Cada poco tiempo, nos asalta el pánico ante noticias que alertan sobre las muchas posibilidades que hay de que un meteorito impacte sobre la Tierra. Miramos al cielo, atemorizados, tratando de detectar la bola de fuego que barrerá nuestra especie de la faz del planeta. Sin embargo, según alerta la sexta edición del estudio Perspectivas del Medio Ambiente Mundial no es necesario que dirijamos nuestra vista al firmamento porque, a nuestro alrededor, meteoritos de dos piernas acechan, poniendo en peligro el medioambiente y la vida en este minúsculo rincón del universo. Nosotros también somos meteoritos y, por tanto, instrumentos del Apocalipsis que llegará si no lo remediamos.
la humanidad, ante una encrucijada
“Nos encontramos en una encrucijada. ¿Continuamos por nuestra ruta actual, que nos llevará a un futuro sombrío, o escogemos el camino del desarrollo sostenible? Esa es la elección que deben hacer nuestros líderes políticos, ahora». Así se expresó Joyce Msuya, directora ejecutiva Interina de ONU Medioambiente en la presentación de este documento, y razón no le faltaba.
En términos generales, el mundo no logrará la dimensión ambiental de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ni las metas ambientales convenidas internacionalmente para 2050. Por ello, es necesario adoptar medidas urgentes para invertir esas tendencias y restaurar la salud ambiental y humana.
el medioambiente exige cero residuos
La proyección de un futuro saludable, con personas sanas, se basa en reemplazar el modelo de desarrollo de “crecer ahora, limpiar después”, por un modelo económico “cero residuos” para el año 2050. Según el informe, si los países destinan a las inversiones verdes el equivalente a 2% del PIB, producirían un crecimiento a largo plazo tan alto como el que se proyecta actualmente, pero con menor impacto en el medioambiente, en el cambio climático, la escasez de agua y la pérdida de ecosistemas.
Asimismo, los expertos aconsejan adoptar dietas menos intensivas en carne y reducir el desperdicio de comida. De no tomar acciones, será necesario aumentar la producción de alimentos en 50% para satisfacer la demanda de entre 9.000 y 10.000 millones de habitantes del planeta en 2050. Según la publicación, 33% de los alimentos del mundo se desperdicia y 56% de esos residuos que se lanzan al medioambiente se genera en los países industrializados.
En cuanto a la urbanización, estamos asistiendo a un crecimiento sin precedentes que puede presentar una oportunidad para aumentar el bienestar de los ciudadanos, mientras se disminuye su huella en el medioambiente, si se adoptan mejores prácticas de gobernanza, planificación de uso de la tierra e infraestructura verde. Adicionalmente, la inversión estratégica en áreas rurales reduciría las presiones que motivan la migración.
El informe también hace un llamamiento a frenar el flujo de 8 millones de toneladas de residuos plásticos que llegan a los océanos cada año. Si bien este problema ha recibido mayor atención en los últimos años, todavía no existe un acuerdo global para abordarlo.
medidas esenciales para proteger el planeta
Algunas de las medidas esenciales que hay que poner en marcha son: reducir la degradación de la tierra, la pérdida de biodiversidad y la contaminación del aire, la tierra y las aguas; mejorar la gestión del agua y de los recursos; mitigar el cambio climático y adaptase a él; usar los recursos con eficiencia; abordar la descarbonización, la desvinculación y la desintoxicación; y prevenir y gestionar los riesgos y desastres.
Todas esas medidas precisan de políticas más ambiciosas y eficaces, entre otros, en los siguientes ámbitos: consumo y producción sostenibles, uso más eficiente de los recursos, gestión integrada de los ecosistemas y gestión y prevención integradas de los desechos.prevención integradas de los desechos.
El documento señala que es de vital importancia incorporar consideraciones ambientales en las decisiones económicas y sociales a todos los niveles. En consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el sexto informe Perspectivas del Medio Ambiente Mundial muestra que las cuestiones que afectan al medioambiente se abordan mejor junto con cuestiones económicas y sociales conexas, teniendo en cuenta las sinergias y las compensaciones entre los diferentes objetivos y metas, y especialmente tomando en consideración dimensiones de equidad y de género.
Se precisan políticas, por tanto, más ambiciosas y aplicadas con más eficacia, pero estas por sí solas no bastan para alcanzar los objetivos relativos al desarrollo sostenible. Al mismo tiempo que se aseguran fuentes sostenibles de financiación para el desarrollo sostenible y se ajustan las corrientes de financiación a las prioridades ambientales, hay que fortalecer las capacidades y tener en cuenta la información científica para la gestión ambiental. El compromiso firme de todos los interesados, así como las alianzas y la cooperación internacional facilitarían en gran medida el logro de los objetivos ambientales.