Deambulábamos por nuestra adultez enfrentándonos a problemas de salud previsibles: que si la menopausia que llega, que si una arritmia, que si dejar el tabaco, que si ciertos problemillas para mantener una erección…Nada nos hacía pensar en la vacuna del sarampión a los 40.
La alerta saltó después de que el Ministerio de Sanidad estableciera en su calendario de vacunación que todas aquellas personas nacidas a partir de 1970 deben estar vacunadas contra el sarampión. ¿Y por qué? Al fin y al cabo, la Comisión de Verificación para la Eliminación del Sarampión y la Rubeola en Europa de la OMS confirmó que España es un país libre de transmisión endémica de estos virus.
Reino Unido, Alabania, Grecia y República Checa– ya no están «libres» de la presencia del sarampión. Deficiencias en los sistemas sanitarios y el movimiento antivacunas pueden explicar este rebrote de la enfermedad.
Nuestro país, gracias a un calendario común de vacunación a lo largo de toda la vida y la confianza de la población española respecto a los beneficios de las vacunas ha conseguido este logro, pero no todos pueden decir lo mismo en Europa. La OMS ha certificado que cuatro países europeos –mejor prevenir que curar
Este hecho ha generado cierta inquietud ante la posibilidad de importar la enfermedad desde países tan próximos al nuestro y, por ello, la autoridad sanitaria recuerda que hay que administrar dos dosis de triple vírica (TV) -sarampión, rubéola y parotiditis- en las personas nacidas en España a partir de 1970 que no estén inmunizadas. Una recomendación que no es nueva, pues figura en el documento «Vacunación en población adulta» de septiembre de 2018.
Con posterioridad, en el Calendario de Vacunaciones para toda la Vida del año 2019, el Ministerio de Sanidad amplió esa recomendación a la población susceptible menor de 65 años aunque, se asume que los mayores de 50 años se hallan inmunizados porque estuvieron en contacto con el virus cuando eran niños.
Hallarse inmunizado contra el sarampión significa haber padecido ya la enfermedad o haberse vacunado con dos dosis. De no ser así, nos enfrentaríamos a la posibilidad de contraer una enfermedad muy contagiosa, que en edad adulta puede acarrear cierto peligro, exponiendo además a nuestro entorno al virus.
vacuna del sarampión a los 40: papá cuéntame otra vez…
Y aquí es dónde empieza la aventura de la vacuna del sarampión a los 40, porque para asegurarnos de estar inmunizados hay que preguntar a papá y mamá, los que tenemos aún la suerte de disfrutar de ellos.
En mi caso, para confirmar si debía administrarme o no la vacuna del sarampión a los 40 (más bien 50, pero bueno), llamé a mis padres por teléfono, entablando el siguiente diálogo con esos benditos:
– Hola papá (minutos dedicados a preguntar por los nietos, a insultar a los políticos y a comentar algún drama familiar).
– Bueno, que llamaba para saber si me vacunasteis del sarampión de pequeño.
– ¿POR QUÉ?, ¿TE PASA ALGO?
– No, que el Ministerio recomienda confirmar por si acaso…
– ¿PERO TE PASA ALGO?
– Que noooooo.
– Ah, bueno, pues tú estás vacunado contra todo, pero te paso con mamá que se lo sabe mejor.
– ¿Mamá? (minutos dedicados a preguntar por los nietos, a criticar al nuevo médico del centro de salud y a comentar algún drama familiar).
– Estate tranquilo que pasaste el sarampión.
– Pero, mamá, si papá me ha dicho que estaba vacunado, ¿cómo es que me dices tú ahora que lo pasé?
– Ah, pues sería la rubeola o las paperas, pero tú tranquilo que no te pasa nada.
Así concluyó la conversación y me quedé mirando la huella que, en mi hombro, dejaron las vacunas que me administraron de niño -por el destrozo en la piel, quizás las ponían con bazuca- , preguntándome si una de ellas sería la del sarampión.
Esa misma conversación la he tenido yo también en casa. Jaja.
— Arturo Criado (@arturocriado) September 5, 2019
Hace unos meses me paso una escena curiosa.Fui a consulta en centro de salud. Al dia me llaman. Que a la hora q estuve hubo en sala un paciente q se le detecto sarampion. Hice la consulta a casa con la misma respuesta 🙂 ante la duda fui a vacunarme. Me impresiono la coordinacion
— bartolomé salas (@bsalasmanzanedo) September 4, 2019
– ¿Mamá, pasé el sarampión o estoy vacunada?
– No me acuerdo.
Ha sido rápido e indoloro.— Carlota del Amo (@carlotadelamo) September 5, 2019
El mio con una amiga de mi quinta:
– Estamos vacunadas de todo, nos vacunaban en el cole de todo.
– Seguro?
– No pero nuestras madres nos dirán eso. Así que estamos vacunadas.
:-))— Carme Padilla ? (@soc_la_padi) September 4, 2019
«No estás vacunado, pero tú pasaste por TODAS las enfermedades de ese tipo»
— Miguel Ángel Uriondo (@uriondo) September 5, 2019
Estamos todos igual. Pregunté a mi madre y lo mismo: «Has pasado el sarampión, la rubeola, las paperas y la varicela. Y estás vacunado también». Me ha remitido a la famosa cartilla, que andará pérdida por mi casa.
— Carlos Molina (@molinaguerrero) September 5, 2019
Queda el consuelo de pensar que no estamos solos a la hora de afrontar esta situación en una edad en la que lo que toca es comprarse una moto, hacerse un tatuaje, apuntarse a “pilates” o echarse un o una amante.