La colaboración público-privada es clave para cerrar las distintas brechas que dificultan la participación en la revolución tecnológica. Esta ha sido la principal conclusión del encuentro organizado por EFE Fórum y Orange sobre la igualdad digital en España.
liberalización del mercado español de las telecomunicaciones, hace 25 años, han sido muy importantes. Así, la diferencia entre el ámbito urbano y el rural ha pasado del 18% en 2004 al 4% en 2022, pero todavía casi el 36% de la población española no cuenta con competencias digitales básicas.
Los logros en inclusión digital registrados desde laLuz Usamentiaga, Directora general de Regulación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad en Orange y patrona de la Fundación Orange destacó la aportación de su compañía, también a través de su Fundación, para contribuir a cerrar las distintas brechas. Esta labor se traduce en múltiples iniciativas que, en ocasiones, solo se pueden desarrollar gracias a la colaboración con administraciones y entidades públicas.
Orange trabaja desde hace años en la reducción de las cuatro brechas digitales: de capacitación, socioeconómica, de edad y género. La inauguración, en 2023, de su espacio Orange Digital Center ha supuesto un hito en este objetivo de contribuir a la igualdad digital.
Usamentiaga destacó también que la contribución de los operadores para el despliegue de las más avanzadas infraestructuras de red ha sido extraordinaria. «En el caso, de Orange la inversión en ese periodo supera los 37.000 millones de euros», explicó.
EDADISMo vs. igualdad digital
En lo que se refiere a la brecha de edad, si en 2012 la brecha entre el total de usuarios de internet y los usuarios entre 65 y 74 años era de 50,5 puntos, diez años después esta brecha se ha reducido a 18 puntos, algo que no colma las aspiraciones de Manel Domínguez, profesor emérito de la universidad Abat Oliba CEU de Barcelona y autor de «Senior, la vida que no cesa».
Domínguez pidió mayor compromiso de la administración para abordar esta brecha que afecta a las personas de más edad, poniendo fin al edadismo que, según él, “es la gran pandemia de la sociedad europea desde la revolución industrial”. Reclamó, en definitiva, mayor diálogo intergeneracional.
brecha digital territorial
Otra brecha a la que se han referido los expertos es la territorial. La diferencia entre el ámbito urbano y el rural ha pasado del 18% en 2004 al 4% en 2022, pero aún hay mucho por hacer, tal como afirmó Luis Martínez-Sicluna, Secretario general de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que pidió más fondos públicos para contribuir a la extensión de la banda ancha en el entorno rural. “Hay que apoyar a los municipios para que estos faciliten la llegada de la banda ancha que ofrecerán los operadores privados con la contribución de fondos públicos”.
“Mientras no seamos capaces de ofrecer igualdad de oportunidades a la población rural se va a seguir produciendo la despoblación de esos territorios”, afirmó.
corresponsabilidad y lucha contra estereotipos
Por su parte, Mercedes Wullich, experta en liderazgo femenino, se refirió a la brecha de género que, más que al acceso a la tecnología, se refiere a la empleabilidad y el desarrollo de las herramientas de digitalización. Persisten diferencias en ciertos usos y, especialmente, en la participación de la mujer en el diseño y construcción del universo digital, donde las mujeres son una minoría.
Wullich cree que hay una falta de referentes que lastran el acceso de la mujer a la tecnología. “La presencia de mujeres en los diferentes ámbitos incluyendo los tecnológicos son más importantes que nunca para que otras mujeres se vean en ellas como espejos”.
“La corresponsabilidad y la lucha contra los estereotipos -añadió- también son necesarios para incorporar a la mujer en esta transformación, algo para lo que es clave la implicación de los hombres”.
el reto de la inteligencia artificial
En la inauguración de esta jornada, Carme Artigas, Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial destacó, como otro aspecto esencial relacionado con la igualdad digital, la necesidad de controlar la inteligencia artificial. “Con ChatGPT todo el mundo se cayó del guindo poniendo en valor la necesidad del control humano de la inteligencia artificial, tal como se defendía desde Europa y España”.
“No queremos ser una sociedad vigilancia -explicó Artigas- y por eso tenemos que aprobar una ley para controlar esta tecnología, porque la privacidad también es un valor democrático europeo”.