Estamos en nuestro salón, viendo la tele y vemos un anuncio sobre unas nuevas zapatillas que nos encantan. Queremos comprarlas. No hay problema, podemos entrar en la página web de esa tienda y ya son nuestras. Necesitamos viajar pero no sabemos qué horarios tenemos. Muy fácil, nos conectamos al site de la empresa y tenemos toda la información. Internet y las nuevas tecnologías han cambiado nuestras vidas, pero también la de las empresas con las que funcionamos día a día.
La Fundación Orange, bajo el sello eEspaña, ha presentado el estudio ‘La transformación digital del sector turístico en España‘ que nos dará importantes claves sobre cómo este sector ha abrazado el mundo 2.0. Pero antes, para abrir boca, nos gustaría fijarnos en cómo y cuánto están creciendo las empresas españolas que han decidido apostar sí o sí por lo digital, pues, como se suele decir, «el futuro ya está aquí».
Pero, ¿de verdad es tan importante lo digital?
Parémonos un momento a reflexionar. Si yo tengo una empresa y funciona bastante bien, ¿por qué tengo que invertir en presencia digital? La verdad es que no me hace ninguna falta…. Meeeeec, no demos más protagonismo a esta irreflexión porque sólo nos conducirá a una estrategia errónea a la hora de enfrentar el futuro. Lo digital y lo tecnológico ya están entre nosotros y no son un capricho pasajero al que algunas empresas pueden apuntarse para ganar cierto rédito, sino que son una necesidad que se hará más y más acuciante con el paso del tiempo y que dejará fuera de juego a quien no apueste por ella.
¿Sus ventajas? Necesitaríamos bastante más que un solo artículo para explicarlas. Imaginad poder tener una relación más cercana con un cliente, que éste pueda comunicarse desde cualquier lugar, en cualquier momento, y expresar una duda, una sugerencia, una queja… Imaginad a dos empresas ubicadas cada una en una parte del mundo, que pueden llegar a conocerse y descubrir que se necesitaban la una a la otra para cooperar… Imaginad más rendimiento, ingresos, mejor servicio… Todo eso es lo que ya tienen los empresarios (y sus clientes) que han dado el paso a lo digital.
Según un estudio presentado por Growing Digital Business, con respuestas de empresarios de 15 países diferentes, el 92% de los encuestados cree que lo digital puede mejorar su negocio y el 85% ya ha hecho cambios en ese sentido. Y, si nos fijamos en nuestro país, en cómo esa empresa, pequeña o grande, que tenemos en nuestra misma calle, ha dado el salto a Internet, The London School of Economics Enterprise afirma que el 69% de las empresas españolas está inmersa en procesos de transformación digital, invirtiendo en tres facetas predominantes: los instrumentos informáticos, el marketing y la capacidad de venta.
Datos, más datos
¿Os acordáis de la película ‘Cortocircuito’, en la que aquel simpático robot quería saber más y más cosas del mundo que le rodeaba? Pues así funciona uno de los aspectos más importantes con los que cuentan aquellas empresas que han apostado por el marco digital. El poder de la información, saber, conocer… Como usuarios de Internet, nos movemos por los sites dejando nuestras huellas, expresando nuestras opiniones, nuestros gustos, generando una información real que el Big Data se está encargando de llenar de valor.
No se trata de acumular información como si fueran cajas de recuerdos que nunca llegaremos a abrir. Hablamos de saber gestionar los datos precisos que ayudarán a conocer mejor esas tendencias que demanda un cliente y que siempre están evolucionando y cambiando, como las empresas. «El cliente al poder» podría ser el nuevo grito de guerra de los «marketeros», porque analizando sus datos consiguen acercarse de verdad a sus necesidades y demandas. Y no sólo eso, también permite personalizar el mensaje y la oferta. ¿Qué tal si sólo recibiéramos comunicaciones de aquellos productos que nos interesan?
Mis amigas las redes sociales
En todo esto, juega un papel más que clave la presencia de las redes sociales. De hecho, casi podríamos decir que han sido unas de las grandes culpables de la revolución digital. Estamos frente a nuestro ordenador subiendo una foto a Facebook, comentando lo bien que lo hemos pasado en nuestras vacaciones. Así, citamos a ese hotel que nos alojó tan estupendamente, pero también, puede ser, a aquel restaurante en el que no cenamos nada bien. De nuevo, «el cliente al poder» porque es él, con sus perfiles, sus contenidos y, claro está, su red de contactos, el que puede aupar o defenestrar la imagen de una empresa. Porque muchas otras personas leerán ese comentario, verán las fotos, y así decidirán ir a ese hotel, pero también no acercarse al restaurante. De un pequeño grano de arena, hemos creado una playa inmensa y sólo es el principio, pues la comunicación nunca se detiene.
