Puede costar entender las entrañas de blockchain. Se trata una tecnología compleja que mezcla bases de datos, matemáticas y sistemas criptográficos. Pero a nadie se le escapan sus aplicaciones, que cada vez son más variadas.
La cadena de bloques distribuida en múltiples ordenadores, nacida como plataforma para certificar bitcóin y que da seguridad a la información que intercambiamos por Internet y a las transacciones financieras, va camino de ser tan ubicua como el aire que respiramos.
Hay quien ha dicho que la cadena de bloques será una tecnología tan popular como los smartphones que hoy cada uno de nosotros llevamos en el bolsillo. Y que prácticamente no habrá sector de actividad que no recurra a ella para mejorar sus procesos y garantizar la seguridad de los mismos. La banca, el sector de los seguros, el derecho, la contratación de servicios, la educación, el pago de impuestos, la sanidad… Todos se están beneficiando ya de la cadena de bloques. Y también, en breve, lo van a hacer los moteros.
Los aficionados a las motos va a tener a su disposición en España Motoblockchain, una plataforma online que ya está operativa como página web y en la que ya hay registrados más de un centenar de usuarios. Permitirá crear la identidad digital de una motocicleta y conservar toda la documentación relativa a revisiones, kilometraje, pasos por la ITV y accesorios añadidos en una base de datos inmutable.
De esta manera, cuando un motero vaya a cambiar de modelo y acuda al mercado, dispondrá de una información contrastada de la máquina que le interesa y de su evolución. Al mismo tiempo, podrá también demostrar las mejoras que ha hecho en su moto y pedir un precio razonable por ella.
Motoblockchain hará más difícil los precios abusivos y el fraude. Al mismo tiempo, eliminará valoraciones a la baja, puesto que todas las mejoras y ‘tuneados’ figurarán en la base de datos de la plataforma, alojada en los más de 8.000 ordenadores de Ethereum.
En España hay algo más de 3 millones de motos en circulación, y cada año aproximadamente un 10% cambia de manos. Por lo tanto, Motoblockchain tiene mucho terreno para crecer. En Italia, donde también va estar operativa la herramienta, el parque de motos es incluso mayor (más de 5 millones).
Origen ‘accidentado’
El origen de Motoblockchain fue ‘accidentado’. La primera idea del proyecto que tuvo su impulsor, Simone Brighina, un inquieto ingeniero informático residente en Málaga y muy aficionado al mundo del motociclismo, fue en 2014. Ese año Simone tuvo la desgracia de caerse de la moto que conducía, y, como consecuencia, estuvo tres días inconsciente y se rompió varios huesos. Además, pasó un año de baja y ese tiempo lo dedicó a hacer un máster online para poner en marcha ideas disruptivas de negocio.
Su objetivo era unir sus dos pasiones: la tecnología y las motos. Pero por aquel tiempo le faltaba tocar la tecla del blockchain, que casi nadie conocía. La oportunidad de redondear su idea se la volvió a dar a Simone otro percance con la moto que le obligó, otra vez, a pedir la baja laboral. Y ahí fue donde se familiarizó con la cadena de bloques y sus posibilidades. Además, para perfilar el proyecto, Simone pasó muchas horas hablando con motoristas, para conocer sus necesidades y sus puntos de vista.
Por el momento, Motoblockchain es una landing page con más de un centenar de registrados, pero Simone ya trabaja con desarrolladores para tener lista la herramienta para que los moteros puedan ir metiendo su información. Más adelante está previsto que también se pueda hacer compraventa a través de la plataforma.
UN INNOVADOR Modelo de negocio
Simone cobrará una comisión en el momento en que se declare la venta, que puede ir de 10 a unos 120 euros. Además, Motoblockchain cobrará una cuota anual a los usuarios que tienen una moto de cierta entidad y hacen muchas mejoras, o a los que tienen dos o más motos y hacen muchas modificaciones en los ficheros de la base de datos con el registro de documentos y facturas. Para los que no se gastan miles de euros en accesorios y recambio de componentes, y se conforman con tener un scooter y hacer un mantenimiento básico, el servicio es gratuito.
Además, la plataforma permitirá a los clientes aportar información verdadera y relevante en transacciones de compraventa que se hagan en otros sitios web. Simone reconoce que se planteó sacar adelante su web sin blockchain, pero desistió porque, en su opinión, la capacidad de trazabilidad de la información y la confianza que aporta a los clientes esta tecnología la hacen imbatible.
“Motoblockchain es la única plataforma que premia a los usuarios que cuidan sus motos”, asegura Simone. En la creación de esta start up, el informático y emprendedor italiano ha contado con la ayuda de la Escuela de Organización Industrial (EOI) y de entidades locales de Málaga, que le han orientado a la hora de plantear el proyecto y de buscar financiación para el mismo.
De lunes a viernes Simone trabaja como informático en Oracle y, para afinar Motoblockchain, saca tiempo después de su jornada laboral, durante los fines de semana y también en las vacaciones. Él quiere vivir de este proyecto porque las motos son lo que más le gusta. “Ahora trabajo ahora para cumplir el sueño de otro, pero yo realmente quiero trabajar para cumplir el mío”, zanja Simone por teléfono, mientras coge un avión que le llevará a su Italia natal.
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Imágenes | Motoblockchain