Érase alguien a un móvil pegado… No ha salido el sol, ni nos hemos levantado aún de la cama pero en la mayoría de nuestros dormitorios el primer gesto del día es asomarnos al mundo a través de nuestro smartphone. Compruebas de qué están hablando los más madrugadores en Twitter, Facebook te avisa de a quién tendrás que felicitar hoy, respondes Whatsapp pendientes… Aún no has pasado por la ducha y ya estás gastando agua, porque cada vez que te conectas a redes sociales o navegas por internet, aumenta tu huella hídrica. Y todos tenemos una.
¿Qué es la huella hídrica?
La huella hídrica de una persona, comunidad, empresa o país, es un indicador medioambiental que define el volumen total de agua dulce utilizado para producir los bienes y servicios que habitualmente consumimos. El catedrático holandés Arjen Hoekstra acuñó el concepto en 2002 y desde entonces se ha trabajado para extraer datos sobre ello en diferentes países del mundo.
La huella hídrica generada por el ser humano y los efectos del cambio climático, aumentan el estrés hídrico severo y moderado que ya sufren 50 países del mundo. Esto supone que en esos lugares hay más demanda de agua, que cantidad disponible. Para 2025, se prevé que 2/3 de la población del planeta vivirá en una zona de estrés hídrico.
¿Por qué nos afecta?
Obviamente esto también afecta a Internet y al mundo de las tecnologías ya que todo lo que consultamos pasa por centros de procesamiento de datos, lugares donde se almacena y transfiere una gran cantidad de información. Se ubican por todo el mundo y en su interior disponen de miles de servidores que generan muchísimo calor mientras mueven toda esa gran cantidad de datos.
Según un estudio realizado por investigadores del Colegio Imperial de Londres, se estima que en un solo gigabyte de descarga supone hasta 200 litros de agua. Teniendo en cuenta que, de media, las personas consumimos 1,9 gigas en el móvil al mes en Europa, se consumen casi 400 litros por persona al mes únicamente a través de la conexión a internet con el móvil.
Seamos responsables
Grandes multinacionales como Google, Microsoft o Apple se están poniendo las pilas y dentro de sus proyectos contemplan construir centros de procesamiento de datos en zonas frías del mundo donde el mismo aire del exterior pueda emplearse para la refrigeración.
Por ejemplo Facebook cuenta con un enlace donde informan de todas las iniciativas que están llevando a cabo para reducir la huella hídrica así como la de carbono.
conciencia mediambiental
En un mundo con crecientes problemas ambientales, los consumidores se interesan por la sostenibilidad de los bienes que adquieren, y exigen en las prácticas comerciales, información y garantías de compromiso con el medio ambiente. Por ello, otras empresas como Orange también se han sumado a estas buenas prácticas mediambientales con iniciativa como la Ecoetiqueta, un proyecto para facilitar la toma de conciencia medioambiental de los clientes mediante la publicación del impacto de los productos que comercializa Orange.
Con la ecoetiqueta, se pretende concienciar a toda la industria de telecomunicaciones -tanto fabricantes como operadores- sobre la necesidad de analizar y minimizar los efectos negativos que las nuevas tecnologías pudieran tener en la conservación de la naturaleza.
La eco-etiqueta de Orange mide el impacto de los teléfonos móviles entre 1 (mucho impacto) y 5 (poco impacto) en el entorno a través de 3 indicadores:
- La tasa de CO2: mide la cantidad de gas a efecto invernadero emitido desde la fabricación hasta el uso del terminal.
- La preservación de los Recursos Naturales: refleja los esfuerzos realizados para limitar la parte de recursos no renovables o sensibles de punto de vista medioambiental, económico o social, como el oro o el tántalo en la composición del producto
- El ecodiseño: valora otras iniciativas de mejora del rendimiento medioambiental del producto, como el uso limitado de sustancias peligrosas, la trazabilidad de los recursos sensibles (oro, plata, estaño, tántalo), las posibilidades de reparación del producto, y el uso de materiales reciclados
Una prueba más de la preocupación de esta empresa por el entorno es su objetivo de reducir el 50% la emisión por cliente de CO2 en el plazo comprendido entre 2006 y 2020.
Y ¿tú? ¿Ya contribuyes con tu granito de arena? Recuerda que solo con poner el móvil en modo avión cuando vayas a dormir estarás ahorrando agua y mejorando el planeta 😉
Fotografía de Tookapic