Añadir información a la realidad, pero sin sustituirla. La realidad mixta sigue haciéndose hueco en las consultas médicas españolas, superando la barrera de la realidad virtual.
Ahora, gracias a un software pionero creado por un equipo español de desarrolladores, los médicos podrán ponerse unas gafas de realidad mixta como las HoloLens de Microsoft y, en tiempo real, visualizar las imágenes médicas de las pruebas diagnósticas -radiografías o resonancias, entre otras- como hologramas virtuales 3D integrados en la propia realidad de su consulta o del quirófano.
Lo que consigue exactamente HoloDicom es renderizar a volumen 3D los diferentes archivos de imagen DICOM (Digital Imaging and Communication On Medicine) y cargarlos en tiempo real en las gafas HoloLens.
“Hemos conseguido eliminar un paso, el de los procesamientos previos a los que las imágenes debían ser tratadas antes de poder cargarlas en la gafa de realidad mixta”, explica Mario Ruiz, CTO de Holodicom. “El doctor puede, de forma inmediata, interactuar con los hologramas situados en el espacio de su consulta o quirófano y tratarlos como si lo estuviese haciendo desde el ordenador, pero con todas las nuevas posibilidades que le ofrece poder visualizar en 3 dimensiones la zona a tratar y su integración virtual en un entorno real”.
Realidad Mixta en la consulta en tiempo real
Hasta hace relativamente poco el mundo médico apostaba por la realidad virtual tanto para apoyar a la labor de médicos y cirujanos, como para fines didácticos. Sin embargo, tenía el gran inconveniente de que se perdía por completo la visión de la realidad.
HoloDicom: Mixed Reality for Medical Radiology from HoloDicom on Vimeo.
Con la realidad mixta, se añade información al entorno y se interactúa en ambos planos. El software de HoloDicom permite a los profesionales médicos obtener al momento un mayor detalle de las dimensiones y características de la zona afectada, así como extraer datos médicos en tiempo real a través de un proceso más rápido, fácil de usar y efectivo.
Pero, además, puede proyectar planos anatómicos sobre el paciente, segmentar, rotar o escalar las imágenes para ajustar su localización y dimensiones de acuerdo al cuerpo y necesidades de cada paciente. El holograma y los parámetros se actualizan en tiempo real en función de las acciones del médico.
En el ámbito quirúrgico, por ejemplo, esto supone que el cirujano puede visualizar el escaneo del interior del cuerpo del paciente, superpuesto al cuerpo real, aumentando la precisión y disminuyendo los riesgos durante la intervención. La operación es también así menos invasiva y deriva en una mejora de los tiempos de recuperación del paciente. Gracias a ello, el paciente puede, además, entender mejor lo que le ocurre y cómo va a ser el proceso médico al que se va a someter, ayudándole a que pueda tomar mejores decisiones en cada momento.