En las últimas décadas, la modernización de regadíos se ha centrado en mejorar la eficiencia en la distribución del agua de riego para eliminar las pérdidas en el transporte.
Y en la actualidad los esfuerzos se focalizan en seguir mejorando esta gestión mediante la programación de riegos, para lo que se emplean programas informáticos que calculan el balance del agua a través de datos recogidos por satélites y los obtenidos por sensores de humedad del suelo.
Con estas herramientas es posible generar mejoras en la eficiencia del uso del agua. Sin embargo, es poco habitual ver medidas sistemáticas que permitan confirmar este extremo. Lo que sí se puede asegurar es que las actuaciones han sido las adecuadas y que generan un ahorro que las justifica. De este planteamiento surge el proyecto GOINNOWATER.
Su propósito es la identificación de técnicas eficaces en la mejora de la productividad del cultivo de regadío, tanto en lo referido a grandes explotaciones como a parcelas de menor tamaño. Para ello desarrollarán un programa informático en código abierto que calcule la eficiencia del uso del agua y de la energía, entre otros indicadores de gestión.
En el proyecto participan investigadores del Grupo Agua y Energía para una Agricultura Sostenible de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche (Alicante), dirigido por la profesora Herminia Puerto Molina, con la que hemos hablado para conocer más detalles.
– Actualmente, ¿cuáles son los principales problemas para llevar a cabo una gestión más eficiente del agua para el regadío?
Desde mi punto de vista, sobre todo mirando lo que ocurre en la Comunidad Valenciana, el principal problema sería la seguridad en el suministro de agua para riego. Es decir, conocer con anticipación de cuánta agua se va a disponer para poder planificar los cultivos y las campañas de riego a varios años vista. Esta seguridad en el suministro se ve afectada, entre otros factores, a corto plazo por la meteorología, que es variable; y por el cambio climático, que tiende a reducir las aportaciones de lluvia y a hacerlas más torrenciales cuando se dan.
España es uno de los países pioneros en la modernización de regadíos. Con las implicaciones supone en la mejora tanto de las instalaciones como de la gestión del riego. Desde el primer Plan Nacional de Regadíos de 1996 se ha reducido el porcentaje de agua utilizado por el regadío desde el 80% hasta el 67% del total en la actualidad. Como en muchos procesos productivos, existe cierto margen para mejorar la productividad y el aprovechamiento del recurso agua. De ahí parte la idea de establecer un sistema de monitorización y mejora continua del uso del agua y de la energía en comunidades de regantes.
«En España, desde el primer Plan Nacional de Regadíos de 1996, se ha reducido el porcentaje de agua que utilizan los regantes del 80% al 67% que se emplea en la actualidad»
– En este escenario, ¿cuál es el objetivo del proyecto GOINNOWATER?
El proyecto GO INNOWATER es un proyecto de innovación de interés general por grupos operativos que tiene como objetivo mejorar el uso del agua y la energía en el regadío modernizado de frutales. Se trata de un proyecto financiado por la Asociación Europea para la Innovación ‘Productividad y sostenibilidad agrícolas’ (AEI-AGRI), en la convocatoria del año 2019, cofinanciado por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER) y por la Administración General del Estado del Gobierno de España, dentro del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020 (PNDR).
– ¿Cómo surgió este grupo de investigación?
El grupo de trabajo surgió, por un lado, de la colaboración que ya veníamos teniendo en otros proyectos anteriores y de la búsqueda de otros socios con capacidades complementarias para poder solucionar entre todos un problema de interés general.
Para la ejecución del proyecto contamos con la participación de la comunidad de regantes Foia del Pou, en la provincia de Valencia; la empresa MOVAL Agroingeniería, especialista en ingeniería del riego de la Región de Murcia; la Federació de Cooperatives Agroalimentaries de la Comunidad Valenciana y dos universidades, el Departamento Economía y Ciencias Sociales de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el Departamento de Ingeniería de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.
– ¿Cuál es la hoja de ruta del proyecto?
El proyecto tiene tres pilares fundamentales. Por un lado, la participación de los regantes en la definición de sus necesidades de asesoramiento; por otro, el diseño de la herramienta informática de código abierto basada en resultados de investigación previos y; finalmente, la difusión de los resultados en esta prueba de concepto para que puedan ser adoptados en otros contextos y con otros cultivos.
La participación de los regantes, los usuarios finales, es imprescindible. Contribuyen a detectar cuáles son los problemas que les supone el manejo de la instalación de riego, junto a las dificultades sobre la dosis a aplicar y la frecuencia de riego a lo largo del año para satisfacer las necesidades de agua del cultivo. El programa de código abierto, por su parte, es una contribución a la comunidad de desarrolladores. Su desarrollo favorecerá la aplicación en otras comunidades de regantes, y, por tanto su difusión, que es el tercer objetivo.
«El programa de código abierto es una contribución a la comunidad de desarrolladores que favorecerá su aplicación en otras comunidades de regantes»
– ¿Cómo repercutirá el resultado de vuestras investigaciones en las explotaciones agrícolas?
GOINNOWATER es un proyecto de transferencia de tecnología y de resultados de investigación al sector de las comunidades de regantes y de la producción agrícola en general. Es un proyecto puramente de innovación. Las universidades aportamos conocimientos obtenidos en otras investigaciones para aplicarlos en el desarrollo de un programa informático de gestión que permita la mejora continua de los resultados de las explotaciones. Esperamos que los resultados obtenidos repercutan en una mejora de la programación del riego. Así como de la producción final a escala de parcela y de los ingresos percibidos por los agricultores.
– ¿Cuáles serán los efectos de GOINNOWATER en el medioambiente?
El efecto más evidente, quizá, consistirá en la reducción del consumo eléctrico convencional. Para lo que se construirá una instalación solar fotovoltaica para alimentar el cabezal de riego. Además, el mejor ajuste de la programación del riego y la consideración del contenido en nitrógeno del agua de la concesión de agua regenerada que tiene la comunidad de regantes permitirá limitar las pérdidas de agua por percolación y controlar así la lixiviación de nitratos a la capa freática.
– Dentro de la investigación, ¿cuál va a ser la participación de los agricultores?
Se planea dotarlos, tanto a ellos como a los gestores de las comunidades de regantes, de una herramienta de gestión. Un programa informático multiplataforma que permita detectar diferenciales de producción entre parcelas o entre agricultores. Estos diferenciales de producción se deben, en su mayor parte, a diferencias en prácticas culturales que son modificables y mejorables a corto plazo.
Imágenes | Herminia Puerto, UPV Campus de Gandía,