El desarrollo de la tecnología y la digitalización han contribuido al cambio del paradigma laboral. La facilidad de conexión a distancia ha fomentado el trabajo en movilidad y la posibilidad de crear equipos de trabajo que no se encuentren físicamente en el mismo recinto, y algunas veces ni siquiera en el mismo país. Sin embargo, estos equipos necesitan organizarse salvando la distancia que muchas veces les separa y mantener las vías de comunicación abiertas para eliminar la burocracia de los emails y ser más eficientes. Por eso, cada vez más empresas utilizan apps en la gestión de proyectos, que les ayudan a organizar su trabajo y mantener un flujo de comunicación constante. Softonic ha analizado 4 de las más utilizadas y ha elaborado una infografía con sus pros y contras de las mejores apps para trabajar en equipo:
- Slack: se trata del rey de las aplicaciones de comunicación en las empresas. Entre sus pros se encuentra la capacidad de crear grupos para cada equipo y proyecto que les mantiene en contacto de forma continuada. Sin embargo, a menudo se genera mucho ruido al haber muchos canales abiertos, lo que termina por saturar al usuario y se traduce en la consiguiente pérdida de información.
- Trello: Trello es una aplicación que sustituye a la tradicional pizarra o incluso la agenda personal. Su objetivo es contener todas las actividades que tienen que realizarse de forma que se puedan ir “tachando de la lista” una vez terminadas. Es ideal para pequeños proyectos o acciones muy concretas y su diseño permite ver de un vistazo toda la información. Sin embargo, no es una aplicación adecuada para grandes proyectos con muchos pequeños subproyectos que acaban saturando el canal.
- Basecamp: se trata de uno de los programas que más tiempo lleva en activo y, al contrario de lo que ocurre con Trello, es ideal para gestionar grandes proyectos. Con su sistema similar a los foros, integra también al cliente de forma que pueda aportar su feedback durante el proceso. Sin embargo, su diseño está algo desactualizado y carece de integración con muchos servicios populares.
- asana: aporta a los programas de gestión de proyectos una visión algo más moderna con su interfaz similar a una red social. Su diseño permite controlar todo el proceso, además de facilitar la integración de distintos equipos que trabajan en el mismo proyecto. Como pros, destaca que es muy intuitivo y fácil de usar y la gestión se realiza a través de comentarios. Sin embargo, no es adecuada para flujos de trabajo complejos y a veces el sistema de notificaciones puede ser caótico.