Investigadores de la Universidad de Vermont han analizado cerca de 43.950 imágenes de Instagram con una Inteligencia Artificial capaz de detectar síntomas de depresión de los usuarios a partir de las características de sus fotografías. Fueron 166 los voluntarios que participaron en esta prueba que trataba de identificar con éxito marcadores de dicha enfermedad mental. Para ello, se tuvieron en cuenta variables como el análisis del color, los metadatos asociados y la detección algorítmica de rostros en las fotografías.
un muro de instagram lleno de grises
A la luz de los datos obtenidos, los individuos sanos identificaban colores más oscuros y más grises con un estado de ánimo negativo y generalmente preferían colores más brillantes y más vivos. Por el contrario, se encontró que los sujetos deprimidos preferían colores más oscuros y más grises. También se encontró una correlación entre la auto-identificación con la depresión y una tendencia a percibir el entorno como gris o falto de color. Estos hallazgos llevaron a los investigadores a incluir mediciones relacionadas con color, saturación y brillo en sus análisis, así como con el uso de filtros de Instagram.
Por otra parte, la depresión está fuertemente asociada con la reducción de la actividad social. Como Instagram se utiliza para compartir experiencias personales, es razonable inferir que las fotos publicadas pueden capturar aspectos de la vida social de un usuario. En esta premisa se utilizó un algoritmo de detección de rostros para analizar la presencia y número de rostros humanos en cada fotografía.
Los investigadores también registraron el número de comentarios y “likes” que cada mensaje recibía como medida de participación de una comunidad, así como la frecuencia de publicación.
depresión e interacción social
Las fotos subidas a Instagram por individuos deprimidos eran más azules, más grises y más oscuras, y recibían menos “likes”. Los usuarios de Instagram deprimidos en la muestra tomada para el estudio tenían una tendencia a filtrar el color de las fotos publicadas, y mostraron una aversión hacia las fotos con brillo artificial, en comparación con los individuos no deprimidos.
Estos resultados coinciden bien con la literatura médica que vincula la depresión y la preferencia por colores más oscuros, más azules y monocromáticos. Los usuarios deprimidos tenían más tendencia a publicar fotos con caras, pero publicaban menos caras por foto. Este hallazgo puede ser un indicador de que los usuarios deprimidos interactúan en entornos sociales más pequeños. Este hallazgo estaría en línea con estudios anteriores de que señalan que la interacción social reducida es un indicador de depresión.
Según los autores del estudio, Andrew G Reece y Christopher M Danforth “a falta de un debate relacionado con la defensa de la privacidad de los datos y el análisis ético, este trabajo puede servir como un modelo para la detección eficaz de la salud mental en una sociedad cada vez más digitalizada. De manera más general, estos hallazgos apoyan la idea de que los cambios importantes en la psicología individual se transmiten en el uso de los medios sociales y pueden identificarse mediante métodos computacionales”.
instagram y las enfermedades mentales
Curiosamente, el uso de Instagram ya puede ser en sí mismo un factor de riesgo de padecer enfermedad mental, según el estudio ‘Redes sociales y salud mental de los jóvenes de la Real Sociedad de Salud Pública del Reino Unido (RSPH)’. Este informe señala que esta red social puede producir en los usuarios inseguridad relacionada con su físico, insomnio, depresión y bulling.
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