Mario Klingemann, Memories of Passersby I. (Photo courtesy of Onkaos). Shoterby’s
Como hemos visto en múltiples ocasiones, la inteligencia artificial está haciéndose un hueco en nuestro mundo con la intención de quedarse. Son muchos los ámbitos en los que está tecnología se está comenzando a utilizar y, el arte, es uno de ellos. Eso sí, lo que no estamos acostumbrados a ver es la subasta de una obra de arte creada con IA pero, como siempre ocurre, todo es darle tiempo al tiempo. La casa de subastas Sotherby’s pone a disposición de aquellos que quieran pujar una obra del artista Mario Klingemann, titulada Memories of Passersby I, cuya novedad es precisamente esta, la inteligencia artificial.
Al mejor postor
La subasta tendrá lugar el próximo 6 de marzo y se enmarcará dentro de un evento arte contemporáneo celebrado en Londres. El precio de salida (agárrense los pantalones) se sitúa entre las 30.000 y 40.000 libras, es decir, unos 35.000 y 45.000 euros. Está claro que Memories of Passersby I no es una creación apta para cualquier bolsillo.
Pero, ¿qué tiene esta obra de Klingemann para estar tan cotizada? Memories of Passersby I está formada por un pequeño mueble de madera que posee en su interior un ordenador dotado con inteligencia artificial y dos pantallas enmarcadas. Estas proyectan una serie de retratos de hombres y mujeres que no se repiten en ninguna ocasión pues son el resultado del análisis a tiempo real. Siempre que el ordenador se encuentra activo, sus algoritmos generan imágenes nuevas, sin repeticiones y de forma totalmente autónoma.
.@Sothebys is entering the AI art fray, selling a surreal artwork by one of the movement’s pioneers this spring: https://t.co/0V01XSCOi1 pic.twitter.com/9Tg6sGZmIK
— artnet (@artnet) 8 de febrero de 2019
Tenemos que decir que los rostros que se pueden visualizar en las pantallas no corresponden a ninguno de sus admiradores (no, no veréis vuestra cara proyectada, lo sentimos). Las imágenes son imaginarias, aunque cabe decir que se han inspirado en obras de entre los siglos XVII y XIX, así como por la propia fascinación de Klingemann por los trabajos surrealistas de artistas como Max Ernst.
Klingemann y su «neurografía»
Mario Klingemann es un artista interesado en la inteligencia artificial que lleva muchos años explorando un mundo que él mismo llama «neurografía». El motor de la IA está formado por una especie de redes neuronales que podrían compararse con las del cerebro humano, de ahí el nombre. Muchas de sus obras reflejan y utilizan una técnica conocida como Redes Generativas Antagónicas, es decir, dos fuerzas que compiten de forma constante entre sí.
Como os hemos contado, el ordenador de Memories of Passersby I está formado por algoritmos. Uno de ellos es el Generador y su función es realizar imágenes completamente nuevas basadas en obras del pasado. Por otro lado, encontramos el Discriminador cuyo objetivo es diferenciar entre los retratos generados por humanos y los creados por el Generador. Aún no sabemos quién se llevará a casa esta original obra de arte pero, quien sea, que tenga claro que no va a compartir casa siempre con las mismas caras, así que quizá es hora de mentalizarse.