¿Por qué una marca decide estar en las redes sociales? Más bien deberíamos preguntarnos, ¿cómo no estarlo? Allí puede controlar toda la información que se está dando sobre ella y matizar y explicar comportamientos y situaciones. Allí puede crear sus propios movimientos, sus propias ofertas y campañas. Allí puede hablar de tú a tú con el cliente y mostrarse como alguien cercano, involucrado, competente, amable... No en vano, dos de las cuentas españolas que más triunfan en Twitter (y no son empresas al uso, precisamente) son @guardiacivil y @policia, que, con una política comunicativa simpática y muy humana, se han ganado el favor de muchos.
Internet está en todo
Otra clave que lleva a las empresas a apostar por la transformación digital es que la presencia del 2.0 es cada vez más enorme en todos los ámbitos de nuestra vida. Y cuando decimos presencia, es con todas sus letras. Pronto tendremos neveras que nos avisen de la caducidad de los alimentos o las lavadoras podrán distinguir los tipos de tejidos… No, no estamos intentando vender el argumento de una nueva peli futurista, hablamos de una realidad a la que no podemos dar la espalda.
Nuestros electrodomésticos serán inteligentes, nuestra ropa será inteligente, nuestros coches también… Y, por supuesto, la ciudad en la que vivimos, ya estamos oyendo hablar sobre farolas que se encenderán solas o carriles para que los coches circulen por ellos de una forma totalmente automática. La verdad es que escuchar sobre todo esto despierta nuestra entusiasmo, estamos decididos a entrar de lleno en esa nueva realidad. Así que, si los usuarios apostamos por la evolución, ¿cómo no van a hacerlo las empresas?
Nuestro dispositivo preferido
¿Qué tres cosas te llevarías a una isla desierta? Seguramente, sólo necesites una: el smartphone, ese aparatito que ha cambiado nuestras vidas. Porque primero fue estupendo tener un móvil por el que poder hablar con nuestra familia y amigos, pero claro, la cosa se puso más y más interesante: hacer fotos, consultar nuestro correo, contratar un servicio, ver un concierto de un grupo de rock, o una serie, o asistir a una partida de League of Legends en directo… Incluso reservar nuestras vacaciones. Si nos vieran nuestros antepasados, no podrían creer todo lo que podemos hacer con esa pequeña pantalla, igual que para nosotros es casi inimaginable lo que un smartphone podrá hacer en un par de generaciones.
El smartphone es el dispositivo que más crece en cuanto a uso, porque no sólo podemos hacer de todo con él, sino que también nos lo podemos llevar a cualquier sitio y emplearlo en todas las circunstancias posibles. Así, todo ha ido de la mano: las apps para smartphone, el diseño responsive, una capacidad mayor de descarga… ¿Sabíais que los jóvenes españoles usan más el móvil que el ordenador?
Qué será, será
Parece que ahora entendemos un poco mejor cómo la era de lo digital es clave para la empresa que quiera tener un prometedor devenir. Pero no se trata sólo de hacer una web, un comercio electrónico o una cuenta en Instagram en la que colgar fotos bonitas. Hay que ir más allá, porque otra de las características fundamentales es la velocidad con la que todo sucede, con la que se crean nuevas herramientas que dejan desfasadas a las antiguas.
Algunas de las tendencias clave para este 2016 son el smartphone, la experiencia del usuario, el Big Data, la gamificación o la optimización del uso de medios digitales. Su puesta en marcha y desarrollo son fundamentales para todas esas empresas españolas que han apostado por la ecuación digital = futuro. Todavía tenemos mucho de lo que hablar en este sentido. Y, sobre todo, en nuestro país, si hay un sector que destaque por encima del resto y que nunca ha perdido valor a pesar del contexto socioeconómico, ése es el turismo. Ya sabéis, el día 11 se presenta el estudio ‘La transformación digital del sector turístico en España’, desde Anexo M os lo comentaremos al detalle.
Imagen | FundacionOrange; Pixabay