En su particular cosmos cabe toda una vida dedicada a la Física, a la enseñanza científica, y hasta un sillón G de la RAE. Y, sobre todo, una inconmensurable inquietud por saber. Esa misma inquietud que ha llevado al físico y académico José Manuel Sánchez Ron a ser el comisario de la exposición ‘Cosmos’, en la Biblioteca Nacional (abierta hasta el 23 de septiembre). La muestra, por la que ya han pasado cerca de 45.000 visitantes, presenta un recorrido por la obra de grandes genios de la historia de la humanidad, como Copérnico, Galileo, Newton, Marie Curie, Darwin o Einstein.
Entre las 200 piezas que alberga se hallan incunables, primeras ediciones y joyas tales como los llamados Códices Madrid de Leonardo Da Vinci, una réplica del cohete Ariane 2 y hasta un robot humanoide.
Una ardua tarea de selección a la que este catedrático de Historia de la Ciencia por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) se ha entregado con la pasión que le caracteriza. Y a la que le hubiera gustado añadir, como homenaje al recientemente fallecido Stephen Hawking, “alguna separata de sus artículos y ejemplares de sus libros junto a la silla en la que vivió durante tantos años”.
– La Real Academia Española, cuyo sillón G ocupa, define el cosmos como “universo” y también como “espacio exterior a la Tierra”. ¿Sería más exacta la definición de Carl Sagan: “Todo lo que es, lo que fue o lo que será alguna vez”?
No es que sea más exacta – de hecho, la que da la RAE es la más habitual –, es diferente y, sobre todo, es la que convenía a la exposición, cuyos contenidos no se limitan al Universo, sino que incluyen elementos que forman parte de él, la Tierra y la Vida, así como las disciplinas que los humanos hemos creado para entenderlo: Ciencia y Tecnología.
– ¿Los estudios sobre la materia oscura pueden dar un giro radical a la actual cosmología?
Sin duda. Actualmente, las evidencias observacionales indican que alrededor del 5 por ciento del Universo está formado por masa ordinaria, el 27 por ciento de masa oscura y el 68 por ciento de energía oscura; es decir, ignoramos realmente de qué está compuesto en torno al 95 por ciento del Universo. Es evidente, por consiguiente, que la solución del problema de la materia y energía oscuras pueden dar un giro muy importante a la cosmología. Y en este sentido, efectivamente, sirve bien ese “todo lo que será” de Sagan.
«la materia oscura es mas estable que los últimos elementos de la tabla periódica»
– ¿Puede haber “materia extraña” más allá de los 118 elementos de la tabla periódica, cuyo panel preside una sala de la exposición?
No creo que esa materia oscura-extraña sea del tipo de los elementos químicos que componen la tabla periódica de los elementos, sino partículas subatómicas. Tenga en cuenta que los últimos elementos de la tabla periódica, los números 113, 115, 117 y 118, nihonium (Nh), moscovium (Mc), tennessine (Ts) y oganesson (Og), tienen vidas muy efímeras: el isótopo (la variedad) más estable del Nh tiene una vida media de 20 segundos, mientras que las del Mc, Ts y Og son del orden de milésimas de segundo. Y la materia oscura es mucho más estable.
– ¿En qué medida el hallazgo del Bosón de Higgs, la partícula elemental, en el CERN de Ginebra puede revolucionar los estudios de física de partículas?
El hallazgo del bosón de Higgs no ha revolucionado nada. Todo lo contrario, ha constituido una prueba – buscada durante medio siglo – en favor del denominado Modelo Estándar, que explica bastante bien los fenómenos y estructuras asociadas a las interacciones fuerte, electromagnética y débil.
«El hallazgo de las ondas gravitacionales aportará muchas novedades»
Sánchez Ron ha llevado a ‘Cosmos’ una maqueta del telescopio Herschel que Carlos III encargó para el Real Observatorio Astronómico de Madrid. Aquel fue el mejor telescopio del mundo en su momento. Ahora ya hablamos de telescopios espaciales como el Hubble o el Tess, que ha sustituido al Kepler, y que tiene como misión principal la búsqueda de exoplanetas.
– ¿Qué descubrimiento astronómico le ha sorprendido más en los últimos años?
El anuncio realizado el 11 de febrero de 2016 – las observaciones correspondientes tuvieron lugar entre septiembre y diciembre de 2015 – de que con el proyecto LIGO (siglas inglesas de Observatorios de Interferometría Láser para Ondas Gravitacionales) se habían detectado ondas gravitacionales, una de las más elusivas predicciones de la relatividad general, teoría que describe la interacción gravitacional. Sucede, además, que las ondas gravitacionales detectadas provienen de la colisión de dos agujeros negros, lo que significa que se puede obtener de esta manera información muy valiosa acerca de estos sorprendentes objetos cósmicos. Con este hallazgo, LIGO ha abierto una nueva ventana a la observación del Universo, que seguramente aportará muchas, imprevistas, novedades.
– En la exposición se ve cómo han evolucionado los instrumentos ópticos para escudriñar el Universo, incluida una maqueta del Gran Telescopio de Canarias. ¿Qué cabe esperar del telescopio gigante ELT que se terminará de construir en Chile en 2020?
La referencia a la maqueta del Gran Telescopio, que el Instituto de Astrofísica de Canarias instaló en el Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma, es muy apropiada. Quise incluir esa maqueta en la exposición, en la parte dedicada al Universo, para mostrar una pieza importante en la exploración del cosmos. El Gran Telescopio tiene un espejo de 10 metros de diámetro, mientras que el ELT, el Telescopio Extremadamente Grande, tendrá uno de 39 metros (en ambos casos, se trata, en realidad, de una serie de espejos más pequeños adosados). Es obvio que su poder de observación será mucho mayor.
