Los primeros días de enero de 2007 vieron llegar al mundo de la tecnología un dispositivo que revolucionaría la telefonía móvil: el primer iPhone, que el entonces CEO de la compañía de la manzana, el ya desaparecido Steve Jobs, presentó en sociedad a bombo y plantillo definiéndolo, como nos recuerdan en El Confidencial, como «un iPod con controles táctiles, un revolucionario teléfono móvil y un revolucionario dispositivo de comunicaciones por Internet». Y no se equivocaba; sin duda, ha habido un antes y un después del iPhone, porque con él nació la era de los smartphones, los teléfonos táctiles, el teléfono como sustitituto natural de tu cámara y, sobre todo, llevar Internet en la mano, las apps… tu vida. Y todo ello en un único dispositivo de bolsillo.
Con la mirada de un ciudadano del año 2017, hoy nos causan cierto estupor los escépticos comentarios que generó en aquellos primeros años la venta de un dispositivo móvil que salía al mercado por un precio base de casi 500 $ (algo más de 470 € al cambio actual). ¿Quién se iba a gastar semejante cantidad en un teléfono? Valga como ejemplo la reacción del entonces principal ejecutivo de una de las empresas de la competencia, Steve Ballmer. La carcajada del CEO de Microsoft no precisa más comentarios:
La verdad es que podemos comprender que entonces este nuevo concepto resultara tan rompedor que generara dudas. La web Teknofilo resume algunas de estas primeras reviews iniciales y qué argumentos exhibían los expertos, la competencia y hasta los propios usuarios de entonces para creer que la última idea de Steve Jobs era demasiado revolucionaria para triunfar.
EL IPHONE, UN ANTES Y UN DESPUÉS EN EL MERCADO
La barrera del precio, la resistencia de los consumidores al fin del teclado físico en un teléfono, la innecesaria creación de un dispositivo como el iPhone cuando ya existían las PDAs, la falta de unas redes adaptadas a las capacidades que auguraba este nuevo teléfono conectado, un tamaño excesivo para un teléfono móvil… Pero todos se equivocaban: hoy se pagan más de 800 € por un iPhone 7 y la gente hace largas colas en las tiendas Apple o de los operadores para ser el primero en disfrutar la última generación del emblemático móvil; la apps, que llegaron con la Apple Store, son hoy un «must» en la vida de cualquier usuario móvil; ¿demasiado grande un 5 pulgadas?; hay quienes hasta auguran una evolución de nuestras manos debido al uso que hacemos de los smartphones y sus pantallas y botones táctiles, abrir, cerrar, ampliar…
Hasta ahí la cara, pero también hay una cruz. Y es que justo cuando se cumplen 10 años de su llegada a nuestras vidas, las dudas sobre su futuro vuelven a estar sobre la mesa, derivadas en este caso del fuerte acoso al que se ve sometido el iPhone por esos rivales que beben hoy de lo que este teléfono inspiró hace una década. Como nos explicaba El País hace tan sólo unos días, la decepción de los analistas fue grande cuando Apple anunció una caída anual del 9% en las ventas del dispositivo, lo que ha contribuido decisivamente a la reducción de los ingresos -un 7,7%- y del beneficio operativo -un 15,7% menos anual. Que se lo digan a Tim Cook, consejero delegado de Apple, y al resto de los directivos de la empresa de la manzana, que han visto recortado su sueldo al no cumplir los objetivos previstos. El crecimiento de Android y de marcas como Samsung o Huawei en los últimos años han abierto una brecha importante en el mercado de los smartphones y Apple la está sufriendo como el que más.
Pero bueno, no nos pongamos pesimistas. O por lo menos vamos a esperar a ver cómo evoluciona el futuro de la empresa de la manzana, porque nos dicen en Applesfera que Tim Cook, aun con el bocado que se ha pegado esta caída del iPhone a su salario, cree que lo mejor está por llegar. Pues veremos…