más que una estilosa colmena. En total, podemos encontrar 6 McHives en lo ancho y largo del territorio sueco. La idea de la marca, en teoría, no solo es poner el foco en las abejas, sino aumentar su compromiso con la sostenibilidad del planeta.
MCDONALDS: Un dudoso compromiso con los animales
A pesar de que Mcdonalds se ha empeñado en hacerse un lavado de cara verde, muchos no terminan de confiar en una marca cuyas acusaciones por maltrato animal se cuentan por decenas (si no centenas). La asociación Igualdad Animal denunció hace tan solo unos meses, dentro de la campaña, «McCrueldad”, el lamentable estado en el que sobreviven los pollos en las granjas de la marca.
Emergencia para las abejas
Las poblaciones de abejas están mermando a escala global, pues sufren una mortandad del 40% en todo el planeta. Este declive supone una amenaza para la polinización de muchas especies vegetales y, en consecuencia, para los seres humanos. Es cierto que las abejas no son los únicos insectos polinizadores, pero son vitales para la producción de almendras, fresas, pepinos y así hasta un tercio de los productos que comemos.
Tal y como asegura en su página web la organización internacional GreenPeace, los principales factores que amenazan a los polinizadores son la pérdida y el deterioro de sus hábitats, la agricultura industrializada y los plaguicidad, los impactos del cambio climático o los parásitos y enfermedades. Desde GreenPeace, abogan por establecer un modelo de agricultura que proteja, mantenga y restaure la biodiversidad, respete los límites ecológicos y sea socialmente justa. Además, a corto plazo piden prohibir los productos tóxicos para las abejas actualmente en uso, hacer que la evaluación de riesgos de los plaguicidas sea mucho más estricta y la puesta en marcha de planes integrales de acción para salvar a las abejas.