– ¿Ayudará en la búsqueda de exoplanetas?
Espero que con él se pueda estudiar con mucho mayor detalle las propiedades de estos, incluyendo sus atmósferas y si pueden albergar vida. Asimismo, deberían obtenerse con él datos de órdenes de precisión superiores a los conseguidos con el Gran Telescopio, e incluso que con el Telescopio Espacial Hubble, sobre, por ejemplo, formación de galaxias, agujeros negros, incluyendo la posibilidad de existencia de miniagujeros negros, y materia oscura. Si, como es de esperar, la astronomía de radiación gravitacional continúa avanzando, se necesitarán datos de este nuevo telescopio para completar lo que se encuentre con ella.
«Las pantallas dominarán el mundo»
Entre las piezas seleccionadas por el comisario de la muestra destacan joyas bibliográficas como los Códices Madrid de Da Vinci o una primera edición de los Principia de Newton para ilustrar la muestra. Pero también se ve cómo, en el siglo XX, se pasa del libro al artículo para exponer las grandes teorías de la ciencia contemporánea.
– ¿Qué soporte válido cree que nos encontraremos dentro de unos pocos años, en plena madurez de la era digital?
Desde luego, para los científicos, para que intercambien ideas y presenten sus resultados, el formato en papel desaparecerá, incluyendo la impresión posterior para usos particulares. Las pantallas, ‘ancladas’ o portátiles –y algunas de estas serán dúctiles como una hoja de papel–, dominarán el mundo. Y, para el público en general, la letra escrita en esas pantallas perderá algo, o mucho, de su protagonismo, frente al sonido: en lugar de leer, oiremos y hablaremos con nuestros dispositivos.
«El cambio climático podría reducir el ritmo de crecimiento de la población»
Uno de los artículos científicos escogidos por el académico es muy llamativo: el del físico estadounidense de origen español Luis Walter Álvarez, donde proponía la teoría de la extinción de los dinosaurios por la caída de un meteorito hace 60 millones de años.
– ¿El cambio climático es el particular meteorito que acabará con el Homo Sapiens?
No, no acabará con nuestra especie, que es muy resistente; no hay más que ver en cuán diferentes medios naturales puede sobrevivir. Pero sí que impondrá condiciones importantes, lo que bien puede repercutir en la disminución del ritmo de crecimiento de la población, algo, por cierto, que, esto sí, no es malo.
– ¿Tiene que irse preparando la Humanidad para vivir en la Luna o en Marte o cree que aún se está a tiempo de salvar el planeta Tierra?
No es la primera vez que digo esto, pero colonizar planetas como Marte – no digamos ya la Luna – es mucho más difícil que salvar la Tierra. Si tuviéramos que llegar al extremo de intentar colonizar otros planetas para que sobreviva nuestra especie, no mereceríamos esa supervivencia.
En su libro ‘Sapiens’, Yuval Noah Harari advierte que nuestra especie podría llegar a trascender sus límites biológicos e ir más allá de la selección natural.
«la evolución de darwin deberá coexistir con otra muchísimo más rápida»
– ¿Podríamos llegar a enfrentarnos realmente con el mito de Frankenstein?
Sí, estamos en el umbral de poder modificar, mediante técnicas de ingeniería genética, y en el plazo de una generación, la carga hereditaria que se transmite de padres a hijos. La evolución al estilo que enseñó Darwin, una evolución que exige periodos de tiempo muy prolongados, deberá coexistir con otra muchísimo más rápida. Ahora bien, no creo que los cambios vayan en la dirección de Frankensteins, sino en el de mejorar las capacidades humanas, aunque deberán introducirse controles. El gran problema es si esas técnicas estarán al alcance de todos, o solo de unos pocos, lo que significaría crear “castas biológico-sociales” privilegiadas.
– Es autor de cientos de publicaciones y de más de 40 libros de análisis, investigación y divulgación científica. ¿Qué lectura suya nos recomendaría para este verano?
Creo que el último, ‘El sueño de Humboldt y Sagan’, es bastante apropiado para lectura de verano. Está, además, acompañado de magníficas ilustraciones.
– Inauguró la exposición con Soraya Sáenz de Santamaría, que acudió a la muestra como vicepresidenta del Gobierno y la va a cerrar con un astronauta como Pedro Duque de ministro de Ciencia. Aparte de que la política española vaya a la velocidad de la luz, ¿qué espera, como científico, del nuevo Gobierno?
Para los científicos, al igual que para muchas otras personas, las buenas intenciones no bastan, sino los resultados. Y en este sentido es muy pronto para enjuiciar al nuevo Gobierno. Desde luego, no me dejo deslumbrar porque el nuevo ministro encargado de la ciencia sea un astronauta, aunque tengo que decir que, en general, la lista de ministros me agradó. Ojalá el presidente de Gobierno no cometa de nuevo los muchos errores que cometió, en mi opinión, en el pasado. Y, desde luego, que se preste a la investigación científica el apoyo que merece, no solo porque conocer nos ennoblece, sino porque un país que vive a espaldas de la ciencia, que no lucha por ocupar lugares distinguidos en la generación de resultados, está condenado a ser un país de servicios.
En Nobbot: Detectan las primeras estrellas del Universo, «el aleteo de un colibrí en medio de un huracán»
Imágenes: Biblioteca Nacional de España