En una reciente entrevista a El País, la estrella televisiva Jesús Calleja afirmaba que “los marcianos están en Japón”. Nada más lejos de nuestra intención que faltar al respeto a los nacidos en el país del sol naciente, pero hay que reconocer que un poco raros sí que parecen. O, por lo menos, es lo que sugieren casos como el de Akihiko Kondo, un nipón de 35 años que se ha casado con un holograma de Miku, una de las más famosas estrellas virtuales de Japón. A la vista de los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España existen 4.678.400 personas que viven solas y esta podría ser una solución para los que no deseen seguir en esa situación, odien las mascotas y no se vean buscando pareja en un programa First dates o en un gimnasio. Raro es, pero los caminos de Cupido son inescrutables.
Según cuentan en AFP, la familia del recién casado no se mostró muy entusiasmada al recibir la invitación para asistir al casamiento y no porque la novia exhibiera unas largas coletas de color azul, tampoco por su estrafalario vestido…Quizás fuera porque una nuera virtual da para poca conversación en las cenas de Navidad y, eso, a pesar de que es muy famosa.
Y es que Miku es un producto desarrollado por Crypton Future Media, un paquete de voz para VOCALOID2. Fue lanzada el 31 de agosto de 2007 y el éxito de la campaña llevó a Miku al punto de ser considerada la primera idol virtual japonesa. Hatsune Miku -que es su nombre completo- es la primera cantante holograma, aunque ya cuenta con compañeros como: Megurine Luka, Kagamine Rin y Len, MEIKO , KAITO.
casado con la estrella miku
El caso es que, haciendo oídos sordos al rechazo familiar, el tal Kondo organizó una ceremonia por todo lo alto, en la que se gastó dos millones de yenes, unos 15.600 euros. Vamos, todo un dineral en sushi y sashimi para agasajar a los cuarenta invitados que lanzaban arroz –o lo que sea que lanzan en Japón- a la feliz pareja.
Dado que es difícil tomar de la mano a un holograma para el paseo nupcial, Kondo se abrazó a la versión analógica de su novia, una muñeca de peluche del tamaño de un perrillo. “Siempre he estado enamorado de Miku-san», explicó a AFP, usando un honorífico que se emplea comúnmente en Japón, incluso por amigos.
De hecho, como muchas otras parejas de jóvenes, Kondo y Miku han estado conviviendo antes de decidirse a sellar formalmente su amor eterno. Nueve meses llevan compartiendo casa, nueve meses en los que ella ha despertado a su novio cada mañana con su dulce voz para que no retrasara al ir a su trabajo, una escuela donde ejerce de administrador.
Al salir de la escuela, Akihiko Kondo avisa a su ahora esposa para que vaya encendiendo las luces y, después de la cena, Miku le susurra que se vaya a dormir. En la cama, el treinteañero se abraza a su muñeca de peluche y, así descansa, hasta que el sol vuelve a nacer por el alféizar de su ventana.
3.700 parejas multidimensionales
Es cierto que, hasta en Japón, esta situación no está contemplada por la ley y, por ello, Gatebox, la compañía que produce el holograma de Miku, ha emitido un «certificado de matrimonio», que confirma que un humano y un personaje virtual se han casado «más allá de las dimensiones». Kondo y Miku no están solos: Gatebox ha expedido ya 3.700 de estos certificados para estos matrimonios «multidimensionales».
Kondo afirma que está feliz en esta situación y que no siente interés por ninguna mujer de carne y hueso, por muy pesada que se ponga su madre. «Los personajes bidimensionales no pueden engañar, envejecer o morir», señala el joven, ¿y quiénes somos nosotros para juzgarle?
Como decía el clásico, “el amor tiene razones que la razón no entiende”; o, como decía No me pises que llevo chanclas, «mira que está lejos Japón».