A pesar de situarse por detrás de las cifras de otros países, en 2017 se han duplicado las ventas de coches híbridos y eléctricos en España, con 13.000 unidades, según los datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo del Vehículo Eléctrico (AEDIVE). En otras naciones con un crecimiento de este tipo de vehículos más arraigado como Noruega, la mitad de las matriculaciones del año que acabamos de despedir supone ya la mitad del total, mientras que en España esa cifra se corresponde con un 5,1%.
Además, otros países europeos como Francia o Alemania están impulsando la comercialización del coche eléctrico y planean prohibir la venta de coches diésel y gasolina de cara a 2040. En China, líder mundial absoluto en volumen de ventas, se comercializaron más 200.000 automóviles de estas características en los primeros nueve meses de 2017.
Hoja de Router, uno de estos dilemas está relacionado con la cantidad de baterías agotadas con las que tienen que lidiar Gobierno, las industrias y las empresas de reciclaje en China, donde el coche eléctrico comenzó a comercializarse en 2009 y, ahora, sus baterías empiezan a morir.
Sin duda, los coches híbridos y eléctricos ofrecen una gran serie de ventajas para el medio ambiente, pero los gobiernos y la sociedad deben enfrentarse a una serie de obstáculos que producen sombras en ese camino verde hacia la conquista de los coches eléctricos. Tal como ha publicadoEn China, deben gestionar el reciclaje de aproximadamente 170.000 toneladas de residuos de baterías de litio. Puede que su gestión supone una oportunidad de negocio para empresas de reciclaje como las compañías propietarias de las mayores plantas de reciclaje del país asiático como Jiangxi Ganfeng Lithium o GEM. Sin embargo, el alto coste del proceso y la falta de estandarización complican el reciclaje de estos dispositivos a gran escala.
Los países europeos también deben enfrentarse a este reto y, por el momento, solo se reciclan el 5 % de las baterías de litio que salen al mercado. La mayor parte permanece en nuestros hogares o se amontona en vertederos, lo que se traduce en un serio problema para el medio ambiente así como una dependencia del exterior para su gestión.
Además, las baterías de los coches eléctricos, que supondrán en torno al 90 % de las baterías de iones de litio en el 2025, no pueden guardarse en casa. Por todo ello, es necesarios buscar alternativas.
¿níquel y cobalto suficientes para tanto coche eléctrico?
No obstante, el reciclaje de las baterías de litio no es el único obstáculo que se debe superar para la generalización del coche eléctrico. Pues el níquel, el cobalto y otros necesarios para su producción (litio, grafito o las llamadas tierras raras) son recursos limitados, una cuestión que podría impedir que los coches sin carburantes pudieran convertirse en un producto de masas. Tal como hemos podido leer en Forococheseléctricos.com, el principal problema relacionado con el níquel es que su explotación no ha alcanzado un nivel tan elevado como para cubrir una nueva demanda, aunque podría cubrirse con nuevas inversiones.
No obstante, la situación más problemática es la relacionada con el cobalto, pues se trata de un material explotado de manera mucho más intensa al utilizarse para la producción de la industria del consumo electrónico.
Supongo que encontraran la manera de sacar provecho a este tipo de mineral.