Pocas personas creían que Elon Musk podría lanzar realmente su Tesla hacia Marte. Pero el visionario empresario sudafricano no es tipo de pequeños proyectos. Después del automóvil eléctrico, el próximo horizonte de Musk es el espacio. Con sus cohetes aspira a colonizar Marte en 2022. Con este objetivo trabaja en un proyecto para ‘fabricar’ órganos en el espacio gracias a una impresora 3D.
SpaceX, la compañía espacial de Musk, pondrá en órbita la 3D BioFabrication Facility (BFF). Una impresora 3D diseñada para replicar órganos y tejidos humanos en un entorno espacial. La máquina ha sido desarrollada por las empresas nScrypt y Techshot. Estará destinada a la Estación Espacial Internacional (ISS) y formará parte de la carga alojada en el SpaceX CRS-17.
La misión, que cuenta con el apoyo de la NASA, incluso tiene una fecha: febrero de 2019. El Techshot BioFabrication Facility es, ante todo, un proyecto dedicado a la producción de órganos humanos en el espacio. El objetivo es que estos tejidos se puedan trasladar a la Tierra para ser trasplantados a quienes los necesiten. Al principio, se producirán, sobre todo, los tejidos sintéticos para el corazón.
Una impresora 3D para explorar el espacio
Sin embargo, el horizonte de la misión va más allá de las necesidades médicas de los habitantes de la Tierra. La idea, de hecho, es que la impresión de tejidos también pueda contribuir a mantener sanas a las tripulaciones que se lanzarán a la exploración espacial. El proyecto piensa en astronautas que deberán permanecer en el espacio durante largos periodos, incluso años, para llevar a cabo misiones de exploración. Por ejemplo en Marte.
El 3D BioFabrication Facility también podrá imprimir alimentos y medicamentos personalizados, según las necesidades específicas. O eso es lo que esperan lograr sus productores. ”El BFF – explicó el CEO de Techshot, John C. Vellinger – puede mejorar las vidas de las personas en la Tierra y ayudar a la exploración del espacio profundo. Estamos entusiasmados con este proyecto y todo lo que pueda aportar. Desde la fabricación de órganos a medicamentos y hasta la comida».
PRODUCIR Órganos en gravedad cero
nScrypt tiene su sede en Orlando, Florida. Es un fabricante de sistemas de impresión en 3D y de microdistribución industrial. Con sede en Greenville, Indiana, Techshot, en cambio, es una empresa con casi 30 años de experiencia en el desarrollo de equipos de vuelo espacial. Ambas compañías recientemente completaron con éxito un vuelo en gravedad cero sobre el Golfo de México. El ensayo mostró que un órgano, en particular, una parte del corazón, podría imprimirse en 3D en ausencia de gravedad.
Una vez instalado en la Estación Espacial, el BFF se utilizará para imprimir en 3D un parche de tela sintética para corazones dañados. Según nScrypt, «para crear el tejido, las células se imprimirán en el biorreactor. Este proporcionará la perfusión para proporcionar nutrientes y eliminar las toxinas del tejido y mantenerlo vivo. Al mismo tiempo, producirá estímulos eléctricos y mecánicos para alentar a las células a convertirse en tejido cardiaco capaz de latir.
Impresión en 3D para colonizar Marte
No sabemos cuándo un nuevo Neil Armstrong pondrá su pie en Marte, pero la conquista del planeta rojo ha comenzado. Las agencias espaciales, los centros de investigación y las multinacionales están trabajando seriamente en la hipótesis de colonizarlo. Un desafío que también ha atraído a diseñadores de renombre de todo el mundo, cuya creatividad se ha puesto a prueba en la creación de hábitats marcianos.
La robótica y la impresión 3D son la base del proyecto ‘Mars Habitat’, de la firma británica Forster + Partners. La idea es crear un asentamiento de drones para construir los primeros refugios antes de la llegada de los astronautas. El proyecto recibió el primer premio en un concurso organizado por la NASA y vio a 77 equipos involucrados en la creación de un hábitat fuera de la Tierra.
En particular, el proyecto de Norman Foster prevé que los robots puedan moverse de forma independiente. Las instrucciones se asignarían antes del lanzamiento. Una vez en suelo marciano, los drones elegirían el lugar más adecuado para cavar un cráter de aproximadamente 1,5 metros. Luego se instalarían módulos inflables para formar el núcleo del primer asentamiento.
Con los materiales de recuperación de la propia misión y las rocas marcianas, la impresora 3D produciría una capa protectora. Bajo esta capa se colocaría la base para los primeros exploradores humanos del entorno marciano. Vivienda, comida, órganos y tejidos de repuestos, las impresoras 3D son quizás la clave para la conquista del espacio.
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